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== '''Pitris''' ==


'''Pitri'''.-  Véase: Pitris y Pitaras.  (G.T. H.P.B.)
'''Pitri'''.-  Véase: Pitris y Pitaras.  (G.T. H.P.B.)
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'''Pitris'''  [Propiamente Pitaras] (Sánscrito).-  Los antecesores o creadores de la humanidad.  Son de siete clases, tres de las cuales son incorpóreas (arûpa), y cuatro corpóreas.  En la teología popular se dice que fueron creados del costado de Brahmâ.  Tocante a su genealogía, varían las opiniones; pero, segun la filosofía esotérica, los Pitris son tal como se expone en la Doctrina Secreta.  En Isis sin velo se dice de ellos:  “Creése ordinariamente que este término indo significa los espíritus de nuestros antecesores, de personas desencarnadas, y de ahí el argumento de algunos espiritistas de que los faquires (y yoguis) y otros hacedores de prodigios del Oriente son médium.  Esto es erróneo en más de un concepto.  Los Pitris no son los antecesores de los actuales hombres vivientes, sino los de la especie humana o de las razas adámicas; los espíritus de razas humanas, que en la gran escala de la evolución descendente precedieron a nuestras razas de hombres, y fueron físicamente, lo mismo que espiritualmente, muy superiores a nuestros pigmeos.  En el Mânava Dharma Zâstra se les da el nombre de Antecesores lunares.”  (Isis sin velo, I, XXXVIII).  La Doctrina Secreta ha explicado ahora lo que cautelosamente se había adelantado en los primeros libros teosóficos.  (G.T. H.P.B.)
'''Pitris'''  [Propiamente Pitaras] (Sánscrito).-  Los antecesores o creadores de la humanidad.  Son de siete clases, tres de las cuales son incorpóreas (arûpa), y cuatro corpóreas.  En la teología popular se dice que fueron creados del costado de Brahmâ.  Tocante a su genealogía, varían las opiniones; pero, segun la filosofía esotérica, los Pitris son tal como se expone en la Doctrina Secreta.  En Isis sin velo se dice de ellos:  “Creése ordinariamente que este término indo significa los espíritus de nuestros antecesores, de personas desencarnadas, y de ahí el argumento de algunos espiritistas de que los faquires (y yoguis) y otros hacedores de prodigios del Oriente son médium.  Esto es erróneo en más de un concepto.  Los Pitris no son los antecesores de los actuales hombres vivientes, sino los de la especie humana o de las razas adámicas; los espíritus de razas humanas, que en la gran escala de la evolución descendente precedieron a nuestras razas de hombres, y fueron físicamente, lo mismo que espiritualmente, muy superiores a nuestros pigmeos.  En el Mânava Dharma Zâstra se les da el nombre de Antecesores lunares.”  (Isis sin velo, I, XXXVIII).  La Doctrina Secreta ha explicado ahora lo que cautelosamente se había adelantado en los primeros libros teosóficos.  (G.T. H.P.B.)
¡Durante el manvantara lunar, la evolución produjo siete clases de seres, denominados Pitris o “Padres”, por la razón de que engendraron los seres del manvantara terrestre.  Estos seres son los antecesores de la humanidad actual.  Así, pues, los Pitris (Padres, Antecesores, Divinidades, espíritus o regentes lunares) son Mónadas, que habiendo terminado su ciclo de vida en la Cadena lunar, inferior a la terrestre, se encarnan en nuestro planeta y pasan a ser hombres en realidad.  Son las Mónadas que entran en el ciclo de evolución en el globo A, y dando la vuelta a la Cadena de globos, desarrollan la forma humana.  Al principio del período humano de la cuarta Ronda en este globo, “exudan”, por decirlo así, sus chhâyâs, sombras o dobles astrales de las formas, parecidas a las del mono, que habían desarrollado en la tercera Ronda, y esta forma sutil, más fina, es la que sirve como modelo, alrededor del cual la Naturaleza construye al hombre físico.  (Doctrina Secreta, I, 202-203).  Los libros exotéricos indos mencionan siete clases o jerarquías de Pitris, tres de ellas incorpóreas, Arûpa-Pitris, esto es, sin forma o cuerpo, y cuatro corpóreas, Rûpa-Pitris, por otro nombre llamados Barhichads.  Los primeros, denominados también Vairâjas o “Hijos de Virâja (Brahmâ)”, son inteligentes y espirituales, mientras que los segundos son materiales y desprovistos de intelecto.  Esotéricamente, los Asuras constituyen las tres primeras clases de Pitris, “nacidos en el cuerpo de la Noche”, mientras que las otras cuatro fueron producidas del “Cuerpo de la Aurora”, (véanse estas palabras).  Se han dividido además los Pitris o Antecesores en dos géneros distintos: los Barhichad-Pitris y los Agnichvâtta-Pitris.  Los primeros de ellos poseen el “fuego sagrado”, y los segundos están privados de él.  El ritualismo indo parece relacionarlos con los fuego sacrificiales y con los brahmanes “jefes de familia” (Grihasta).  Los de la clase más elevada (esotéricamente), la de los Agnichvâttas, están representados, en la alegoría exotérica, como brahmanes jefes de familia, que, habiendo descuidado mantener sus sagrados fuegos domésticos y ofrecer holocaustos en sus pasadas existencias en anteriores manvantaras, han perdido todo derecho a recibir oblaciones con fuego; mientras que los Barhichads, por razón de ser brahmanes que mantuvieron los fuegos domésticos, son honrados de esta suerte aun hoy día.  Pero la filosofía esotérica declara que las calificaciones originales son debidas a la diferencia que existe entre las naturalezas de ambas clases: los Agnichvâtta-Pitris están desprovistos de “fuego”, esto es, de pasión creadora, porque son demasiado divinos y puros; en tanto que los Barhichad-Pitris, por ser los Espíritus lunares más estrechamente ligados con la Tierra, vinieron a ser los Prajâpatis inferiores; los Elohim “creadores” de la forma o del Adam de polvo (Doctrina Secreta, II, 81), esto es, del hombre físico (nuestro cuerpo) y sus principios inferiores; mientras que los Pitris más elevados (los Pitris de los Devas, Mânasa-Dhyânis o Agnichvâtta-Pitris), verdaderas divinidades solares representantes de la evolución intelectual, son los formadores del hombre interno, dándole la inteligencia y la conciencia (Id., I, 114 y 204), sin tomar parte alguna en la creación física del hombre.  Hay una doble y hasta triple serie de Barhichads y Agnichvâttas: los primeros, habiendo dado nacimiento a sus “dobles astrales” (chhâyâs, sombras o imágenes astrales o etéreas), renacen como hijos de Atri, y son los Pitris de los daityas, dânavas y otros seres demoníacos; mientras que los Agnichvâttas renacen como hijos de Marîchi (hijo de Brahmâ), y son los Pitris de los dioses. (Leyes de Manú, III, 195-196).  –Por Pitris se entienden además los manes de los antepasados (padres, abuelos), esto es, de los ascendientes directos de una familia.  A esta clase de Pitris de refiere el Bhagavad-Gîtâ (I, 42-44), al hablar de las ofrendas funerarias prescritas en los libros sagrados, ofrendas que deben practicar los jefes de familia hasta la tercera generación, el día de la luna nueva de cada mes, para asegurar en el otro mundo la felicidad de sus mayores.  -¿Se referiría a los Pitris san Pablo al hablar de “la congregación de los primogénitos que están alistados en los cielos” (Hebreos, XII, 23)?  -Véase: Agnichvâttas, Barhichads, Dhyânis, Dioses lunares, Pitris lunares, Pitris solares, Somapas, Vairâjas, etc.]  (G.T. H.P.B.)
¡Durante el manvantara lunar, la evolución produjo siete clases de seres, denominados Pitris o “Padres”, por la razón de que engendraron los seres del manvantara terrestre.  Estos seres son los antecesores de la humanidad actual.  Así, pues, los Pitris (Padres, Antecesores, Divinidades, espíritus o regentes lunares) son Mónadas, que habiendo terminado su ciclo de vida en la Cadena lunar, inferior a la terrestre, se encarnan en nuestro planeta y pasan a ser hombres en realidad.  Son las Mónadas que entran en el ciclo de evolución en el globo A, y dando la vuelta a la Cadena de globos, desarrollan la forma humana.  Al principio del período humano de la cuarta Ronda en este globo, “exudan”, por decirlo así, sus chhâyâs, sombras o dobles astrales de las formas, parecidas a las del mono, que habían desarrollado en la tercera Ronda, y esta forma sutil, más fina, es la que sirve como modelo, alrededor del cual la Naturaleza construye al hombre físico.  (Doctrina Secreta, I, 202-203).  Los libros exotéricos indos mencionan siete clases o jerarquías de Pitris, tres de ellas incorpóreas, Arûpa-Pitris, esto es, sin forma o cuerpo, y cuatro corpóreas, Rûpa-Pitris, por otro nombre llamados Barhichads.  Los primeros, denominados también Vairâjas o “Hijos de Virâja (Brahmâ)”, son inteligentes y espirituales, mientras que los segundos son materiales y desprovistos de intelecto.  Esotéricamente, los Asuras constituyen las tres primeras clases de Pitris, “nacidos en el cuerpo de la Noche”, mientras que las otras cuatro fueron producidas del “Cuerpo de la Aurora”, (véanse estas palabras).  Se han dividido además los Pitris o Antecesores en dos géneros distintos: los Barhichad-Pitris y los Agnichvâtta-Pitris.  Los primeros de ellos poseen el “fuego sagrado”, y los segundos están privados de él.  El ritualismo indo parece relacionarlos con los fuego sacrificiales y con los brahmanes “jefes de familia” (Grihasta).  Los de la clase más elevada (esotéricamente), la de los Agnichvâttas, están representados, en la alegoría exotérica, como brahmanes jefes de familia, que, habiendo descuidado mantener sus sagrados fuegos domésticos y ofrecer holocaustos en sus pasadas existencias en anteriores manvantaras, han perdido todo derecho a recibir oblaciones con fuego; mientras que los Barhichads, por razón de ser brahmanes que mantuvieron los fuegos domésticos, son honrados de esta suerte aun hoy día.  Pero la filosofía esotérica declara que las calificaciones originales son debidas a la diferencia que existe entre las naturalezas de ambas clases: los Agnichvâtta-Pitris están desprovistos de “fuego”, esto es, de pasión creadora, porque son demasiado divinos y puros; en tanto que los Barhichad-Pitris, por ser los Espíritus lunares más estrechamente ligados con la Tierra, vinieron a ser los Prajâpatis inferiores; los Elohim “creadores” de la forma o del Adam de polvo (Doctrina Secreta, II, 81), esto es, del hombre físico (nuestro cuerpo) y sus principios inferiores; mientras que los Pitris más elevados (los Pitris de los Devas, Mânasa-Dhyânis o Agnichvâtta-Pitris), verdaderas divinidades solares representantes de la evolución intelectual, son los formadores del hombre interno, dándole la inteligencia y la conciencia (Id., I, 114 y 204), sin tomar parte alguna en la creación física del hombre.  Hay una doble y hasta triple serie de Barhichads y Agnichvâttas: los primeros, habiendo dado nacimiento a sus “dobles astrales” (chhâyâs, sombras o imágenes astrales o etéreas), renacen como hijos de Atri, y son los Pitris de los daityas, dânavas y otros seres demoníacos; mientras que los Agnichvâttas renacen como hijos de Marîchi (hijo de Brahmâ), y son los Pitris de los dioses. (Leyes de Manú, III, 195-196).  –Por Pitris se entienden además los manes de los antepasados (padres, abuelos), esto es, de los ascendientes directos de una familia.  A esta clase de Pitris de refiere el Bhagavad-Gîtâ (I, 42-44), al hablar de las ofrendas funerarias prescritas en los libros sagrados, ofrendas que deben practicar los jefes de familia hasta la tercera generación, el día de la luna nueva de cada mes, para asegurar en el otro mundo la felicidad de sus mayores.  -¿Se referiría a los Pitris san Pablo al hablar de “la congregación de los primogénitos que están alistados en los cielos” (Hebreos, XII, 23)?  -Véase: Agnichvâttas, Barhichads, Dhyânis, Dioses lunares, Pitris lunares, Pitris solares, Somapas, Vairâjas, etc.]  (G.T. H.P.B.)
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Revisión del 14:48 24 jul 2017

Pitri.- Véase: Pitris y Pitaras. (G.T. H.P.B.)

Pitaras (o Pitara) (Sánscrito).- Nominativo plural de Priti, o sea Pitris, castellanizando la palabra. –Los padres, antecesores [o pitris.] Los padres de las razas humanas. –(Véase: Pitris). (G.T. H.P.B.)

Pitris [Propiamente Pitaras] (Sánscrito).- Los antecesores o creadores de la humanidad. Son de siete clases, tres de las cuales son incorpóreas (arûpa), y cuatro corpóreas. En la teología popular se dice que fueron creados del costado de Brahmâ. Tocante a su genealogía, varían las opiniones; pero, segun la filosofía esotérica, los Pitris son tal como se expone en la Doctrina Secreta. En Isis sin velo se dice de ellos: “Creése ordinariamente que este término indo significa los espíritus de nuestros antecesores, de personas desencarnadas, y de ahí el argumento de algunos espiritistas de que los faquires (y yoguis) y otros hacedores de prodigios del Oriente son médium. Esto es erróneo en más de un concepto. Los Pitris no son los antecesores de los actuales hombres vivientes, sino los de la especie humana o de las razas adámicas; los espíritus de razas humanas, que en la gran escala de la evolución descendente precedieron a nuestras razas de hombres, y fueron físicamente, lo mismo que espiritualmente, muy superiores a nuestros pigmeos. En el Mânava Dharma Zâstra se les da el nombre de Antecesores lunares.” (Isis sin velo, I, XXXVIII). La Doctrina Secreta ha explicado ahora lo que cautelosamente se había adelantado en los primeros libros teosóficos. (G.T. H.P.B.) ¡Durante el manvantara lunar, la evolución produjo siete clases de seres, denominados Pitris o “Padres”, por la razón de que engendraron los seres del manvantara terrestre. Estos seres son los antecesores de la humanidad actual. Así, pues, los Pitris (Padres, Antecesores, Divinidades, espíritus o regentes lunares) son Mónadas, que habiendo terminado su ciclo de vida en la Cadena lunar, inferior a la terrestre, se encarnan en nuestro planeta y pasan a ser hombres en realidad. Son las Mónadas que entran en el ciclo de evolución en el globo A, y dando la vuelta a la Cadena de globos, desarrollan la forma humana. Al principio del período humano de la cuarta Ronda en este globo, “exudan”, por decirlo así, sus chhâyâs, sombras o dobles astrales de las formas, parecidas a las del mono, que habían desarrollado en la tercera Ronda, y esta forma sutil, más fina, es la que sirve como modelo, alrededor del cual la Naturaleza construye al hombre físico. (Doctrina Secreta, I, 202-203). Los libros exotéricos indos mencionan siete clases o jerarquías de Pitris, tres de ellas incorpóreas, Arûpa-Pitris, esto es, sin forma o cuerpo, y cuatro corpóreas, Rûpa-Pitris, por otro nombre llamados Barhichads. Los primeros, denominados también Vairâjas o “Hijos de Virâja (Brahmâ)”, son inteligentes y espirituales, mientras que los segundos son materiales y desprovistos de intelecto. Esotéricamente, los Asuras constituyen las tres primeras clases de Pitris, “nacidos en el cuerpo de la Noche”, mientras que las otras cuatro fueron producidas del “Cuerpo de la Aurora”, (véanse estas palabras). Se han dividido además los Pitris o Antecesores en dos géneros distintos: los Barhichad-Pitris y los Agnichvâtta-Pitris. Los primeros de ellos poseen el “fuego sagrado”, y los segundos están privados de él. El ritualismo indo parece relacionarlos con los fuego sacrificiales y con los brahmanes “jefes de familia” (Grihasta). Los de la clase más elevada (esotéricamente), la de los Agnichvâttas, están representados, en la alegoría exotérica, como brahmanes jefes de familia, que, habiendo descuidado mantener sus sagrados fuegos domésticos y ofrecer holocaustos en sus pasadas existencias en anteriores manvantaras, han perdido todo derecho a recibir oblaciones con fuego; mientras que los Barhichads, por razón de ser brahmanes que mantuvieron los fuegos domésticos, son honrados de esta suerte aun hoy día. Pero la filosofía esotérica declara que las calificaciones originales son debidas a la diferencia que existe entre las naturalezas de ambas clases: los Agnichvâtta-Pitris están desprovistos de “fuego”, esto es, de pasión creadora, porque son demasiado divinos y puros; en tanto que los Barhichad-Pitris, por ser los Espíritus lunares más estrechamente ligados con la Tierra, vinieron a ser los Prajâpatis inferiores; los Elohim “creadores” de la forma o del Adam de polvo (Doctrina Secreta, II, 81), esto es, del hombre físico (nuestro cuerpo) y sus principios inferiores; mientras que los Pitris más elevados (los Pitris de los Devas, Mânasa-Dhyânis o Agnichvâtta-Pitris), verdaderas divinidades solares representantes de la evolución intelectual, son los formadores del hombre interno, dándole la inteligencia y la conciencia (Id., I, 114 y 204), sin tomar parte alguna en la creación física del hombre. Hay una doble y hasta triple serie de Barhichads y Agnichvâttas: los primeros, habiendo dado nacimiento a sus “dobles astrales” (chhâyâs, sombras o imágenes astrales o etéreas), renacen como hijos de Atri, y son los Pitris de los daityas, dânavas y otros seres demoníacos; mientras que los Agnichvâttas renacen como hijos de Marîchi (hijo de Brahmâ), y son los Pitris de los dioses. (Leyes de Manú, III, 195-196). –Por Pitris se entienden además los manes de los antepasados (padres, abuelos), esto es, de los ascendientes directos de una familia. A esta clase de Pitris de refiere el Bhagavad-Gîtâ (I, 42-44), al hablar de las ofrendas funerarias prescritas en los libros sagrados, ofrendas que deben practicar los jefes de familia hasta la tercera generación, el día de la luna nueva de cada mes, para asegurar en el otro mundo la felicidad de sus mayores. -¿Se referiría a los Pitris san Pablo al hablar de “la congregación de los primogénitos que están alistados en los cielos” (Hebreos, XII, 23)? -Véase: Agnichvâttas, Barhichads, Dhyânis, Dioses lunares, Pitris lunares, Pitris solares, Somapas, Vairâjas, etc.] (G.T. H.P.B.)