Carta de los Mahatmas No. 31

De Teosofia Wiki
Ir a la navegación Ir a la búsqueda

Esta es la carta número 40 en la numeración de Barker. Vea a continuación el Contexto y Trasfondo.

< Previa carta cronol.  Próxima carta cronol. >  
< Previa carta Barker  Próxima carta Barker >

Datos Rápidos
Personas vinculadas
Escrita por: Morya
Recibida por: A. P. Sinnett
Enviada vía: no por H.P. Blavatsky
Fechas
Escrita: fecha desconocida
Recibida: en noviembre de 1881. Ver abajo
Otras fechas: ninguna
Lugares
Enviada desde: desconocido
Recibida en: Allahabad, India
Vía: ninguna

Página 1 - Traducción, imagen y notas

Recibida hacia febrero de 1882 A su primera —hay poco que contestar: "¿Puede usted hacer algo para ayudar a la Sociedad?" ¿Quiere que le hable con franqueza? Pues bien, le digo: No; ni usted ni el mismo Señor Sang- gias podría seguir ayudándola —mientras la dudosa posición de los Fundadores no quede perfecta e innegablemente despejada: posición debida a una cruel intención y a una intriga sistemática. Esta es la situación tal como la encontré cuando los jefes me lo ordenaron. Observe los periódicos —en todos, excepto en dos o tres, la "querida vieja dama" es ridiculizada, cuando no absolutamente calumniada, y Olcott es atacado por todas las jaurías de la prensa y de las misiones. Un folleto titulado "Teosofía" fue impreso y puesto en circulación por los cristianos de Tinevelly, el 23 de octubre, el día de la llegada de Olcott allí con los delegados buddhistas —un folleto que contiene el artículo de la Saturday Review y otro sucio y duro ataque de un periódico americano. Los G. y M. de Lahore apenas dejan pasar un día sin lanzar algún ataque, y otros periódicos los reproducen, etc. etc. Ustedes, los ingleses, tienen sus ideas —nosotros tenemos las nuestras sobre la cuestión. Si usted se guarda el pañuelo limpio en el bolsillo y arroja solamente el sucio entre la multitud —¿quién lo recogerá? Basta. Debemos tener paciencia y, mientras tanto, hacer lo que podamos. Mi opinión es que si su Rattígan no es un completo villano, y al haber sido uno de sus periódicos el que arrojó y sigue arrojando diariamente el deshonor sobre una mujer inocente, debería ser el primero en sugerirle a usted la idea de traducir y publicar en el Pioneer las cartas de su tío (escritas a usted

31-1_6661_thm.jpg

NOTAS:

Página 2

y a ella), con algunas palabras introductorias, diciendo que, de un momento a otro, y de manos del Príncipe D., se está esperando una prueba oficial todavía más importante que pondrá punto final para siempre al enojoso asunto de la identidad de ella. Pero usted lo sabe mejor que yo. Esta idea puede hallar eco en usted, pero ¿será nunca considerada bajo esa luz por los demás? Suby Ram —un hombre verdaderamente bueno— sin embargo, está entregado a otro error. No a la voz de su gurú —sino a la suya propia. La voz de un alma pura, altruista y fervorosa, absorbida por un misticismo desorientado y mal dirigido. Agregúese a esto un desorden crónico en aquella parte del cerebro que corresponde a la visión clara, y el secreto se dice pronto: ese desorden fue desarrollado por visiones forzadas, por el hatha yog y el ascetismo prolongado. S. Ram es el adalid de los médiums y, al mismo tiempo, el principal agente magnético que esparce su enfermedad por contagio —inconscientemente por su parte; el que contagia con su visión a todos los demás discípulos. Existe una ley general de visión (física y mental o espiritual), pero hay una ley especial calificadora que demuestra que toda visión debe ser determinada por la calidad o grado del espíritu y el alma del hombre, y asimismo por la capacidad de transmitir a la conciencia diferentes calidades de ondas de luz astral. Sólo existe una ley general de vida, pero innumerables leyes califican y determinan miríadas de formas que se perciben y de sonidos que se oyen. Existen los que están voluntariamente ciegos y los que lo son involuntariamente. Los médiums

31-2_6662_thm.jpg

NOTAS:

Página 3

pertenecen a los primeros, los sensitivos a los últimos. De no ser regularmente iniciado o entrenado —por lo que respecta a la visión espiritual de las cosas y a las supuestas revelaciones hechas al hombre en todas las edades, desde Sócrates hasta Swedenborg y Fern— ningún vidente o clariaudiente instruido por sí mismo vio nunca ni oyó enteramente con exactitud. Ningún daño y sí mucha enseñanza puede venirle a usted adhiriéndose a su Sociedad. Siga, hasta que él le exija lo que usted se verá obligado a. rechazar. Aprenda y estudie. Usted tiene razón: ellos dicen y afirman que el Dios uno y único del Universo se encarnó en su gurú, y si una persona así existiera sería, ciertamente, más elevada que cualquier "planetario". Pero ellos son idólatras, amigo mío. Su gurú no fue un iniciado; sólo fue un hombre de una pureza de vida y unos poderes de resistencia extraordinarios. El nunca había consentido en abandonar sus ideas de un dios personal, e incluso de abandonar a los dioses, aunque se le sugirió más de una vez. Nació hindú ortodoxo, y murió como hindú auto-reformado, algo parecido a Keshub- Chunder-Sen, pero superior, más puro y sin ninguna ambición que pudiera empañar su alma luminosa. Muchos de nosotros hemos lamentado su auto-engaño, pero era demasiado bueno para ser presionado. Reúnase con ellos y aprenda —pero recuerde su sagrada promesa a K.H. 223 Dos meses más y él estará con nosotros. Pienso enviarla111 a usted. Creo que

31-3_6663_thm.jpg

NOTAS:

Página 4

usted podría persuadirla, pues yo no deseo ejercer mi autoridad en este caso. M.

31-4_6664_thm.jpg

NOTAS:

Contexto y Trasfondo

Descripción física de la carta

Notas