Carta de los Mahatmas No. 22
Esta es la Carta No. 26 en la numeración de Barker. Vea a continuación el Contexto y Trasfondo.
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Portada
Recibido en Simla, otoño de 1881. |
NOTAS:
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Página 1 - Traducción, imagen y notas
Memorándum confidencial de K.H. sobre la Vieja Dama. Me he enterado con pena del hecho de que la acostumbrada incoherencia de las explicaciones de ella —especialmente cuando está excitada— y de sus extrañas maneras la hacen, en opinión de ustedes, una transmisora muy inconveniente de nuestros mensajes. Sin embargo, amables hermanos, cuando hayan sabido la verdad, una vez que se les haya dicho que esta mente desequilibrada, la aparente incongruencia de sus discursos e ideas, su excitación nerviosa, en una palabra, todo lo que es tan propicio para trastornar los sentimientos de la gente sensata cuyas ideas sobre los modales y el recato se escandalizan por las extrañas explosiones de lo que consideran su mal carácter, y que tanto les subleva a ustedes, —cuando sepan que nada de eso es culpa de ella, tal vez se sientan inclinados a considerarla bajo una luz totalmente distinta. A pesar de que todavía no ha llegado el momento que les permita penetrar el secreto, y de que ustedes a duras penas están preparados para comprender el gran Misterio, aunque se les revele, debido a la gran injusticia y a la equivocada actuación, estoy facultado para permitirles obtener un vislumbre de lo que se oculta detrás del velo. Este carácter suyo está íntimamente relacionado con su entrenamiento oculto en el Tibet, y es debido a que se la envió a actuar sola en el mundo, a preparar gradualmente el camino para los demás. Después de casi un siglo de búsqueda infructuosa, nuestros jefes tuvieron que valerse de la única oportunidad para enviar un cuerpo europeo a tierra europea para servir de lazo de unión entre ese país y el nuestro. ¿No lo comprenden? Claro que no. Entonces, por favor, recuerden lo que ella intentó explicar, y que ustedes entendieron bastante bien, es decir, la realidad de los siete principios en el ser humano completo. Ahora bien, nadie, hombre o mujer, a menos que sea un iniciado del "quinto círculo", puede dejar los recintos de Bod-Las y regresar al mundo en su |
NOTAS:
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íntegra totalidad, si se me permite usar esta expresión. Uno, por lo menos, de sus siete satélites tiene que permanecer atrás por dos razones; la primera, para formar el lazo de conexión necesario, el hilo transmisor; la segunda, como la más completa garantía de que ciertas cosas no serán nunca divulgadas. Ella no es una excepción a la regla, y ustedes han visto otro ejemplo —un hombre altamente intelectual— que tuvo que dejar atrás una de sus envolturas y de ahí que se le considere como muy excéntrico. El comportamiento y la condición de las seis restantes dependen de las cualidades inherentes, de las peculiaridades psico-fisiológicas de la persona, especialmente de la idiosincrasia transmitida por lo que la ciencia moderna llama el "atavismo". Actuando de acuerdo con mis deseos, mi hermano M., si ustedes recuerdan, les hizo cierto ofrecimiento por medio de ella. No tenían más que aceptarlo y en la oportunidad que desearan hubieran tenido ustedes durante una hora o más al verdadero baitchooly para conversar con él, en vez del ser psicológicamente mutilado, con quien tienen que tratar ahora, por lo general. Lo de ayer fue un error suyo. No debieron haberla enviado a entregar el mensaje al señor Sinnett en el estado en que se encontraba. Pero hacerla responsable de su agitación puramente fisiológica y permitir que viera sus sonrisas despectivas, fue absolutamente pecaminoso. Perdónenme la franqueza, queridos señores y Hermanos míos. Sólo actúo de acuerdo con lo que ustedes solicitaron en su carta. Me tomé la molestia de "investigar el espíritu y el sentido" con que todo fue dicho y hecho en la habitación del señor Sinnett; y aunque no tenga derecho a "condenarles" ya que ignoraban el verdadero estado de las cosas, por otra parte no puedo sino desaprobar firmemente lo que, por más cortés que fuera en apariencia, con todo, aún en circunstancias totalmente normales, 185 hubiera sido una CRUELDAD. ¡Buss! |
NOTAS: |
Contexto y Trasfondo
Descripción física de la carta
El original está en la Biblioteca Británica, Folio 2. Según George Linton y Virginia Hanson, la carta fue escrita:
En tinta azul brillante en ambos lados de una hoja de papel blanco de tamaño completo, con una letra cursiva regular, fuerte y cuidadosamente formada.[2]