Carta de los Mahatmas No. 70a
Esta es la Carta N.° 70a en Las Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett, 4.ª edición cronológica (en inglés). Corresponde a la Carta N.° 20a en la numeración de Barker. Ver a continuación contexto y antecedentes
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Notas mías a la V[ieja] D[ama] con referencia a: La naturaleza rechaza a los tibios Agosto de 1882.
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Página 1 - traducción, imagen y notas
Al hablar de los Fragmentos N.° III de los cuales recibirá pruebas pronto, dije que estaba lejos de ser satisfactorio aunque yo había hecho todo lo posible. Era necesario impulsar la doctrina de la Sociedad hacia otra etapa, para abrir gradualmente los ojos de los espiritistas, por lo que presenté como el asunto más apremiante el punto de vista del Suicidio, etc. dado en su última carta a S. Bueno es esto lo que me parece más insatisfactorio y conducirá a una serie de preguntas a las que me sentiré desconcertado de responder. Nuestra primera doctrina es que la mayoría de los fenómenos objetivos se debían
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Pero como un desarrollo adicional admitimos que hay algunos espíritus, es decir, los principios quinto y cuarto no completamente separados de su sexto y séptimo, que también pueden ser potentes en la sala de sesiones. Estos son los espíritus de suicidas y las víctimas de accidentes o violencia. Aquí la doctrina es que cada oleada particular de vida debe continuar su carrera hacia su ribera señalada y, a excepción de los muy buenos, que todos los espíritus prematuramente divorciados de los principios inferiores, deben permanecer en la Tierra, hasta que suene la hora predestinada de lo que habría sido la muerte
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natural. Ahora todo esto está muy bien pero siendo así, está claro que en oposición a nuestra doctrina anterior, los cascarones deben ser pocos y los espíritus muchos (1) Pues ¿qué diferencia puede haber para tomar el caso de los suicidas, ya sean conscientes o inconscientes, ya sea que el hombre se vuele los sesos, o que muera por exceso de alcohol o de mujeres, o se mate por exceso de estudio? En cada caso, igualmente, se anticipa la hora natural normal de la muerte y el resultado es un espíritu y no un cascarón, o, de nuevo ¿qué diferencia hay si un hombre es ahorcado por asesinato, muerto en batalla, en un tren o en una explosión de pólvora, o ahogado o quemado, o derribado por el cólera o la peste, o el paludismo
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o cualquiera de las otras mil y una enfermedades epidémicas cuyos gérmenes no estaban ab initio, en su constitución, sino que se introdujeron en ella como consecuencia de haber visitado una localidad en particular o pasado por una experiencia determinada, las cuales podría haber evitado? Igualmente en todos los casos se anticipa la hora normal de la muerte y el resultado es un espíritu en lugar de un cascarón. En Inglaterra se calcula que ni el 15% de la población llega a su periodo normal de muerte — y con las fiebres y las hambrunas y sus secuelas, me temo que el porcentaje no es mucho mayor incluso aquí — donde las personas son en su mayoría vegetarianas y por regla general viven en condiciones sanitarias menos adversas. Entonces, la gran mayoría de todos los fenómenos físicos de los espi-
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-ritistas aparentemente deberían atribuirse a estos espíritus y no a los cascarones. Me encantaría tener más información sobre este punto. (2)
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enseña) y no es razonable suponer que sean cascarones o malos espíritus. Pero usted no nos ha dejado ninguna salida para un gran número de espíritus puros y elevados, y hasta que toda la teoría se exponga adecuadamente y se dé el debido lugar a estos que a mí me parecen un hecho completamente bien establecido, nunca se ganará usted a los espiritistas. Me atrevo a decir que es la vieja historia, solo se nos dice una parte de la verdad y el resto se reserva, si es así, es como cortarle el cuello a la Sociedad. Es mejor no decirle nada al mundo exterior, que decirles medias verdades ya que lo incompleto lo detectan de inmediato y el resultado es un rechazo despectivo de lo que es la verdad y aunque no puedan aceptarla en este estado fragmentario.(4) Atentamente, con afecto, A.O. Hume.
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