Carta de los Mahatmas No. 62

De Teosofia Wiki
Revisión del 16:20 2 nov 2022 de Alejandro Daniele (discusión | contribs.) (Página creada con «{{raw:en:Col-begin|width=98%}} {{raw:en:Col-break|width=55%}} Esta es la '''Carta N.° 62''' en Las Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett (libro)| ''Las Cartas de los Ma...»)
(difs.) ← Revisión anterior | Revisión actual (difs.) | Revisión siguiente → (difs.)
Ir a la navegación Ir a la búsqueda

Esta es la Carta N.° 62 en Las Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett, 4.ª edición cronológica (en inglés). Corresponde a la Carta N.° 18 en la numeración de Barker. Es una continuación de la CM61 y continúa en la CM63. Ver a continuación contexto y antecedentes




< Previa carta cronol.  Próxima carta cronol. >  
< Previa carta Barker  Próxima carta Barker >

Datos Rápidos
Personas vinculadas
Escrita por: Koot Hoomi
Recibida por: A. P. Sinnett
Enviada vía: se desconoce
Fechas
Escrita: se desconoce
Recibida: junio de 1882.
Otras fechas: se desconoce
Lugares
Enviada desde: se desconoce
Recibida en: Simla, India
Vía: se desconoce

Portada

Recibida [en] Simla, junio de 1882

Cadena manvantárica.

62-0_Cover_sheet_6245_thm.jpg

NOTAS:

Página 1 - traducción, imagen y notas



APÉNDICE (I) Cada Individualidad Espiritual tiene que realizar un gigantesco viaje evolutivo, lograr un tremendo avance giratorio. Primero: en el comienzo mismo de la gran rotación Mahamanvantárica, del primero al último de los planetas gestadores de hombres, ya que en cada uno de ellos, la mónada tiene que pasar a través de siete razas humanas sucesivas. Desde la progenie muda del mono (este último muy distinto a los especímenes que ahora se conocen) hasta la actual quinta raza, o más bien variedad, y a través de dos razas más, antes de completar esta Tierra solamente; y luego al siguiente, cada vez más elevado... Pero limitaremos nuestra atención sólo a éste. Cada una de las siete razas envía siete ramificaciones de la Rama Madre: y a través de cada una de estas a su vez el hombre tiene que evolucionar antes de pasar a la siguiente raza superior; y eso, siete veces. Bueno abra usted bien los ojos, buen amigo, y siéntase desconcertado, esto es así. Las ramificaciones tipifican diversos especímenes de la humanidad —física y espiritualmente— y ninguno de nosotros puede omitir un solo peldaño de la escalera. Con todo eso no hay reencarnación tal como la enseña la vidente de Londres, la señora AK, ya que los intervalos entre los renacimientos son inmensurablemente largos para permitir cualquier idea tan fantástica. Por favor, tenga en cuenta, que cuando digo "hombre", me refiero a un ser humano de nuestro tipo. Existen otras innumerables cadenas manvantáricas de


62-1_6246_thm.jpg

NOTAS:

  • La Sra. AK probablemente se refiere a Anna Bonus Kingsford
  • Rama Madre, en inglés Parent Branch, además traduce Rama Padre-Madre.

Página 2

globos gestadores de seres inteligentes —tanto dentro como fuera de nuestro sistema solar— las coronas o ápices del ser evolutivo en sus respectivas cadenas, algunos —física e intelectualmente— inferiores, otros inconmensurablemente más elevados que el hombre de nuestra cadena. Pero más allá de mencionarlos no hablaremos de ellos en este momento. A través de cada raza entonces, el hombre tiene que pasar haciendo siete entradas y salidas sucesivas y desarrollando el intelecto en grados de lo más bajo a lo más alto sucesivamente. En resumen, el ciclo terrestre con sus anillos y subanillos es la contraparte exacta del Gran Ciclo, sólo que en miniatura. Tenga en cuenta de nuevo, que los intervalos incluso entre estas "reencarnaciones raciales" especiales son enormes, ya que incluso el más torpe de los bosquimanos africanos tiene que cosechar la recompensa de su Karma, al igual que su hermano Bushman que puede ser seis veces más inteligente.

Los etnógrafos y antropólogos harían bien en tener siempre presente esta, ley septenaria invariable que se extiende por todas las obras de la naturaleza. Desde Cuvier —el difunto gran maestro de la teología protestante, cuyo cerebro atiborrado de Biblia lo hizo dividir a la humanidad en tres variedades distintas de razas— hasta Blumenbach, que las dividió en cinco, todos estaban equivocados. Solo Pritchard, quien proféticamente sugirió siete se acerca al número correcto. Leí en el Pioneer del 12 de junio que me envió HPB una carta sobre la Teoría del Mono de APW que


62-2_6247_thm.jpg

NOTAS:

  • Georges Cuvier (1769-1832) fue un naturalista y zoólogo francés, figura importante en las ciencias naturales y decisivo en el establecimiento de los campos de la anatomía comparativa y la paleontología. Criticó la teoría evolutiva y creyó que había tres razas: 1) la caucásica (blanca), la raza original a la que pertenecían Adán y Eva; 2) la mongol (amarilla); y 3) la etíope (negra). Estos últimas se derivaban de la caucásica.
  • Blumenbach fue Johann Friedrich Blumenbach (1752-1840), un médico, naturalista y fisiólogo alemán, que ideó una clasificación antropológica de razas basada en su investigación sobre los cráneos.
  • Pritchard fue James Cowles Prichard (1786-1848), médico y etnólogo inglés que escribió un estudio masivo de la historia física de la humanidad.

Página 3

contiene una excelente exposición de la hipótesis darwiniana. El último párrafo de la página 6 de la columna 1 se consideraría —salvo algunos errores— como una revelación en un milenio más o menos, si se la preservara. Leyendo los nueve renglones desde el renglón 21 (contando desde abajo) usted cuenta con un hecho cuya prueba pocos naturalistas están dispuestos a aceptar. Con las razas quinta, sexta y séptima de la Quinta Ronda —cada una de las razas sucesoras al evolucionar y mantener el ritmo, por así decirlo con las rondas del "Gran Ciclo"— y la quinta raza de la quinta ronda, al tener que exhibir una perceptible diferenciación física e intelectual así como moral hacia su cuarta "raza" o "encarnación terrenal" tiene usted razón al decir que un "tremendo avance se logrará cuando la gente de la quinta ronda llegue a su séptima encarnación".


62-3_6248_thm.jpg

NOTAS:

Página 4

(II) Ni la riqueza ni la pobreza, ni el nacimiento de alta alcurnia o de baja condición influye de alguna manera sobre ello, ya que todo esto es el resultado del Karma de ellos. Tampoco tiene —lo que ustedes llaman— civilización mucho que ver con el progreso. Es el hombre interior, la espiritualidad, la iluminación del cerebro físico por la luz de la inteligencia espiritual o divina lo que es la prueba. Los australianos, los esquimales, los bosquimanos, los veddahs, etc., son todos ramificaciones lateral de esa Rama que ustedes llaman "cavernícolas": la tercera raza (según la Ciencia, la segunda) que evolucionó en el globo. ¿Son los remanentes de los cavernícolas del séptimo anillo, remanentes "que han dejado de crecer y son las formas de vida paralizadas condenadas a la decadencia final en la lucha de la existencia" en las palabras de su corresponsal?



62-4_6249_thm.jpg

NOTAS:

  • Veddahs se refiere a un pueblo indígena de Sri Lanka.