Huevo
Huevo
Huevo áureo.- Llamado también “Huevo luminoso” o “Envoltura áurea”. –Es una especie de aura magnética, sutilísima, invisible, de forma ovalada, en la cual está envuelto cada hombre, y que es la emanación directa: 1) del Rayo âtmico en su triple aspecto de creador, conservador y destructor (o regenerador), y 2) del Buddhi-Manas. El séptimo aspecto de esta Aura individual es la facultad de asumir la forma del cuerpo y convertirse en el “Radiante”, el luminoso Augoeides. (Véase esta palabra). En el momento de la muerte, el Cuerpo áureo se asimila a la esencia del Buddhi y del Manas, y viene a ser el vehículo de estos principios espirituales, que no son objetivos, y recibiendo de lo alto la plena radiación de Âtman, asciende como Manas Taijasi el estado devachánico. (Doctr. Secr., III, 445-446). Por el hecho de reflejar todos los pensamientos, palabras y acciones del hombre, el Huevo áureo es el conservador de cada registro Kármico, y asimismo es el almacén de todos los poderes humanos, buenos o malos, recibiendo y distribuyendo a voluntad –o mejor dicho, con el solo pensamiento- todas las potencialidades, que se convierten al punto en potencias en actividad. El Huevo áureo contiene al hombre divino y al hombre físico, y está directamente relacionado con ambos. Esta Aura es el espejo en el cual los sensitivos y clarividentes perciben al verdadero hombre, y le ven tal como es, no como parece ser. (Id., III, 495). Es designado con varios nombres: es el Sûtrâtmâ, o hilo argentino que se encarna desde el principio hasta el fin del manvantara recogiendo el aroma espiritual de cada personalidad. Suministra al hombre su forma astral, en la que se modela la entidad física, ya como feto, o ya como niño u hombre, y es también el material de que forma el Adepto sus cuerpos astrales. (Id., III, 446). (G.T. H.P.B.)