Diferencia entre revisiones de «Ego»

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<blockquote>Esta es la Individualidad real, o el hombre divino. Es este Ego que habiendo encarnado originalmente en la forma humana sin sentido, animado por la presencia en sí mismo de la mónada dual, pero inconsciente (ya que no tenía conciencia de ella), hizo de esa forma humana un hombre real. Es ese Ego, ese "Cuerpo Causal", que eclipsa cada personalidad en la que el Karma la obliga a encarnar.<ref>Helena Petrovna Blavatsky, ''La Clave de la Teosofía'', (Londres: Editorial Teosófica, 1987), 136.</ref></blockquote>
<blockquote>Esta es la Individualidad real, o el hombre divino. Es este Ego que habiendo encarnado originalmente en la forma humana sin sentido, animado por la presencia en sí mismo de la mónada dual, pero inconsciente (ya que no tenía conciencia de ella), hizo de esa forma humana un hombre real. Es ese Ego, ese "Cuerpo Causal", que eclipsa cada personalidad en la que el Karma la obliga a encarnar.<ref>Helena Petrovna Blavatsky, ''La Clave de la Teosofía'', (Londres: Editorial Teosófica, 1987), 136.</ref></blockquote>


--El ego superior es el Principio reencarnante--
El ego superior es el Principio reencarnante--


<blockquote>. . . el Manas superior iluminado por Buddhi; el principio de autoconciencia , el  “Yo-soy-Yo,” en resumen. Es el Karana-Sarira, el hombre inmortal, que pasa de una encarnación a otra.<ref>Helena Petrovna Blavatsky, ''Escritos Recolectados'' vol. X (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1988), 249.</ref></blockquote>
<blockquote>. . . el Manas superior iluminado por Buddhi; el principio de autoconciencia , el  “Yo-soy-Yo,” en resumen. Es el Karana-Sarira, el hombre inmortal, que pasa de una encarnación a otra.<ref>Helena Petrovna Blavatsky, ''Escritos Recolectados'' vol. X (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1988), 249.</ref></blockquote>
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Cuando el Yo superior tiene que encarnar, envía un "rayo" para animar el cuerpo, dando origen al ego inferior:
Cuando el Yo superior tiene que encarnar, envía un "rayo" para animar el cuerpo, dando origen al ego inferior:


<blockquote>Manas es, por así decirlo, un globo de pura Luz Divina, un Rayo del Alma del Mundo, una unidad de la esfera superior, en el que no hay diferenciatión. Al descender a un plano de diferenciación emana un Rayo que es él mismo, que sólo puede manifestar a través de la personalidad ya diferenciada. Este Rayo es el Manas Inferior, mientras que el globo de Luz Divina, un Kumāra en su propio plano, es el Ego Superior, o Manas Superior, Manas propiamente dicho.<ref>Helena Petrovna Blavatsky, ''Escritos recolectados'' vol. XII (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1980), 709.</ref></blockquote>


En su propio plano, el yo superior debe esmerarse para asimilar la influencia de budi. 


<blockquote>En cada encarnación, [el Ego] está bajo el rayo directo de Buddhi, si quiere asimilarlo. Si no quiere, es su cuidado; su personalidad desaparecerá. Es sólo en el caso que asimila a Buddhi que realmente vive y pertenecerá a esa cadena de personalidad que forma la conciencia después de que el Manvantara llega a su fin: el rayo directo e inmortal.<ref>Michael Gomes (transcriptor), ' 'Comentarios de la Doctrina Secreta'' (La Haya: fundación I.S.I.S., 2010), 646.</ref></blockquote>


 
Cuando esto se logra y la autoconciencia se eleva al nivel búdico, el [[Alma#Alma Espiritual|alma espiritual]] pasiva se convierte en un ego espiritual autoconsciente.<blockquote>
 





Revisión del 16:16 9 ene 2024

El ego es una palabra derivada del griego Εγώ (Ego), que significa "yo". En las enseñanzas teosóficas, hay diferentes niveles del sentido del yoidad (ego) en nosotros. El ego personal (lower manas) es el "yo" psicológico que a menudo es egoísta. El ego superior (higher manas), también llamado "ego reencarnante", es el sentido impersonal del yo a nivel del alma. El ego espiritual (buddhi-manas) es un sentido iluminado del yo, presente en aquellos que reconocen el ser universal.

Descripción general

Yo (Lat.). “Yo”; la conciencia en el hombre de “Yo soy Yo”, o sea el sentimiento de la cualidad o condición de “Yo soy”. La filosofía esotérica enseña la existencia de dos Egos en el hombre, el mortal o personal, y el superior, divino e impersonal. Al primero le llama “Personalidad”, y al segundo “Individualidad”.[1]

La cualidad de Yoidad es una característica del quinto principio, manas. El significado de la palabra "ego" en Teosofía no se limita al que ofrece la psicología moderna. Se utiliza para referirse al sentido de "Yoidad", que puede manifestarse de diferentes maneras al plano en que se expresa. Puede aparecer de forma personal y egoísta a través del manas inferior (lower ego), en una forma impersonal a través del manas superior (higher ego), o como una autoconsciencia divina a través de budi (spiritual ego). Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos tres egos son sólo aspectos de uno mismo:

Quienes se sientan inclinados a ver tres Egos en un solo hombre, se mostrarán incapaces de percibir el significado metafísico.

El hombre es una trinidad compuesta de Cuerpo, Alma y Espíritu; pero el hombre es, sin embargo, uno y seguramente no es su cuerpo.

Esta última es la propiedad, la vestimenta transitoria del hombre. Los tres “Egos” son el HOMBRE en sus tres aspectos: el astral, el intelectual o psíquico, y los planos o estados espirituales.[2]

Orígenes

Se dice que los Egos reencarnantes serán los hijos o rayos de la Mente Universal:

El Ego reencarnante [es eso] que los viejos filósofos llaman Manasaputra, los “Hijos de la Mente” o de Mahat, La Mente Cósmica Universal.[3]

Afirmaciones de la filosofía oculta; nuestro Ego es un rayo de la Mente Universal, individualizado durante el espacio de un ciclo de vida cósmico, durante cuyo espacio de tiempo adquiere experiencia en casi innumerables reencarnaciones o renacimientos, después de lo cual regresa a su Fuente-Padre.[4]

Ego Superior

Blavatsky define el Ego como "la imagen reflejada del Logos en el 'Karana Sarira' [cuerpo causal]."[5] Ella lo identifica con el aspecto superior del quinto Principio, Manas:

El Ego humano no es ni Atma ni Budi, sino el Manas superior: la realización intelectual y el florecimiento del egoísmo intelectual autoconsciente, en el sentido espiritual superior. Las obras antiguas se refieren a él como Karana Sarira en el plano de Sutratma, que es el hilo dorado en el que, como cuentas, se ensartan las diversas personalidades de este Ego superior.[6]

The higher ego is the human individual element (atman and buddhi being universal) which provides self-consciousness, thus acting as a bridge between the monad and the body:

Esta es la Individualidad real, o el hombre divino. Es este Ego que habiendo encarnado originalmente en la forma humana sin sentido, animado por la presencia en sí mismo de la mónada dual, pero inconsciente (ya que no tenía conciencia de ella), hizo de esa forma humana un hombre real. Es ese Ego, ese "Cuerpo Causal", que eclipsa cada personalidad en la que el Karma la obliga a encarnar.[7]

El ego superior es el Principio reencarnante--

. . . el Manas superior iluminado por Buddhi; el principio de autoconciencia , el “Yo-soy-Yo,” en resumen. Es el Karana-Sarira, el hombre inmortal, que pasa de una encarnación a otra.[8]

Cuando el Yo superior tiene que encarnar, envía un "rayo" para animar el cuerpo, dando origen al ego inferior:

Manas es, por así decirlo, un globo de pura Luz Divina, un Rayo del Alma del Mundo, una unidad de la esfera superior, en el que no hay diferenciatión. Al descender a un plano de diferenciación emana un Rayo que es él mismo, que sólo puede manifestar a través de la personalidad ya diferenciada. Este Rayo es el Manas Inferior, mientras que el globo de Luz Divina, un Kumāra en su propio plano, es el Ego Superior, o Manas Superior, Manas propiamente dicho.[9]

En su propio plano, el yo superior debe esmerarse para asimilar la influencia de budi.

En cada encarnación, [el Ego] está bajo el rayo directo de Buddhi, si quiere asimilarlo. Si no quiere, es su cuidado; su personalidad desaparecerá. Es sólo en el caso que asimila a Buddhi que realmente vive y pertenecerá a esa cadena de personalidad que forma la conciencia después de que el Manvantara llega a su fin: el rayo directo e inmortal.[10]

Cuando esto se logra y la autoconciencia se eleva al nivel búdico, el alma espiritual pasiva se convierte en un ego espiritual autoconsciente.

  1. Helena Petrovna Blavatsky, Theosophical Glossary (Krotona, CA: Editorial Teeosófica, 1973), 111.
  2. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. IX (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1974), 257, nota al pie.
  3. Helena Petrovna Blavatsky, Escritos Recolectados vol. XII (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1980), 411.
  4. Helena Petrovna Blavatsky, Escritos Recolectados, vol. XII (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1980), 414-415.
  5. Helena Petrovna Blavatsky, la Doctrina Secreta vol. II, (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1993), 593, fn.
  6. Helena Petrovna Blavatsky, La Doctrina Secreta vol. II, (Wheaton, IL: Editorial Teeosófica, 1993), 79.
  7. Helena Petrovna Blavatsky, La Clave de la Teosofía, (Londres: Editorial Teosófica, 1987), 136.
  8. Helena Petrovna Blavatsky, Escritos Recolectados vol. X (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1988), 249.
  9. Helena Petrovna Blavatsky, Escritos recolectados vol. XII (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1980), 709.
  10. Michael Gomes (transcriptor), ' 'Comentarios de la Doctrina Secreta (La Haya: fundación I.S.I.S., 2010), 646.