Muerte

De Teosofia Wiki
Ir a la navegación Ir a la búsqueda

Muerte, en el punto de vista Teosófico, es el proceso por el cual los tres principios inferiores (el cuerpo físico, linga sharira, y prana) quedan atrás antes de que la conciencia entre en los [Vida después de la Muerte|procesos post-mortem]]. En las palabras del Mahatma K. H.:

Cuando el hombre muere, sus principios segundo y tercero mueren con el; la triada inferior desaparece, y los principios cuarto, quinto, sexto y séptimo forman el Cuaternario sobreviviente.[1]

Actitud Teosófica

En la literatura Teosófica la muerte se ve como un proceso natural, siendo parte de un ciclo de reencarnación. La vida después de la muerte es considerada como más real que la vida física, especialmente en el caso de gente espiritual. Mme. Blavatsky escribió:

Felices aquellos de sus guerreros para quienes la Muerte es considerada una madre tierna y misericordiosa. Mece a sus hijos enfermos en un dulce sueño sobre su pecho frío y suave, pero para despertarlos un momento después, curados de todos los males, felices y con una recompensa diez veces mayor por cada suspiro o lágrima amarga. El olvido post mortem de todo mal –hasta el más pequeño– es la característica más dichosa del “paraíso” en el que creemos. Sí: el olvido del dolor y la tristeza y sólo el recuerdo vívido, más aún, una vez más, la vivencia de cada momento feliz de nuestro drama terrestre; y, si tal momento nunca ocurrió en la triste vida de uno, entonces, la gloriosa realización de cada deseo legítimo, bien ganado, pero insatisfecho que alguna vez tuvimos, tan verdadera como la vida misma e intensificada setenta y siete veces siete veces.[2]

Revisión cercana a la muerte

Cuando la muerte se acerca, comienza a producirse een muchos casos un cambio de conciencia. Mme. Blavatsky escribió:

While physical memory in a healthy living man is often obscured, one fact crowding out another weaker one, at the moment of the great change that man calls death - that which we call "memory" seems to return to us in all its vigour and freshness.[3]

Through our "soul" it is then that we see, clearer and still clearer, as we approach the end; and it is through the throbs of dissolution that horizons of vaster, profounder knowledge are drawn on, bursting upon our mental vision, and becoming with every hour plainer to our inner eye. Otherwise, how account for those bright flashes of memory, for the prophetic insight that comes as often to the enfeebled grandsire, as to the youth who is passing away? The Nearer some approach death, the brighter becomes their long lost memory and the more correct the pre-visions. The unfoldment of the inner faculties increases as life-blood become more stagnant.[4]

Before the connection between the linga sharira and the physical body is severed there is a full review of the life just lived, where consciousness watches the whole of his past life in a completely objective way:

  1. Vicente Hao Chin, Jr., Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett en secuencia cronológica No. 68 (Quezon City: Editorial Teosófica, 1993), 192-193.
  2. Helena Petrovna Blavatsky, Escritos completos, vol. XII (Wheaton, IL: Editorial Teeosófica, 1980), 71.
  3. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. XI (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1973), 452.
  4. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. VI (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1989), 347.