Vida después de la muerte

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Vida después de la Muerte

Ascensión de los Bienaventurados por Bosch

De acuerdo con las enseñanzas Teosóficas después de la muerte del cuerpo, la consciencia experimenta una serie de transformaciones. Las tendencias, emociones, pensamientos, memorias, y aspiraciones que fueron parte de la personalidad son clasificadas. Cualquier cosa que perteneciera al aspecto completamente personal y egoísta es descartado, en tanto que todo lo que fue de naturaleza generosa y altruista es preservada y asimilada por el alma humana. En los escritos de H.P. Blavatsky y los Maestros de Sabiduría la descripción más frecuente de los diferentes estados después de la muerte física incluye: a) la "lucha a muerte", b) periodo de gestación, c) Devachan, y d) Reencarnación.


Descripción general

paisaje después de la muerte, de Dante

En la visión de la Teosofía, la muerte no es el fin de la experiencia consciente, sino, por el contrario, es el comienzo de una consciencia más amplia.H. P. Blavatsky dijo:

Nosotros aceptamos la consciencia después de la muerte, y dice que la real consciencia y la real libertad del Ego o del alma comienza sólo después de la muerte física del hombre. Es entonces que ya no es impedido con asuntos terrestres y que es libre, que puede percibir todo.[1]

Lo que se conoce como "muerte" implica la salida del principio vital y la disolución del cuerpo físico junto con su doble astral de materia etérica. Después de esto, viene un periodo de disolución del Alma animal y el aspecto personal del alma humana en Kāmaloka. Finalmente, el aspecto espiritual del alma humana es asimilado por el alma espiritual en Devachan. En las palabras de Mme. Blavatsky's:

Siendo Alma un término genérico, hay en el hombre tres aspectos del Alma - la terrenal o animal; el alma Humana; y el Alma Espiritual; éstas, estrictamente hablando, son un alma en sus tres aspectos. Ahora, del primer aspecto nada queda después de la muerte; del segundo (nous o Manas) sólo su esencia divina, si quedó sin manchas sobrevive, mientras que la tercera en adición por ser inmortal se vuelve conscientemente divina, por la asimilación del Manas superior.[2]

El alma espiritual o Buddhi es de naturaleza universal y, por si misma, carece del elemento de auto-conciencia. Después de la muerte puede volverse consciente de su propia naturaleza divina por la asimilación de los elementos espirituales de la consciencia mental, si la persona alguna vez ejercitó este aspecto de la mente.

Se han descrito las diferentes etapas por el Mahatma Kuthumi en una de sus cartas Carta de los Mahatmas No. 68 página 15, como sigue:

El periodo entre la muerte y el renacimiento . . . puede durar desde unos pocos años a un kalpa. Está dividido en tres sub-periodos (1) cuando el Ego libre de su envoltura mortal entra en Kama-Loka (la morada de los Elementarios); (2)cuando entra en su "Estado de Gestación"; (3) cuando es renacido en el Rupa-Loka el Deva-Chan. Sub-periodo (1) puede durar desde unos pocos minutos a varios años — la frase "unos pocos años" puede volverse desconcertante y totalmente inútil sin una explicación más completa; Sub-periodo (2) es "muy largo"; como tu dices, más largo a veces de lo que te puedas imaginar, pero proporcional a la resistencia espiritual del Ego; Sub-periodo (3) demora en proporción al buen KARMA, después del cual la monada es nuevamente reencarnada.[3]

La "Lucha a muerte"

Purgatory according to Dante

Después de la eliminación de los tres principios inferiores de la consciencia que ocurre durante la muerte física, los cuatro principios restantes entran en Kamaloka, la cual es una esfera intermedia entre la física y la espiritual. Antes de que la consciencia pueda pasar al devachan, es necesaria una "purificación" de los elementos físicos". Como H. P. Blavatsky escribió:

Cuando la monada espiritual esforzándose para entrar en el estado Devachánico está siendo sometida a un proceso de purificación, lo que sucede es lo siguiente: la consciencia personal, que sólo constituye el Ego personal, se tiene que desprender de si misma de toda mancha terrenal de materia grosera antes de que sea capaz de vivir "en espíritu" y como un espíritu.[4]

Kama-loka puede ser comparado con el camerino de un actor, en el cual él se despoja de su traje del último papel que representó antes de volver a convertirse en sí mimo propiamente - el Ego inmortal o el ciclo de Peregrinaje en esta Ronda de Encarnaciones. El Ego Eterno [es] despojado en Kama-loka de sus principios terrestres inferiores, con sus pasiones y deseos. . . . Pero el proceso de despojarse de lo más inferior, los principios cuarto y parte del quinto, es inconsciente en todos los seres humanos normales. Es sólo en casos muy excepcionales que hay un leve retorno a la consciencia en Kama-loka: y este es el caso de una personalidad materialista y no espiritual, quien, desprovisto de las condiciones requeridas, no puede entrar en el estado de absoluto de Reposo y Bienaventuranza.[5]

Durante este periodo hay una tensión entre los dos principios inferiores, que poseen una tendencia hacia la materialidad, y los dos más elevados, que son de naturaleza espiritual. Lo que sucede puede ser visto metafóricamente como una "lucha" entre los aspectos animales y espirituales del alma (Kāma y Buddhi respectivamente) para asimilar Manas. En una de sus cartas Cartas de los Mahatmas No. 68 página 11, Maestro K.H. explicó el proceso como sigue:

Cuando el hombre muere sus principios segundo y Prana tercero mueren con él; la triada inferior desaparece, y los principios cuarto, quinto, sexto y séptimo forman el Cuaternario sobreviviente. . . . . De allí en adelante es una lucha a "muerte" entre las dualidades Superior e Inferior. Si gana la superior, la sexta, habiendo atraído a hacia sí mismo la quinta esencia del Bien de la quinta - sus afecciones nobles, sus aspiraciones santas (aunque sean terrenales), y las porciones mas Espiritualizadas de su mente - sigue su divinidad mayor (la séptima) al Estado de "Gestación"; y la quinta y la cuarta permanecen en asociación como un kamaloka#cascarón vacío . . . para vagar en la atmósfera terrenal, con la mitad de la memoria personal perdida, y los instintos brutales completamente vivos por un cierto periodo.[6]

Después de la lucha a muerte los dos principios más elevados, junto con la esencia espiritual de manas, entran en un periodo de gestación. Mientras que, el cuarto principio (Kāma), con cualquier elemento personal y egoísta que pueda retener del principio manásico, forma una concha y permanece en Kāmaloka para ser eventualmente disuelto. Sin embargo, puede suceder que la duada superior no logre asimilar ninguna esencia espiritual de la inferior. En tal caso esa vida personal particular es completamente inútil para la Monada, y es "borrada" de sus registros. Como el Maestro continuó diciendo:

Si, por otro lado, la Dualidad Superior es vencida, entonces es el quinto principio que asimila todo lo que pueda haber quedado de la recolección y percepciones personales de su individualidad personal en el sexto . . . . Los [principios] sextos y séptimos — ahora una MONADA puramente espiritual, individual, con nada que quede en ella de la reciente personalidad, no quedando ningún periodo regular de "gestación" para atravesar (debido a que no hay ningún Ego personal purificado para renacer), después de un periodo más o menos prolongado del Restante inconsciente en el Espacio infinito - se encontrará renacido en otra personalidad en el próximo planeta. Cuando llega el periodo de “Completa Consciencia Individual" — la que precede a aquella de Absoluta Consciencia en el Pāri-nirvana — esta vida personal perdida llega a ser como una página arrancada del gran Libro de las Vidas, incluso sin una palabra desconectada restante para marcar su ausencia. La monada purificada no percibirá ni recordará las series de sus renacimientos pasados - la que se habría ido al "Mundo de las Formas" (rupa-loka) — y su mirada retrospectiva ni siquiera percibirá la más leve señal para indicar que hubiera existido.[7]

En este caso, el elemento personal descartado no se convierte en un "cascarón" regular que sea disuelto en Kāmaloka. Con la adicional consciencia ganada al retener todos los elementos manásicos usados en esa encarnación, tiene cohesión suficiente para ser Reencarnado como una entidad desalmada en la tierra. A este estado se le llama Avichi (ver abajo).

Periodo de gestación

En la mayoría de los casos la duada superior encuentra algunos elementos espirituales que permiten "nacer" en Devachan. Sin embargo antes de que esto sea posible el alma tiene que experimentar un periodo de gestación. A. P. Sinnett escribió:

Cuando la división o purificación de quinto principio ha sido realizada en Kama loca por las persistentes atracciones de los principios Kāma cuarto y sexto, el Ego real pasa a un periodo de gestación inconsciente . . . un estado espiritual pre-natal a la entrada de la vida espiritual. . . y este periodo, en casos diferentes, puede ser de duraciones muy diferentes-- desde unos pocos momentos a inmensos periodos de años.[8]

De acuerdo a H. P. Blavatsky el periodo de gestación "dura desde unos pocos días a muchos años",[9] while Mahatma K.H. escribió que puede ser muy largo: "más largo de lo que algunas vez tu te puedes imaginar, sin embargo proporcional al vigor del Ego espiritual".[10]

Se dice generalmente que el renacimiento de la consciencia comienza en la puerta del Devachan, cuando la lucha en Kama-Loka ha terminado, sin embargo solamente después del periodo de gestación:[11]

Ese recuerdo volverá lenta y gradualmente hacia el final de la gestación (de la entidad o Ego), aún más lentamente pero lejos más imperfecta e incompletamente al cascarón, y completamente al Ego en el momento de su entrada en el Devachan.[12]

Sin embargo, hay algunas declaraciones que indican la posibilidad de consciencia antes del Devachan (ver abajo).

Respecto al tiempo total transcurrido por una persona normal en Kamaloka, (que es, durante la lucha a muerte y el periodo de gestación), Mme. Blavatsky escribió:

El periodo normal durante el cual cualquier parte de la consciencia permanece en Kâma-Loka, i.e., es conectada con el Kâma-Rûpa, es de ciento cincuenta años. El Kâma-Rûpa se disuelve eventualmente, y dejando en Kâma-Loka los Elementales Tânhic, sus porciones restantes Metemsicosisy Transmigracion de átomos entran en animales.[13]

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Periodo de Gestación

Devachan

Pallas Athena en un carro Romano tirado por leones como un símbolo de sabiduría, por G. Fanti

Después del periodo de gestación, el nuevo "ego devachánico" (que es, los elementos puros de ego inferior que han sido asimilados a los dos principios) más elevados comienza a despertar en Devachan:

El Ego eterno siendo despojado en Kama-loka de sus principios terrenales más inferiores, con sus pasiones y deseos, entra en el estado de Devachan. Y por lo tanto se dice que sólo lo puramente espiritual, las emociones no-materiales, los afectos y aspiraciones acompañan al Ego en el estado de Bienaventuranza.[14]

En una de sus cartas Cartas de los Mahatmas No. 68 página 15, Mahatma K.H. escribió:

"Quién va a Deva Chan?" El Ego personal por supuesto, pero beatificado, purificado, santificado - la combinación de los principios sexto y séptimo - el cual después del periodo de gestación inconsciente es renacido en Devachan, es por necesidad como inocente y puro como un niño recién nacido. El hecho de ser renacido [en Devachan] del todo, muestra la preponderancia del bien sobre el mal en su antigua personalidad. Y mientras el Karma (lo malo) se separa por el momento para seguirlo en su futura tierra-reencarnaciónes, que el trae consigo pero el Karma de sus buenas acciones, palabras, y pensamientos, en este Devachan.[15]

En Devachan, la persona goza los resultados de sus buenas acciones hechas en la vida recién terminada, tanto como recibe una compensación por los inmerecidos sufrimientos experimentados:

Devachan es la continuación idealizada de la vida terrestre que recién se dejó atrás, un periodo de ajuste retributivo, y una recompensa por los errores inmerecidos y sufrimientos experimentados en esa Vida especial.[16]

Reencarnación

Cuando el periodo de Devachan finalizó, el ego superior comienza el proceso de reencarnación. Antes de que nazca, sin embargo, ve la vida que va a comenzar en sus características generales, así delineado por su Karma. Mme. Blavatsky wrote:

Así como el hombre en el momento de la muerte tiene una visión retrospectiva dentro de la vida que ha conducido, así, en el momento que el renace en la tierra, el Ego, despertando del estado de Devachan, tiene una visión anticipada de la vida que le espera, y se da cuenta de todas las causas que lo han conducido a esta. El se hace cargo de ellas y ve el futuro, debido a que es entre el Devachan y el re-nacimiento que el Ego recupera su completa consciencia manásica, y vuelve a ser por un corto el dios que fue, antes, en complacencia con la ley Kármica, el primero descendió dentro de la materia y encarno en el primer hombre de carne.[17]

Avichi

Most people go to Devachan, with the exception of those very materialistic, selfish, or evil, in whom there is no spiritual manasic elements that can be assimilated by Buddhi. In this case, when no formation of a devachanic ego is possible, the higher principles fall into a state of unconsciousness[18] and the lower principles are eventually annihilated. Mme. Blavatsky explained:

The seventh and the sixth [principles], that is to say the immortal spirit and its vehicle, the immortal or spiritual soul, enter therein alone (an exceptional case). . . . The personal EGO (the material soul) . . . in the case of the irredeemably wicked and when the spiritual and impersonal soul has nothing to withdraw from its individuality (terrestrial personality) because the latter had nothing to offer but the purely material and sensual - that becomes annihilated.[19]

In one of his letters, Master K.H. explained the fate of the lower duad when it assimilates all the manasic elements as follows:

With all this additional stock, it will not remain in Kama-Loka — “the world of Desire” or our Earth’s atmosphere. In a very short time like a straw floating within the attraction of the vortices and pits of the Maelstrom, it is caught up and drawn into the great whirlpool of human Egos.[20]

Mme. Blavatsky elaborated:

Expelled forever from the consciousness of the Individuality (the reincarnating Ego), the physical atoms and psychic vibrations of the now separate personality are immediately reincarnated on the same earth, only in a lower and still more abject creature, a human being only in form, doomed to Karmic torments during the whole of its new life. Moreover, if it persists in its criminal or debauched course, it will suffer a long series of such immediate reincarnations.[21]

This state is called Avichi and could loosely be compared to a concept of hell for the lost personality (not for the Monad).

Is there consciousness before Devachan?

In the early Theosophical literature there are several statements suggesting consciousness only begins after the struggle in Kama-Loka at the door of Devachan:

Every just disembodied four-fold entity — whether it died a natural or violent death, from suicide or accident, mentally sane or insane, young or old, good, bad, or indifferent — loses at the instant of death all recollection, it is mentally — annihilated; it sleeps it’s akasic sleep in the Kama-loka. This state lasts from a few hours, (rarely less) days, weeks, months — sometimes to several years. All this according to the entity, to its mental status at the moment of death, to the character of its death, etc. That remembrance will return slowly and gradually toward the end of the gestation. . .[22]

However, there are some statements that open the possibility of consciousness before devachan. For example, Mme. Blavatsky wrote:

A “spirit,” or the spiritual Ego, cannot descend to the medium, but it can attract the spirit of the latter to itself, and it can do this only during the two intervals—before and after its “gestation period.” Interval the first is that period between the physical death and the merging of the spiritual Ego into that state which is known in the Arhat esoteric doctrine as “Bar-do.” We have translated this as the “gestation” period, and it lasts from a few days to several years, according to the evidence of the adepts. Interval the second lasts so long as the merits of the old Ego entitle the being to reap the fruit of its reward in its new regenerated Egoship. It occurs after the gestation period is over, and the new spiritual Ego is reborn—like the fabled Phœnix from its ashes—from the old one. The locality, which the former inhabits, is called by the northern Buddhist Occultists “Deva-chan”. . .[23]

As can be seen, she describes here the following sequence:

1- Physical death.

2- First interval.

3- Gestation.

4- Second interval (Devachan).

She mentions that the Spiritual Ego can attract to its own sphere the spirit of the medium in either of the intervals, which suggests there can be consciousness before the period of gestation. According to her, this can happen "when the intensity of the desire in the dying person to return for some purpose forced the higher consciousness to remain awake".[24]

According to Annie Besant

Dr. Annie Besant explained that "if a person has led a pure life and has steadfastly striven to rise and to identify himself with the higher rather than the lower part of his nature" the staying in Kāmaloka is short and normally unconscious. However, in those who during life have being attached to sensual pleasures the situation is different:

Human beings, who have quitted earth and in whom the kāmic elements were strong, may very readily be attracted by the kāmic elements in embodied men, and by their help become conscious again of the pre

  1. Michael Gomes (traductor), Comentarios de la Doctrina Secreta (The Hague: I.S.I.S. foundation, 2010), 44.
  2. Helena Petrovna Blavatsky, "La Clave de la Teosofía" (Pasadena, CA: Theosophical University Press, 1972), 121-122.
  3. Vicente Hao Chin, Jr., Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett en secuencia cronológica No. 68 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 194.
  4. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. VI (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1989), 328.
  5. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. IX (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1974), 164.
  6. Vicente Hao Chin, Jr., Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett en secuencia cronológica No. 68 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 192-193.
  7. Vicente Hao Chin, Jr., Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett en orden cronológico No. 68 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 193.
  8. Alfred Percy Sinnett, Budismo Esotérico (San Diego, CA: Wizards Bookshelf, 1987), 96-97.
  9. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. IV (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1991), 120-121.
  10. Vicente Hao Chin, Jr., Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnet en secuencia cronológica No. 68 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 194.
  11. Vicente Hao Chin, Jr., Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett en secuencia cronológica No. 104 (Quezon City: Theosophic al Publishing House, 1993), 362.
  12. Vicente Hao Chin, Jr., Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett en secuencia cronológica No. 104 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 362.
  13. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. XII (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1980), 708.
  14. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. IX (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1974), 164.
  15. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 68 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 190.
  16. Helena Petrovna Blavatsky, La Clave de la Teosofía (London: Theosophical Publishing House, [1987]), 132.
  17. Helena Petrovna Blavatsky, The Key to Theosophy (London: Theosophical Publishing House, [1987]), 162-163.
  18. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 68 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 193.
  19. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. V (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1997), 42.
  20. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 68 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 193.
  21. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. XII (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1980), 632-633.
  22. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 85-B (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 263.
  23. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. IV (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1991), 120-121.
  24. Helena Petrovna Blavatsky, The Key to Theosophy (London:Theosophical Publishing House, [1987]), 151.