Filosofía Esotérica
Filosofía Esotérica es una frase que se utiliza con frecuencia en la literatura teosófica para referirse a un conjunto de conocimientos sobre el cosmos, lo divino y el ser humano, y que no tiene en cuenta sólo su aspecto visible sino, de forma más predominante, su dimensión invisible, metafísica o espiritual. Así, la filosofía esotérica presenta a menudo una síntesis de ciencia, religión y filosofía. Aunque algunos principios de esta filosofía se han hecho públicos, sus enseñanzas reales sólo las conocen los iniciados.
Descripción general
A finales del siglo XIX, algunos científicos afirmaban estar a punto de poder explicar todo lo que hay en el universo en términos de un modelo mecanicista; lo que implicaba que no hay lugar ni necesidad de lo espiritual en un universo que funciona automáticamente como una máquina precisa. La religión dogmática, que enfatiza la creencia ciega, no pudo ofrecer respuestas sólidas a estos desafíos. Esto hizo que un número de personas intelectuales se volcaran hacia el ateísmo y el materialismo. En relación con esto, H. P. Blavatsky escribió:
La filosofía esotérica es la única que está preparada para resistir, en esta era de materialismo craso e ilógico, los repetidos ataques a todo lo que el hombre considera más querido y sagrado en su vida espiritual interior. El verdadero filósofo, el estudiante de la Sabiduría Esotérica, pierde completamente de vista las personalidades, las creencias dogmáticas y las religiones especiales. Además, la filosofía esotérica reconcilia todas las religiones, despoja a cada una de sus vestiduras humanas externas y muestra que la raíz de cada una es idéntica a la de todas las demás grandes religiones.[1]
Según la Sra. Blavatsky, la filosofía esotérica es una forma de "idealismo objetivo", cuya visión metafísica Platón es considerada como uno de los primeros representantes en Occidente. Esta visión es diferente del idealismo subjetivo de, por ejemplo, George Berkeley, el filósofo anglo-irlandés que postuló que no existen objetos reales, sino solo mentes y contenidos mentales. El idealismo objetivo, si bien acepta que, en última instancia, todo lo que percibimos es una "ilusión", sigue considerando "objetiva" la relación entre diferentes entidades, que en sí mismas son ilusorias:
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, La Doctrina Secreta vol. Yo, (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1993), xx.