Mediumnidad

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La mediumnidad en el Espiritismo es la capacidad de ciertas personas —conocidas como médiums— para mediar en la comunicación entre los muertos y los seres humanos vivos.

Punto de vista teosófico

Tradicionalmente, los teósofos se han opuesto a esta práctica. De hecho, en una de sus cartas a A. P. Sinnett, el Mahatma K. H. definió el Espiritismo como "la más demencial y fatal superstición".".[1] Este Maestro consideró la práctica de la mediumnidad como "anormal"[2], punto de vista que se refleja en la siguiente definición de H. P. Blavatsky:

Mediumnidad Una palabra ahora aceptada para indicar ese estado psicofisiológico anormal que lleva a una persona a considerar las fantasías de su imaginación, sus alucinaciones, reales o artificiales, como realidades. Ninguna persona completamente sana en los planos fisiológico y psíquico puede ser jamás un médium. Lo que los médiums ven, oyen y perciben, es "real" pero falso; se lo recoge ya sea del plano astral, tan engañoso en sus vibraciones y sugestiones, o de puras alucinaciones, que no tienen existencia real, sino para quien las percibe. La "mediumnidad" es una especie de mediador vulgarizado en el que quien está afligido con esta facultad se supone que se convierte en un agente de comunicación entre un hombre vivo y un "Espíritu" difunto. Existen métodos regulares de entrenamiento para el desarrollo de esta adquisición indeseable. [3]

En muchas ocasiones, las percepciones psíquicas que no se han desarrollado a través de un entrenamiento cuidadoso son el resultado de trastornos nerviosos que abren la puerta a mundos normalmente invisibles:

Si se nos pregunta cómo es que ninguna naturaleza salvo la histérica y sensitiva, las personas neuro y psicopáticas, ven y ocasionalmente hablan con los "Espíritus", respondemos a la pregunta mediante varias otras preguntas. Preguntamos: “¿Conoce usted la naturaleza de la alucinación y puede definir su proceso psíquico? ¿Cómo se puede decir que todas esas visiones se deben meramente a alucinaciones físicas? ¿Qué lo hace sentir a uno tan seguro de que las enfermedades mentales y nerviosas, mientras que echan un velo sobre nuestros sentidos (llamados) normales, no revelan al mismo tiempo puntos de vista desconocidos para el hombre sano, abriendo puertas generalmente cerradas contra las percepciones científicas, o que una facultad psicoespiritual no reemplaza inmediatamente la pérdida, o la atrofia temporal, de un sentido puramente físico? Es la enfermedad, o la exuberancia del filudo nervioso lo que produce mediumnidad y visiones: alucinaciones, como ustedes las llaman. Pero, ¿qué sabe la ciencia incluso de la mediumnidad?” [4]

La señora Blavatsky también consideraba que "en general, la mediumnidad es muy peligrosa" [5].Ella escribió:

El estado moral del médium determina el tipo de espíritus que vienen; y los espíritus que vienen influyen recíprocamente en el médium, intelectual, física y moralmente. La perfección de su mediumnidad está en relación con su pasividad, y el peligro en el que incurre está en igual grado. Cuando está completamente "desarrollado" —completamente pasivo— su propio espíritu astral puede ser entumecido, e incluso desplazado de su cuerpo, que luego es ocupado por un elemental, o, lo que es peor, por un demonio humano de la octava esfera, que procede a utilizarlo como propio. Pero con demasiada frecuencia la causa del crimen más célebre ha de buscarse en tales posesiones. [6]

Además de sus peligros, el desarrollo por el que tiene que pasar un médium se considera opuesto al que promueven los Mahatmas:

La mediumnidad es lo opuesto al adeptado; el médium es el instrumento pasivo de las influencias externas, el adepto se controla activamente a sí mismo y a todas las potencias inferiores. [7]

Guías espirituales

Los "guías espirituales" de los médiums, también llamados "controles", son entidades que se cree que permanecen como espíritus desencarnados, actuando como un maestro o protector del médium vivo. En este punto de vista, los espíritus guías pueden incluir personas muertas, santos u otros individuos iluminados, dioses, ángeles, espíritus de la naturaleza, e incluso animales.

H. P. Blavatsky y los Mahatmas frecuentemente advirtieron que la mayoría de las veces los espíritus guías son cascarones y elementales:

A menudo [el "control"] no es más que un cascarón en su etapa preliminar de disolución, cuando la mayor parte de la inteligencia física y las facultades aún están frescas y no han comenzado a desintegrarse, o a desvanecerse. Un "espíritu", o el Ego espiritual, no puede descender al médium, pero puede atraer el espíritu de este último a sí mismo, y sólo puede hacerlo durante los dos intervalos, antes y después de su "período de gestación". [8]

El cascarón de un hombre muy inteligente y culto, pero carente de espiritualidad, que haya muerto de muerte natural, durará más tiempo y con la ayuda de la sombra de su propia memoria —esa sombra que son los restos del sexto principio, dejados en el quinto— puede pronunciar discursos a través de oradores en trance y puede repetir como un loro aquello que sabía y en lo que pensaba insistentemente, durante su vida. [9]

Sin embargo, a veces las comunicaciones pueden ser con personas reales muertas que están atrapadas en Kāmaloka por distintos motivos. Frecuentemente se les llama elementarios, y la comunicación con el plano físico a través de médiums es dañina tanto para el alma aún ligada a la atmósfera de la Tierra como para el médium:

A los "cascarones" quizá no les importe, ya que, de todos modos, no tienen nada que perder. Pero hay otra clase de “Espíritus”, que hemos perdido de vista, los suicidas y los muertos por accidente. Uno y otro pueden comunicarse, y ambos tienen que pagar caro por esas visitas ... Pero es un pecado y una crueldad reavivar su memoria e intensificar su sufrimiento proporcionándoles la oportunidad de vivir una vida artificial; la oportunidad de sobrecargar su Karma atrayéndolos hacia las puertas abiertas, es decir, hacia los médiums y los sensitivos porque tendrán que pagar categóricamente por cada uno de esos placeres. Lo explicaré. Los suicidas, que, insensatamente esperan escapar de la vida, ven que aún se encuentran vivos, tienen bastante sufrimiento reservado para ellos de esa misma vida. Su castigo está en la intensidad de esta última. Al haber perdido por el acto temerario sus principios séptimo y sexto, aunque no para siempre, ya que pueden recuperar ambos, en lugar de aceptar su castigo, y aprovechar sus oportunidades de redención, a menudo se los hace añorar la vida y son tentados a recuperar un control sobre esta por medios pecaminosos. En el Kama-Loka, la tierra de los deseos intensos, solo pueden gratificar sus anhelos terrenales a través de un representante vivo; y al hacerlo, cuando expira el plazo natural, generalmente pierden su mónada para siempre. [10]

Y ay de aquellos cuyo Trishna los atraerá a los médiums, y ay de estos últimos, que los tientan con un Upadana tan fácil. Porque al asirlos y satisfacer sus ansias de vida, el médium ayuda a desarrollar en ellos —es de hecho la causa de— un nuevo conjunto de Skandhas, un nuevo cuerpo, con tendencias y pasiones mucho peores que las del que perdieron. Todo el futuro de este nuevo cuerpo quedará así determinado, no sólo por el Karma de demérito del conjunto o grupo anterior sino también por el del nuevo conjunto del futuro ser. Si los médiums y espiritistas tan solo supieran, como he dicho, que a cada nuevo "ángel guía" que dan la bienvenida con éxtasis, lo seducen a ir hacia un Upadana que producirá una serie de males indecibles para el nuevo Ego que nacerá bajo su sombra nefasta, y que con cada sesión —especialmente para la materialización— multiplican las causas de la miseria, causas que harán que el desafortunado Ego no logre su nacimiento espiritual, o que renazca en una existencia peor que nunca, quizás serían menos pródigos en su hospitalidad. Y ahora, ustedes pueden entender por qué nos oponemos tan enérgicamente al Espiritismo y a la mediumnidad. [11]

Nota: un nuevo cuerpo, … del que perdieron, en inglés, a new body, with far worse tendencies and passions than was the one they lost. Quizás se quiso decir … than HAD the one they lost.

Nota: ...menos pródigos en su hospitalidad, en inglés, be less lavishing their hospitality. La edición impresa de Barker dice … less lavish in their hospitality, ya que es lo que seguramente se intentó escribir en la carta original.

Si el médium es de naturaleza espiritual, puede haber algunos raros casos en los que puede ponerse en contacto con una entidad espiritual, elevando su conciencia a esa región:

Al Ego de un médium puro se lo puede atraer y hacer, por un instante, que se una en relación magnética (?) con un verdadero espíritu desencarnado, mientras que el alma de un médium impuro sólo puede confabular con el alma astral, o "cascarón", del difunto. La primera posibilidad explica esos casos extremadamente raros de escritura directa en autógrafos reconocidos, y de mensajes de una clase superior de inteligencias desencarnadas. Deberíamos decir entonces que la moralidad personal del médium sería una prueba justa de la autenticidad de la manifestación. [12]

Canalizaciones.

La señora Blavatsky y sus Maestros se oponían a ofrecerse ciegamente como canal de comunicación a entidades no físicas. Ella escribió:

En manos de un médium experimentado, el Espiritismo se convierte en BRUJERÍA INCONSCIENTE; pues, dejándose convertir en la herramienta indefensa de una variedad de espíritus, de los cuales no sabe nada más que lo que estos últimos le permiten conocer, abre, sin saberlo, una puerta de comunicación entre los dos mundos, por la cual emergen las fuerzas ciegas de la Naturaleza que acechan en la luz astral, así como los espíritus buenos y malos. [13]

De hecho, las entidades más propensas a comunicarse con un sensitivo son las inferiores, ya que están “más cerca” del plano físico:

Entre las innumerables huestes de espíritus —los que fueron hombres, y los que serán hombres— existen aquellos inconmensurablemente superiores a la raza humana, más elevados y más santos que el Santo más elevado de la Tierra, y más sabios que cualquier mortal sin excepción. Y además existen quienes no son mejores que nosotros, ya que algunos son mucho peores e inferiores al salvaje más inferior. Son estas últimas clases las que ordenan la comunicación más fácil con nuestra tierra, las que nos perciben y nos sienten, al igual que los videntes las perciben y sienten a estas. La proximidad de nuestras respectivas moradas y planos de percepción favorecen esa intercomunicación, por desgracia, ya que siempre están dispuestas a interferir con nuestros asuntos para ayudar o causar penurias. [14]

La Luz Astral está llena de entidades que están felices de hacerse pasar por personas, dioses, ángeles, Maestros, etc., y el vidente sin entrenamiento no puede discernir la verdadera naturaleza de la entidad con la que está en contacto. Como escribió Mme. Blavatsky:

Incluso un clarividente poseído de tales facultades, si no es un Adepto, no importa cuán honesto y sincero pueda ser, dado su desconocimiento de las verdades de la Ciencia Oculta, será guiado por las visiones que ve en la Luz Astral solo para confundir con Dios o Ángeles a los habitantes de esas esferas a las que ocasionalmente puede echar un vistazo, como atestiguan Swedenborg y otros. [15]

El Mahatma M. también se refirió a esto como sigue:

No nos parece necesario ni provechoso perder nuestro tiempo librando una guerra con los Planetarios no evolucionados que se deleitan en personificar a dioses y, a veces, personajes bien conocidos que han vivido en la tierra. [16]

En los tiempos modernos, a la práctica de la mediumnidad se la llama con frecuencia "canalización". Ya no se dice que los "espíritus-guías" sean los difuntos, sino los "Maestros" y "Dioses" de distintitos grados. Esto ya había comenzado a finales de la década de 1880. La Sra. Blavatsky escribió:

Antes de la aparición de la literatura teosófica moderna, eran los "Espíritus" y los "Controles" los que siempre estaban en la boca de estas personas; ahora a los "adeptos" vivos los sirven con cada salsa. Es una y otra vez Adeptos aquí, Hierofantes allá. Y esto sólo desde el renacimiento de la Teosofía y su propagación en EE.UU. en 1884, obsérvese bien; después de que la gran conspiración de la pompa de jabón entre Madrás y Cambridge contra la Sociedad Teosófica le hubiera dado un nuevo impulso al movimiento. Hasta ese año, los espiritistas, y especialmente los médiums profesionales, con sus "controles" y "guías", difícilmente podían encontrar palabras de vituperio lo suficientemente fuertes como para marcar a los "adeptos" y burlarse de sus "supuestos poderes". Pero desde la heródica "matanza de los inocentes", cuando la S.I.P. pasó de los fenómenos teosóficos a los espiritistas, la mayoría de los "queridos difuntos" se pusieron de pie. Los ángeles de la “Tierra de Verano” están pasando de moda justo ahora, porque los espiritistas empiezan a tenerlo en claro y a discriminar. Pero debido a que la idea del "adepto", o más bien su filosofía, comienza a ganar terreno, este no es motivo para que los simuladores de todo tipo parodien en sus producciones gramaticalmente incorrectas las enseñanzas, la fraseología y los términos sánscritos de los libros teosóficos; o ¿por qué, además, deberían dar un giro y hacer creer a la gente que estos fueron dados por otros "Hierofantes", en su opinión, mucho más elevados, más nobles y más grandes que nuestros instructores... Aunque la moneda falsa es la mejor prueba de la existencia de oro genuino, sin embargo, lo falso engaña a los incautos. Si las "presunciones" de la ST en esta dirección se basaran en meras hipótesis y brotes sentimentales, como la identificación de muchos espíritus materializados, los "Mahatmas" teosóficos y su sociedad se habrían disuelto hace mucho tiempo como humo en el espacio... [17]

Nota: S.I.P. : Sociedad para la Investigación Psíquica C. W. Leadbeater escribió:

Hay quienes recurren al pseudoocultismo para obtener poderes mágicos con el fin de gratificar la ambición personal. Ese camino está lleno de los peligros más graves. A veces esas personas se sientan en una condición pasiva e invitan a entidades desconocidas del mundo astral a actuar en sus auras y organismos y para adaptarlos a sus propósitos; a veces practican varias formas de Hatha-Yoga, que consisten principalmente en tipos peculiares de respiración, que desafortunadamente se han enseñado de manera generalizada en el mundo occidental durante los últimos treinta años más o menos. Como resultado de dichos procedimientos, a menudo surgen trastornos mentales y corporales de carácter serio, mientras que, en el mejor de los casos, el contacto que se obtiene con los mundos internos rara vez se extiende más allá de los niveles astrales inferiores, de los cuales no puede provenir nada que sea edificante para la humanidad. [18]

Notas

  1. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 20 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 74.
  2. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 18 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 61.
  3. Helena Petrovna Blavatsky, "The Key to Theosophy" Glossary (Pasadena, CA: Theosophical University Press, 1972), 350.
  4. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. II, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 370, fn.
  5. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. XII (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1980), 373.
  6. Helena Petrovna Blavatsky, Isis Unveiled vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1972), 490.
  7. Helena Petrovna Blavatsky, Isis Unveiled vol. II, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1972), 588.
  8. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 93b (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 328.
  9. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 93b (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 328.
  10. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 68 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 197.
  11. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 68 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 200-201.
  12. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. IV (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1991), 121.
  13. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. I (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1988), 137.
  14. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. II, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 370, fn.
  15. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. XII (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1980), 528.
  16. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 30 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), ???.
  17. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. X (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1988), 282-283.
  18. Annie Besant and Charles Webster Leadbeater, Talks on the Path of Occultism Volume 2, (Adyar, Madras: The Theosophical Publishing House, 1980), ???.