Diferencia entre revisiones de «Movimiento»
Sin resumen de edición |
(→Notas) |
||
Línea 39: | Línea 39: | ||
== Notas == | == Notas == | ||
[[Categoría:Conceptos teosóficos]] | [[Categoría:Conceptos teosóficos]] | ||
[[Categoría:Conceptos de La Doctrina Secreta]] | [[Categoría:Conceptos de La Doctrina Secreta]] | ||
[[Categoría:Conceptos científicos]] | [[Categoría:Conceptos científicos]] |
Revisión del 20:51 24 abr 2024
Movimiento, en física, es un cambio en la posición de un objeto con respecto al tiempo. El movimiento se observa asignando un marco de referencia a un objeto y midiendo su cambio de posición relativa hacia otro marco de referencia.
En la literatura Teósofica el movimiento relativo conocido por la ciencia se considera una manifestación de un movimiento eterno "intracósmico", que es uno de los principios fundamentales del universo:
La ciencia oficial ve en el movimiento simplemente una fuerza o ley ciega e irracional; El ocultismo, rastreando el movimiento hasta su origen, lo identifica con la Deidad Universal y llama a este movimiento eterno e incesante: el "Gran Aliento".[1]
La noción materialista de que debido a que, en física, el movimiento real o sensible es imposible en el espacio puro o en el vacío, el MOVIMIENTO eterno de y en el cosmos (considerado como Espacio infinito) es una ficción, sólo muestra una vez más que palabras como “Espacio puro, el “Ser puro”, “el Absoluto”, etc., de la metafísica oriental nunca han sido comprendidos en Occidente.[2]
El movimiento Intra-Cósmico es eterno e incesante; movimiento cósmico (lo visible, o que es sujeto de persepción) es finito y periódico. Como una abstracción eterna es el ETERNO-PRESENTE; como una manifestación, es finita tanto en la dirección venidera como en la opuesta, siendo ambas el alfa y la omega de reconstrucciones sucesivas.[3]
Cuando se ve como un aspecto del Absoluto este principio se llama "movimiento abstracto absoluto" o "el Gran Aliento."
Movimiento abstracto absoluto
En las Primera Proposición Fundamental de la La Doctrina Secreta, Mme. Blavatsky declaró que el movimiento astracto Absoluto es uno de los aspectos de la suprema "Seidad".[4]
Este movimiento absoluto, también llamado el Gran Aliento, interpenetra todo, incluyendo el tejido mismo del espacio:
Su único atributo absoluto, que es SIMISMO, eterno, Movimiento incesante, se llama en lenguaje esotérico el “Gran Aliento,” que es el movimiento perpetuo del universo, en el sentido de ilimitado, ESPACIO siempre presente. Lo que está inmóvil no puede ser Divino. Pero entonces no hay nada de hecho y la realidad es absolutamente inmóvil dentro del alma universal.[5]
El Gran Aliento ni deja de existir durante los pralayas ni cambia durante los manvantaras. En las palabras del Mahatma K.H.:
[E]l movimiento perpetuo universal que nunca cesa nunca disminuye ni aumenta su velocidad ni siquiera durante los interludios entre los pralayas, o "noches de Brahma", sino que continúa como un molino puesto en movimiento, tenga o no algo que moler (porque pralaya significa la pérdida temporal de toda forma, pero de ninguna manera la destrucción de la materia cósmica que es eterna) - decimos que este movimiento perpetuo es la única Deidad eterna e increada que podemos reconocer.[6]
Movimiento cósmico
Según Mme. Blavatsky, movimiento condicionado es un atributo fundamental de la consciencia, mientras que el movimiento abstracto absoluto representa "Conciencia Incondicional".[7] Al comienzo del proceso de manifestación "el gran Aliento asume el caracter de Ideación precósmica." Esta última--
. . . es el fons et origo [fuente y origen] de la fuerza y de toda conciencia individual, y proporciona la inteligencia guía en el vasto esquema de la Evolución cósmica.[8]
Incluso nuestros pensadores occidentales han demostrado que la Conciencia es inconcebible para nosotros sin el cambio, y el movimiento simboliza mejor el cambio, su característica esencial.[9]
Aunque el movimiento produce todos los diferentes tipos de inteligencia y estados de conciencia existentes en el universo, desde los dioses a las bacterias, se considera el movimiento en sí inconsciente y espontáneo (eso, no es dirigido por una inteligencia). Mahatma K.H. escribió:
Mientras tantos podemos decir que es el movimiento que gobierna las leyes de la naturaleza; y que las gobierna como el impulso mecánico dado al agua corriente que las impulsará ya sea en línea recta o a lo largo de cientos de surcos laterales que puedan encontrar en su camino y si esos surcos son surcos naturales o canales preparados artificialmente por la mano del hombre.[10]
Espíritu, vida y materia, no son principios naturales existentes independientemente unos de otros, sino los efectos de combinaciones producidas por el eterno movimiento en el Espacio.[11]
Recursos Adicionales
- Aliento de la Existencia Unica en el Mundo de la Teosofía
Notas
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, Escritos completos, vol. XII (Wheaton, IL: EEditorial Teosófica, 1980), 139.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, La Doctrina Secreta, vol. I, (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1993), 496.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, La Doctrina Secreta vol. I, (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1993), 3.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, La Doctrina Secreta vol. I, (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1993), 14.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, La Doctrina Secreta vol. I, (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1993), 2.
- ↑ Vicente Hao Chin, Jr., Las cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett en secuencia cronológica No. 90 (Ciudad Quezón: Editorial Teosófica, 1993), 280.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, La Doctrina Secreta vol. I, (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1993), 14.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, La Doctrina Secreta vol . I, (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1993), 15.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, La Doctrina Secreta vol. I, (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1993), 14.
- ↑ Vicente Hao Chin, Jr., Las cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett en secuencia cronológica No. 90 (Ciudad Quezón: Editorial Teosófica, 1993), 280-281.
- ↑ Vicente Hao Chin, Jr., Las Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett en secuencia cronológica No. 93b (Quezon City: Editorial Teosófica, 1993), 317.