Carta de los Mahatmas No. 2

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Esta es la Carta N.° 2 en Las Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett, 4.ª edición cronológica (en inglés). Corresponde a la Carta N.° 2 en la numeración de Barker. Ver Contexto y antecedentes.

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Datos Rápidos
Personas vinculadas
Escrita por: Kuthumi
Recibida por: A. P. Sinnett
Enviada vía: H.P. Blavatsky
Fechas
Recibida: el 19 de octubre de 1880
Otras fechas: ninguna
Lugares
Enviada desde: algún lugar del valle de Cachemira
Recibida en: Simla, India
Vía: ninguna

Portada

Recibida en Simla, 19 de Octubre de 1880.

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NOTAS:

Pagina 1 Traducción, imagen y notas

Muy estimado Señor y Hermano:

Siempre habrá malentendidos en nuestra correspondencia hasta que haya quedado bien en claro que la ciencia oculta tiene sus propios métodos de investigación tan fijos y arbitrarios como lo son a su manera los métodos de su antítesis la ciencia física. Si esta última tiene sus dictámenes, también los tiene la primera; y quien desee cruzar los límites del mundo invisible no puede prescribir cómo procederá más que el viajero que trata de penetrar en los internos recovecos subterráneos de L'Hassa; la bendita, podría mostrarle el camino a su guía. Los misterios nunca fueron, nunca pueden ser, puestos al alcance del gran público, no, al menos, hasta ese anhelado día en el que nuestra filosofía religiosa se torne universal. En ningún momento más que una minoría apenas apreciable de hombres han poseído el secreto de la naturaleza, aunque las multitudes hayan sido testigos de las evidencias prácticas

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NOTAS:

  • L'Hassa es Lhasa, la capital del Tibet. Literalmente significa "lugar de los dioses."

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de la posibilidad de poseerlo. El adepto es la rara florescencia de una generación de investigadores; y para llegar a serlo, él debe obedecer el impulso interior de su alma sin reparar en las consideraciones prudenciales de la ciencia o la sagacidad mundanas. El deseo de usted es comunicarse con uno de nosotros directamente, sin la mediación de Mad. B o cualquier medio. Su idea sería, según entiendo, obtener tales comunicaciones ya sea por cartas, como la presente, o por palabras audibles para ser guiado por uno de nosotros en la gestión y principalmente en la instrucción de la sociedad. Usted busca todo esto y, sin embargo, como usted mismo dice, hasta ahora no ha encontrado "razones suficientes" para incluso renunciar a sus "modos de vida", directamente hostiles a tales modos de comunicación. Esto no es muy razonable. Aquel que desee enarbolar en lo alto el estandarte del misticismo y proclamar que su reino está al alcance de su mano, debe dar ejemplo a los demás. Él debe ser el primero en cambiar su modo de vida; y, considerando el estudio de los misterios ocultos como el peldaño superior en la escala

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NOTAS:

  • Medio, en inglés medium, también significa médium.

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del Conocimiento debe proclamarlo en voz alta a pesar de la ciencia exacta y la oposición de la sociedad. "El Reino de los Cielos se obtiene por la fuerza", dicen los místicos cristianos. Es sólo con una arma en la mano, y listo para conquistar o perecer que el místico moderno puede esperar alcanzar su objeto. Mi primera respuesta cubrió, creo, la mayoría de las preguntas contenidas en su segunda e incluso tercera carta. Habiendo expresado entonces allí mi opinión de que el mundo en general estaba inmaduro para cualquier prueba muy asombrosa de poder oculto, solo queda tratar con los individuos aislados, que buscan como usted penetrar detrás del velo de la materia dentro el mundo de las causas primarias, es decir, sólo tenemos que considerar ahora los casos de usted y el Sr. Hume. Este caballero además, me ha hecho el gran honor de dirigirse a mí por mi nombre, ofreciéndome algunas preguntas e indicando las condiciones bajo las cuales estaría dispuesto a trabajar seriamente para nosotros. Pero siendo los motivos y aspiraciones de ambos de carácter diametralmente opuesto, y


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NOTAS:

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por lo tanto, conducentes a distintos resultados debo responderle a cada uno de ustedes por separado. La primera y principal consideración para determinar si aceptamos o rechazamos su oferta radica en el motivo interno que lo impulsa a usted a procurar nuestras instrucciones y, en cierto sentido, nuestra guía. Esto último en todos los casos con reserva, según yo lo entiendo, y por lo tanto sigue siendo una cuestión independiente de cualquier otra cosa. ¿Ahora bien, cuáles son sus motivos? Puedo intentar definirlos en su aspecto general, dejando los detalles para una consideración posterior. Estos son: (1) El deseo de recibir pruebas positivas e irreprochables de que realmente existen fuerzas en la naturaleza de las que la ciencia no sabe nada; (2) La esperanza de apropiarse de estas algún día, cuanto antes mejor, ya que no le gusta esperar, para permitirse: (a) demostrar su existencia a unas pocas mentes occidentales elegidas; (b) contemplar la vida futura como una realidad objetiva construida sobre la roca del Conocimiento, no de la fe; y (c) finalmente aprender —el más importante es este, entre todos sus motivos, tal vez, aunque el

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NOTAS:

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más oculto y mejor guardado— toda la verdad sobre nuestras Logias y sobre nosotros mismos; tener, en definitiva, la certeza positiva de que los "Hermanos", de quienes todo el mundo oye tanto y ve tan poco, son entidades reales, no ficciones de un cerebro trastornado y alucinado. Estos, vistos de la mejor manera posible nos parecen sus "motivos" para dirigirse a mí. Y con el mismo espíritu los respondo, esperando que mi sinceridad no se interprete de manera incorrecta o se la atribuya a algo semejante a un espíritu hostil.

A nuestro juicio entonces, esos motivos, sinceros y dignos de toda consideración seria desde el punto de vista mundano, parecen, egoístas. (Usted sabrá disculparme lo que podría considerarse como crudeza en el lenguaje, si su deseo realmente es, el que usted profesa: aprender la verdad y recibir instrucción de nosotros, quienes pertenecemos a un mundo muy distinto de aquel en el que usted se mueve.) Son egoístas porque usted debe ser consciente de que el objeto principal de la S.T. no es tanto gratificar las aspiraciones individuales sino servir a nuestros semejantes: y el verdadero valor de este término "egoísta", que quizás le suene mal

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NOTAS:

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al oído, es peculiarmente significativo para nosotros como no puede serlo para usted; por lo tanto, y para empezar, no debe aceptarlo de otra manera, que en el sentido anterior. Quizás comprenderá mejor nuestro significado cuando le digamos que en nuestra opinión las más altas aspiraciones en pos del bienestar de la humanidad se tiñen de egoísmo si, en la mente del filántropo acecha la sombra del deseo de beneficio propio o una tendencia a cometer injusticias, incluso cuando estos existen inconscientemente para él. Sin embargo, siempre que usted ha discutido la idea de una Hermandad universal, ha sido para criticarla y cuestionar su utilidad, y aconsejar que se remodele la S.T. sobre el principio de una escuela para el estudio especial del ocultismo. Esto, mi respetado y estimado amigo y Hermano, ¡nunca funcionará! Habiendo finalizado con los "motivos personales", analicemos sus "términos" para ayudarnos a hacer el bien público. En general estos términos son: primero, se fundará una Sociedad Teosófica angloindia independiente


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NOTAS:

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a través de sus generosos servicios, en cuya gestión ninguno de nuestros actuales representantes tendrá voz; y segundo, uno de nosotros tomará el nuevo organismo "bajo su patrocinio", estará, "en comunicación libre y directa con los líderes", y les proporcionará "la prueba directa de que él realmente posee ese conocimiento superior de las fuerzas de la naturaleza y los atributos del alma humana que los inspirarán con la debida confianza en su liderazgo". He copiado sus propias palabras, para evitar imprecisiones al definir la posición.

Desde su punto de vista entonces, esos términos pueden parecer tan razonables que no provocan disenso; y, de hecho, la mayoría de sus compatriotas, si no de los europeos, podrían compartir esa opinión. ¿Qué, dirá usted, puede ser más razonable que pedirles a ese maestro (ansioso por divulgar sus conocimientos), y al alumno (que le ofrece hacerlo) que se pongan cara a cara y que uno le dé las pruebas experimentales al otro de que sus instrucciones eran correctas? Hombre de mundo, que vive


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NOTAS:

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en, y en total afinidad con este, sin duda tiene usted razón. Pero a los hombres de este otro mundo nuestro, poco versados en los modos de pensamiento del suyo, y que a veces encuentran muy difícil seguir y apreciar estos últimos, difícilmente se los puede culpar de no responder tan efusivamente a sus sugerencias como en su opinión estas se merecen. La primera y más importante de nuestras objeciones se encuentra en nuestro Reglamento. Es verdad, tenemos nuestras escuelas y maestros, nuestros neófitos y shaberones (adeptos superiores), y la puerta siempre está abierta al hombre indicado que llama. Y, nosotros invariablemente damos la bienvenida al recién llegado; solo que, en lugar de acercarnos a él, él tiene que venir a nosotros. Más que eso: a menos que él haya alcanzado ese punto en el sendero del ocultismo del cual es imposible regresar, por haberse comprometido irrevocablemente a nuestra asociación, nosotros nunca, excepto en casos de extrema importancia, lo visitamos o incluso cruzamos el umbral de su puerta en apariencia visible.

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NOTAS:

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¿Hay alguno de ustedes tan ansioso por el conocimiento y los poderes benéficos que este confiere como para estar dispuesto a dejar su mundo y venir hacia el nuestro? Entonces que venga; pero él no debe pensar en regresar hasta que los misterios le hayan sellado los labios incluso contra la probabilidad de sus propias debilidades o indiscreción. Que venga por supuesto, como el alumno al maestro, y sin condiciones; o que espere, como lo han hecho tantos otros, y que se satisfaga con las migajas de conocimiento que puedan caer en su camino.

Y suponiendo que de ese modo usted viniera —como ya lo han hecho dos de sus propios compatriotas— como lo hizo Mad. B., y lo hará el Sr. O.; suponiendo que usted abandonara todo por la verdad; trabajara incansablemente durante años a lo largo del duro y empinado camino, sin dejarse intimidar por los obstáculos, firme ante toda tentación; guardara fielmente en su corazón los secretos que se le confían como prueba; hubiese trabajado con toda su energía y desinteresadamente para difundir la verdad e instar a los hombres a

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NOTAS:

  • Dos de sus propios compatriotas... Según Boris de Zirkoff uno de estos dos ingleses pudo haber sido el capitán Seymour, "un hombre rico y bien educado, que adoptó el credo brahmánico y se convirtió en un yogui". [1]

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a que piensen y vivan con rectitud, ¿consideraría justo si, después de todos sus esfuerzos, le concediéramos a Mad. B. o al Sr. O. como "externos", los términos que ahora piden para ustedes? De estas dos personas, una ya nos ha entregado las tres cuartas partes de una vida, el otro seis años de la plenitud de su madurez, y ambos trabajarán hasta el fin de sus días. Aunque siempre trabajan por una merecida recompensa, sin embargo nunca la exigen, ni murmuran cuando están decepcionados. Aunque respectivamente podrían lograr mucho menos de lo que logran, ¿no sería una injusticia manifiesta ignorarlos como se propone en un campo importante del esfuerzo teosófico? La ingratitud no es uno de nuestros defectos, ni imaginamos que usted desearía aconsejarla. . . Ninguno de ellos tiene la menor inclinación a interferir con la gestión de la proyectada Rama angloindia, ni a imponerse a sus directivos. Pero, la nueva sociedad, si es que alguna vez se forma, debe (aunque tenga un


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NOTAS:

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título distintivo propio) ser, de hecho, una Rama del organismo Madre como lo es la Sociedad Teosófica británica de Londres, y contribuir a su vitalidad y utilidad promoviendo su idea principal de una Hermandad Universal, y de otras formas practicables.

Por muy mala que haya sido la presentación de los fenómenos, sin embargo ha habido, como usted mismo admite, algunos que son irreprochables. Los "golpecitos en la mesa cuando nadie la toca" y los "sonidos de campana en el aire", se han, dice usted "siempre considerado satisfactorios", etc., etc. De aquí, usted concluye que unos buenos “fenómenos de prueba” quizás puedan fácilmente multiplicarse ad infinitum". Sí que pueden, en cualquier lugar donde se brinden constantemente nuestras condiciones magnéticas y de otro tipo; y donde no tengamos que actuar con y a través de un cuerpo femenino debilitado en el que, como diríamos, ruge un ciclón vital la mayor parte del tiempo. Pero, por imperfecta que sea nuestra agente visible, y a menudo es muy insatisfactoria e imperfecta, sin embargo, es la mejor disponible en este momento,

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NOTAS:

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y sus fenómenos han durante aproximadamente medio siglo asombrado y desconcertado a algunas de las mentes más inteligentes de la época. Aunque desconocemos la "etiqueta periodística" y los requisitos de la ciencia física, todavía tenemos una intuición de los efectos de las causas. Dado que no ha escrito nada sobre los mismos fenómenos que usted correctamente considera como tan convincentes tenemos derecho a inferir que podría desperdiciarse gran cantidad de preciada energía sin mayores resultados. En sí mismo el asunto del "broche" es, a los ojos del mundo, completamente inútil, y el tiempo me dará la razón. Su generosa intención ha fracasado por completo. Para concluir: estamos dispuestos a continuar con esta correspondencia si le satisface el punto de vista que se ha expuesto anteriormente sobre el estudio de lo oculto. Por las difíciles experiencias descritas, ha pasado cada uno de nosotros, sea cual fuere su país o raza. Mientras tanto, esperando lo mejor, atentamente como siempre

Koot' Hoomi Lal Sing.

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NOTAS:

  • El asunto del "broche" se refiere al fenómeno que tuvo lugar el 3 de Octubre de 1880, en una cena organizada por la Señora y el Señor Hume en su casa.
  • energía, en inglés, power, además traduce, fuerza, potencia.

Contexto y antecedentes

La primera carta recibida del Mahatma K.H. fue escrita desde el Monasterio Toling, a una distancia relativamente corta de la frontera en el Tíbet. Cuando se escribió la segunda (o se precipitó), el Mahatma había dejado el Monasterio de Toling y estaba en algún lugar del Valle de Cachemira para ir a consultar con el Mahachohan acerca de una carta que había recibido de A.O. Hume.

Como explica Sinnett en El mundo oculto (90-91), Hume había leído la primera carta del Mahatma y, entusiasmado con las posibilidades de tal correspondencia, decidió escribirle él mismo a K.H. En esa carta se ofreció a renunciar a todo y recluirse si tan solo pudiera ser entrenado en ocultismo para poder regresar al mundo y demostrar sus realidades. 1

Después de recibir la primera carta del Mahatma, el Sr. Sinnett le escribió de nuevo, y dijo que, en efecto, la mente europea era menos obstinada de lo que K.H. había señalado, y estableció algunos de los "términos" bajo los cuales estaría dispuesto a trabajar para la causa de los Maestros. También hizo una sugerencia, que él y Hume. habían ideado, de que se formara una rama separada de la Sociedad Teosófica, que se llamaría Rama Angloindia, que no estaría sujeta de ninguna manera a H.P.B. y al Coronel Olcott, sino que estaría conectada directamente con la Hermandad, y los Mahatmas darían sus instrucciones y enseñanzas directamente a los miembros de la rama. Parece que Hume también, en su carta al Mahatma, había abogado en favor de esta sugerencia.

Recibida en Simla, 19 de octubre de 1880.

Descripción física de la carta

La carta original está en el Folio 1 de la Biblioteca Británica. Según George Linton y Virginia Hanson, la carta era:

Similar en apariencia a la CM-1 y con la misma tinta negra mate. En 6 hojas de papel blanco de tamaño estándar, en ambas caras. Además, como en la CM-1, la firma está en una escritura algo diferente del texto y con tinta un poco más oscura. Tiene un tinte de rojo en algunas partes. Además, la firma varía un poco de la anterior en que las últimas tres partes están unidas y la "h" al final es ilegible o falta. Hay tres puntos en forma de triángulo debajo de la firma. [2]

Historial de publicaciones

Comentario sobre esta carta

Notas

  1. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. III (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1995), 152.
  2. George E. Linton and Virginia Hanson, eds., Readers Guide to The Mahatma Letters to A. P. Sinnett (Adyar, Chennai, India: Theosophical Publishing House, 1972), 37-38.


Recursos adicionales