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== '''Herbert Spencer''' ==
'''Herbert Spencer''' (27 de abril de 1820 – 08 de diciembre de 1903) fue un filósofo inglés, biólogo, antropólogo, sociólogo y teórico político liberal clásico prominente de la época victoriana.
Spencer desarrolló una concepción abarcadora de la evolución como el desarrollo progresivo del mundo físico, organismos biológicos, la mente humana y cultura humana y las sociedades. Él era "un entusiasta exponente de la evolución" y hasta "escribió acerca de la evolución antes de Darwin." [1] como un erudito, él contribuyó a una amplia gama de temas como ética, religión, Antropología, economía, teoría política, filosofía, literatura, astronomía, biología, sociología y psicología. Durante su vida logró una tremenda autoridad, principalmente en el ámbito académico de habla inglesa. "El solo filósofo inglés haber alcanzado nada parecido a tal popularidad generalizada fue Bertrand Russell y que fue en el siglo XX". [2] Spencer era "el único intelectual europeo más famoso en las décadas de cierre del siglo XIX" [3] [4] pero su influencia declinó agudamente después de 1900: "¿quién ahora lee Spencer?" preguntó Parsons de Talcott en 1937. [5]
Spencer es conocido por la expresión "supervivencia del más apto", que él acuñó en principios de Biología (1864), después de la lectura el origen de las especies de Darwin. [6] este término sugiere fuertemente la selección natural, sin embargo, como Spencer extendió evolución en reinos de la sociología y la ética, también hizo uso de Lamarckism. [1]
Spencer nació en Derby, Inglaterra, el 27 de abril de 1820, hijo de William George Spencer (generalmente llamado George). El padre de Spencer era un disidente religioso que deriva del metodismo a Cuaquerismo, y que parece haber transmitido a su hijo una oposición a todas las formas de autoridad. Él funcionó una escuela fundada en la progresiva enseñanza métodos de Johann Heinrich Pestalozzi y también se desempeñó como Secretario de la sociedad filosófica de Derby, una sociedad científica que había sido fundada en la década de 1790 por Erasmus Darwin, abuelo de Charles Darwin.
Spencer fue educado en la ciencia empírica por su padre, mientras que los miembros de la sociedad filosófica de Derby le introdujeron conceptos pre-darwinianos de la evolución biológica, particularmente los de Erasmus Darwin y Jean-Baptiste Lamarck. Su tío, el Reverendo Thomas Spencer, [7] Vicario de Hinton Charterhouse cerca de Bath, completó la educación formal limitada de Spencer enseñándole algunas matemáticas y física y suficiente latín para traducir algunos textos fáciles. Thomas Spencer también imprime en su sobrino su propia firma de comercio libre y opiniones políticas anti-estadísticas. Por otro lado, Spencer fue un autodidacta que adquirió la mayor parte de su conocimiento de lecturas sumamente enfocadas en tema y conversaciones con sus amigos y conocidos. [8]
Como un adolescente y un joven Spencer es difícil de colocar a cualquier disciplina intelectual o profesional. Trabajó como ingeniero civil durante el auge del ferrocarril de la última década de 1830, mientras también dedicó mucho de su tiempo a escribir para revistas provinciales que estaban en su religión inconformista y en su política radical. De 1848 a 1853 trabajó como subeditor de la revista The Economist, tiempo durante el cual publicó su primer libro, Social Statics (1851), que predijo que la humanidad llegaría a ser completamente adaptada a las exigencias de la vida en sociedad con la consecuente extinción del estado del libre comercio.
Su editor, John Chapman, introdujo Spencer a su salón al que asistieron muchos de los principales pensadores radicales y progresistas de la capital, entre ellos John Stuart Mill, Harriet Martineau, George Henry Lewis y Mary Ann Evans (George Eliot), con quien estuvo brevemente vinculado románticamente. Spencer presentó al biólogo Huxley, que ganaría más adelante fama como 'Bulldog de Darwin' y que seguía siendo su amigo de toda la vida. Sin embargo fue la amistad de Evans y Lewis que lo contactó con el sistema de lógica de John Stuart Mill y el positivismo de Auguste Comte y que lo puso en el camino de su vida. Él discrepó fuertemente con Comte. [9]
El primer fruto de su amistad con Evans y Lewis fue el segundo libro de Spencer, principios de psicología, publicado en 1855, que exploraron una base fisiológica para la psicología. El libro fue fundado en la suposición fundamental de que la mente humana estaba sujeta a leyes naturales y que puede descubrirse en el marco de la biología general. Esto permitió la adopción de una perspectiva de desarrollo no sólo en términos de individuo (como en la psicología tradicional), sino también de la especie y la raza. A través de este paradigma, Spencer intentó reconciliar la psicología asociacionista de la lógica de Mill, la noción que la mente humana fue construida de sensaciones atómicas por las leyes de la Asociación de ideas, con la aparentemente más 'científica' teoría de la frenología, que se encuentra las funciones mentales específicas en partes específicas del cerebro. [10]
Retrato de Spencer
Spencer sostuvo que ambas teorías eran cuentas parciales de la verdad: repetidas asociaciones de ideas fueron incorporadas en la formación de filamentos específicos del tejido de cerebro, y estos podrían pasarse de una generación a la siguiente mediante el mecanismo de Lamarck de la herencia entonces en uso. La psicología, él creyó, haría para la mente humana lo que hizo Isaac Newton para la materia. [11] sin embargo, el libro no tuvo éxito y la última de las 251 copias de su primera edición no fue vendida hasta junio de 1861.
El interés de Spencer en psicología se deriva de una preocupación más fundamental que era establecer la universalidad de la ley natural. [12] en común con otros de  su generación, incluyendo a los miembros del salón de Chapman, fue poseído por la idea de probar que era posible demostrar que todo en el universo – incluyendo la moral, el lenguaje y la cultura humana – podría ser explicado por leyes de validez universal. Esto estaba en contraste con las opiniones de muchos teólogos de la época, que insistieron en que algunas partes de la creación, en particular, el alma humana, estaban más allá del Reino de la investigación científica. El Système de Philosophie Positive de Comte había sido escrito con la ambición de demostrar la universalidad de la ley natural, y Spencer era seguidor de Comte en la escala de su ambición. Sin embargo, Spencer diferenció de Comte al creer que era posible descubrir una sola ley de aplicación universal que él identificó con el desarrollo progresivo y era llamada el principio de la evolución.
En 1858 Spencer produjo un esbozo de lo que iba a convertirse en el sistema de filosofía sintética. Esta empresa inmensa, que tiene pocos paralelos en la lengua inglesa, destinadas a demostrar que aplica el principio de la evolución en biología, psicología, Sociología (Spencer se había apropiado el término de Comte de la nueva disciplina) y la moral. Spencer prevé que esta obra de diez volúmenes tomaría veinte años para completarse; al final le tomó dos veces ese estimado y consume casi todo el resto de su larga vida.
A pesar de las tempranas luchas de Spencer para establecerse como escritor, por la década de 1870 se había convertido en el más famoso filósofo de la época. [13] sus trabajos fueron leídos durante su vida y fue en 1869 que fue capaz de apoyarse únicamente en el beneficio de ventas de libros y sobre la renta de sus contribuciones regulares a revistas victorianas que fueron recogidas como tres volúmenes de ensayos. Sus obras fueron traducidas en alemán, Italiano, español, Francés, Ruso, Japonés y chino y en muchos otros idiomas y le ofrecieron honores y premios por toda Europa y América del norte. También se convirtió en miembro de Ateneo, un exclusivo Club de caballeros en Londres abierto sólo a los distinguidos en las artes y las Ciencias, y del X Club, un club comedor de nueve fundado por T.H. Huxley que se reunía cada mes e incluía algunos de los pensadores más destacados de la época victoriana (tres de los cuales se convertirían en Presidentes de la Royal Society).


Spencer was born in Derby, England, on 27 April 1820, the son of William George Spencer (generally called George). Spencer's father was a religious dissenter who drifted from Methodism to Quakerism, and who seems to have transmitted to his son an opposition to all forms of authority. He ran a school founded on the progressive teaching methods of Johann Heinrich Pestalozzi and also served as Secretary of the Derby Philosophical Society, a scientific society which had been founded in the 1790s by Erasmus Darwin, the grandfather of Charles Darwin.
Los miembros incluyeron el físico y filósofo John Tyndall y primo de Darwin, el banquero y biólogo Sir John Lubbock. Había también algunos satélites bastante significativos como el clérigo liberal Arthur Stanley, el decano de Westminster; y huéspedes tales como Charles Darwin y Hermann von Helmholtz eran invitados de vez en cuando. A través de dichas asociaciones, Spencer tenía una fuerte presencia en el corazón de la comunidad científica y fue capaz de asegurar una audiencia influyente para sus puntos de vista. A pesar de su creciente riqueza y fama, nunca tenía una casa propia.
Spencer was educated in empirical science by his father, while the members of the Derby Philosophical Society introduced him to pre-Darwinian concepts of biological evolution, particularly those of Erasmus Darwin and Jean-Baptiste Lamarck. His uncle, the Reverend Thomas Spencer,[7] vicar of Hinton Charterhouse near Bath, completed Spencer's limited formal education by teaching him some mathematics and physics, and enough Latin to enable him to translate some easy texts. Thomas Spencer also imprinted on his nephew his own firm free-trade and anti-statist political views. Otherwise, Spencer was an autodidact who acquired most of his knowledge from narrowly focused readings and conversations with his friends and acquaintances.[8]
Las últimas décadas de la vida de Spencer fueron caracterizadas por la creciente desilusión y soledad. Nunca se casó y después de 1855 fue un hipocondríaco perpetuo que se quejaba sin cesar de dolores y enfermedades que ningún médico pudo diagnosticar. En la década de 1890 habían comenzado sus lectores a desertar mientras que muchos de sus amigos más cercanos murieron y él había llegado a dudar de la fe confiada en el progreso que había hecho la pieza central de su sistema filosófico. Sus últimos años también fueron aquellos en que sus opiniones políticas se convirtieron en cada vez más conservadoras. Mientras que la estática Social había sido obra de un demócrata radical que creyó en votos para las mujeres (e incluso para los niños) y en la nacionalización de la tierra para romper el poder de la aristocracia, por la década de 1880 se había convertido en un acérrimo opositor del sufragio femenino y hace causa común con los propietarios de la Liga de defensa de propiedad y libertad contra lo que consideraban la deriva hacia el 'socialismo' de elementos (por ejemplo, Sir William Harcourt) dentro de la administración de William Ewart Gladstone, en gran medida contra la opinión de Gladstone mismo. Puntos de vista políticos de Spencer, de este período fueron expresados en lo que se ha convertido en su obra más famosa, El hombre contra el estado.
As both an adolescent and a young man Spencer found it difficult to settle to any intellectual or professional discipline. He worked as a civil engineer during the railway boom of the late 1830s, while also devoting much of his time to writing for provincial journals that were nonconformist in their religion and radical in their politics. From 1848 to 1853 he served as sub-editor on the free-trade journal The Economist, during which time he published his first book, Social Statics (1851), which predicted that humanity would eventually become completely adapted to the requirements of living in society with the consequential withering away of the state.
Its publisher, John Chapman, introduced Spencer to his salon which was attended by many of the leading radical and progressive thinkers of the capital, including John Stuart Mill, Harriet Martineau, George Henry Lewes and Mary Ann Evans (George Eliot), with whom he was briefly romantically linked. Spencer himself introduced the biologist Thomas Henry Huxley, who would later win fame as 'Darwin's Bulldog' and who remained his lifelong friend. However it was the friendship of Evans and Lewes that acquainted him with John Stuart Mill's A System of Logic and with Auguste Comte's positivism and which set him on the road to his life's work. He strongly disagreed with Comte.[9]
Tumba de Herbert Spencer en el cementerio de Highgate
The first fruit of his friendship with Evans and Lewes was Spencer's second book, Principles of Psychology, published in 1855, which explored a physiological basis for psychology. The book was founded on the fundamental assumption that the human mind was subject to natural laws and that these could be discovered within the framework of general biology. This permitted the adoption of a developmental perspective not merely in terms of the individual (as in traditional psychology), but also of the species and the race. Through this paradigm, Spencer aimed to reconcile the associationist psychology of Mill's Logic, the notion that human mind was constructed from atomic sensations held together by the laws of the association of ideas, with the apparently more 'scientific' theory of phrenology, which located specific mental functions in specific parts of the brain.[10]
La excepción al conservadurismo creciente de Spencer fue que se mantuvo durante toda su vida un ardiente opositor del imperialismo y el militarismo. Su crítica de la guerra de Boer fue especialmente mordaz, y contribuyó a su baja popularidad en Gran Bretaña. [14]
Spencer también inventó un precursor del moderno clip de papel, aunque parecía más como una chaveta moderna [necesitó la desambiguación]. Este "pin de Unión" fue distribuido por Ackermann & Company. Spencer muestra dibujos del perno en el Apéndice I (Apéndice H después) de su autobiografía a así como con posteriores descripciones de sus usos.
En 1902, poco antes de su muerte, Spencer fue nominado para el Premio Nobel de literatura. Continuó escribiendo toda su vida, en los últimos años a menudo por dictado, hasta que sucumbió a la mala salud en la edad de 83. Sus cenizas son enterradas en el lado del este del cementerio de Highgate de Londres frente a la tumba de Marx. En el funeral de Spencer, el líder nacionalista [[indio]] Shyamji Krishnavarma anunció una donación de £1.000 para establecer un Taller de sus Lecturas en la Universidad de Oxford en homenaje a Spencer y su trabajo. [15]


Portrait of Spencer
[[Categoría:Científicos]]
Spencer argued that both these theories were partial accounts of the truth: repeated associations of ideas were embodied in the formation of specific strands of brain tissue, and these could be passed from one generation to the next by means of the Lamarckian mechanism of use-inheritance. The Psychology, he believed, would do for the human mind what Isaac Newton had done for matter.[11] However, the book was not initially successful and the last of the 251 copies of its first edition was not sold until June 1861.
[[Categoría:Filósofos]]
Spencer's interest in psychology derived from a more fundamental concern which was to establish the universality of natural law.[12] In common with others of his generation, including the members of Chapman's salon, he was possessed with the idea of demonstrating that it was possible to show that everything in the universe – including human culture, language, and morality – could be explained by laws of universal validity. This was in contrast to the views of many theologians of the time who insisted that some parts of creation, in particular the human soul, were beyond the realm of scientific investigation. Comte's Système de Philosophie Positive had been written with the ambition of demonstrating the universality of natural law, and Spencer was to follow Comte in the scale of his ambition. However, Spencer differed from Comte in believing it was possible to discover a single law of universal application which he identified with progressive development and was to call the principle of evolution.
[[Categoría:Nacionalidad Inglesa]]
In 1858 Spencer produced an outline of what was to become the System of Synthetic Philosophy. This immense undertaking, which has few parallels in the English language, aimed to demonstrate that the principle of evolution applied in biology, psychology, sociology (Spencer appropriated Comte's term for the new discipline) and morality. Spencer envisaged that this work of ten volumes would take twenty years to complete; in the end it took him twice as long and consumed almost all the rest of his long life.
[[en:Herbert Spencer]]
Despite Spencer's early struggles to establish himself as a writer, by the 1870s he had become the most famous philosopher of the age.[13] His works were widely read during his lifetime, and by 1869 he was able to support himself solely on the profit of book sales and on income from his regular contributions to Victorian periodicals which were collected as three volumes of Essays. His works were translated into German, Italian, Spanish, French, Russian, Japanese and Chinese, and into many other languages and he was offered honours and awards all over Europe and North America. He also became a member of the Athenaeum, an exclusive Gentleman's Club in London open only to those distinguished in the arts and sciences, and the X Club, a dining club of nine founded by T.H. Huxley that met every month and included some of the most prominent thinkers of the Victorian age (three of whom would become presidents of the Royal Society).
Members included physicist-philosopher John Tyndall and Darwin's cousin, the banker and biologist Sir John Lubbock. There were also some quite significant satellites such as liberal clergyman Arthur Stanley, the Dean of Westminster; and guests such as Charles Darwin and Hermann von Helmholtz were entertained from time to time. Through such associations, Spencer had a strong presence in the heart of the scientific community and was able to secure an influential audience for his views. Despite his growing wealth and fame he never owned a house of his own.
The last decades of Spencer's life were characterised by growing disillusionment and loneliness. He never married, and after 1855 was a perpetual hypochondriac who complained endlessly of pains and maladies that no physician could diagnose.[citation needed] By the 1890s his readership had begun to desert him while many of his closest friends died and he had come to doubt the confident faith in progress that he had made the center-piece of his philosophical system. His later years were also ones in which his political views became increasingly conservative. Whereas Social Statics had been the work of a radical democrat who believed in votes for women (and even for children) and in the nationalisation of the land to break the power of the aristocracy, by the 1880s he had become a staunch opponent of female suffrage and made common cause with the landowners of the Liberty and Property Defence League against what they saw as the drift towards 'socialism' of elements (such as Sir William Harcourt) within the administration of William Ewart Gladstone – largely against the opinions of Gladstone himself. Spencer's political views from this period were expressed in what has become his most famous work, The Man versus the state.
 
Tomb of Herbert Spencer in Highgate Cemetery
The exception to Spencer's growing conservativism was that he remained throughout his life an ardent opponent of imperialism and militarism. His critique of the Boer War was especially scathing, and it contributed to his declining popularity in Britain.[14]
Spencer also invented a precursor to the modern paper clip, though it looked more like a modern cotter pin[disambiguation needed]. This "binding-pin" was distributed by Ackermann & Company. Spencer shows drawings of the pin in Appendix I (following Appendix H) of his autobiography along with published descriptions of its uses.
In 1902, shortly before his death, Spencer was nominated for the Nobel Prize for literature. He continued writing all his life, in later years often by dictation, until he succumbed to poor health at the age of 83. His ashes are interred in the eastern side of London's Highgate Cemetery facing Karl Marx's grave. At Spencer's funeral the Indian nationalist leader Shyamji Krishnavarma announced a donation of £1,000 to establish a lectureship at Oxford University in tribute to Spencer and his work.[15]

Revisión actual - 16:58 7 ago 2022

Herbert Spencer (27 de abril de 1820 – 08 de diciembre de 1903) fue un filósofo inglés, biólogo, antropólogo, sociólogo y teórico político liberal clásico prominente de la época victoriana. Spencer desarrolló una concepción abarcadora de la evolución como el desarrollo progresivo del mundo físico, organismos biológicos, la mente humana y cultura humana y las sociedades. Él era "un entusiasta exponente de la evolución" y hasta "escribió acerca de la evolución antes de Darwin." [1] como un erudito, él contribuyó a una amplia gama de temas como ética, religión, Antropología, economía, teoría política, filosofía, literatura, astronomía, biología, sociología y psicología. Durante su vida logró una tremenda autoridad, principalmente en el ámbito académico de habla inglesa. "El solo filósofo inglés haber alcanzado nada parecido a tal popularidad generalizada fue Bertrand Russell y que fue en el siglo XX". [2] Spencer era "el único intelectual europeo más famoso en las décadas de cierre del siglo XIX" [3] [4] pero su influencia declinó agudamente después de 1900: "¿quién ahora lee Spencer?" preguntó Parsons de Talcott en 1937. [5] Spencer es conocido por la expresión "supervivencia del más apto", que él acuñó en principios de Biología (1864), después de la lectura el origen de las especies de Darwin. [6] este término sugiere fuertemente la selección natural, sin embargo, como Spencer extendió evolución en reinos de la sociología y la ética, también hizo uso de Lamarckism. [1]

Spencer nació en Derby, Inglaterra, el 27 de abril de 1820, hijo de William George Spencer (generalmente llamado George). El padre de Spencer era un disidente religioso que deriva del metodismo a Cuaquerismo, y que parece haber transmitido a su hijo una oposición a todas las formas de autoridad. Él funcionó una escuela fundada en la progresiva enseñanza métodos de Johann Heinrich Pestalozzi y también se desempeñó como Secretario de la sociedad filosófica de Derby, una sociedad científica que había sido fundada en la década de 1790 por Erasmus Darwin, abuelo de Charles Darwin. Spencer fue educado en la ciencia empírica por su padre, mientras que los miembros de la sociedad filosófica de Derby le introdujeron conceptos pre-darwinianos de la evolución biológica, particularmente los de Erasmus Darwin y Jean-Baptiste Lamarck. Su tío, el Reverendo Thomas Spencer, [7] Vicario de Hinton Charterhouse cerca de Bath, completó la educación formal limitada de Spencer enseñándole algunas matemáticas y física y suficiente latín para traducir algunos textos fáciles. Thomas Spencer también imprime en su sobrino su propia firma de comercio libre y opiniones políticas anti-estadísticas. Por otro lado, Spencer fue un autodidacta que adquirió la mayor parte de su conocimiento de lecturas sumamente enfocadas en tema y conversaciones con sus amigos y conocidos. [8] Como un adolescente y un joven Spencer es difícil de colocar a cualquier disciplina intelectual o profesional. Trabajó como ingeniero civil durante el auge del ferrocarril de la última década de 1830, mientras también dedicó mucho de su tiempo a escribir para revistas provinciales que estaban en su religión inconformista y en su política radical. De 1848 a 1853 trabajó como subeditor de la revista The Economist, tiempo durante el cual publicó su primer libro, Social Statics (1851), que predijo que la humanidad llegaría a ser completamente adaptada a las exigencias de la vida en sociedad con la consecuente extinción del estado del libre comercio. Su editor, John Chapman, introdujo Spencer a su salón al que asistieron muchos de los principales pensadores radicales y progresistas de la capital, entre ellos John Stuart Mill, Harriet Martineau, George Henry Lewis y Mary Ann Evans (George Eliot), con quien estuvo brevemente vinculado románticamente. Spencer presentó al biólogo Huxley, que ganaría más adelante fama como 'Bulldog de Darwin' y que seguía siendo su amigo de toda la vida. Sin embargo fue la amistad de Evans y Lewis que lo contactó con el sistema de lógica de John Stuart Mill y el positivismo de Auguste Comte y que lo puso en el camino de su vida. Él discrepó fuertemente con Comte. [9] El primer fruto de su amistad con Evans y Lewis fue el segundo libro de Spencer, principios de psicología, publicado en 1855, que exploraron una base fisiológica para la psicología. El libro fue fundado en la suposición fundamental de que la mente humana estaba sujeta a leyes naturales y que puede descubrirse en el marco de la biología general. Esto permitió la adopción de una perspectiva de desarrollo no sólo en términos de individuo (como en la psicología tradicional), sino también de la especie y la raza. A través de este paradigma, Spencer intentó reconciliar la psicología asociacionista de la lógica de Mill, la noción que la mente humana fue construida de sensaciones atómicas por las leyes de la Asociación de ideas, con la aparentemente más 'científica' teoría de la frenología, que se encuentra las funciones mentales específicas en partes específicas del cerebro. [10]

Retrato de Spencer Spencer sostuvo que ambas teorías eran cuentas parciales de la verdad: repetidas asociaciones de ideas fueron incorporadas en la formación de filamentos específicos del tejido de cerebro, y estos podrían pasarse de una generación a la siguiente mediante el mecanismo de Lamarck de la herencia entonces en uso. La psicología, él creyó, haría para la mente humana lo que hizo Isaac Newton para la materia. [11] sin embargo, el libro no tuvo éxito y la última de las 251 copias de su primera edición no fue vendida hasta junio de 1861. El interés de Spencer en psicología se deriva de una preocupación más fundamental que era establecer la universalidad de la ley natural. [12] en común con otros de su generación, incluyendo a los miembros del salón de Chapman, fue poseído por la idea de probar que era posible demostrar que todo en el universo – incluyendo la moral, el lenguaje y la cultura humana – podría ser explicado por leyes de validez universal. Esto estaba en contraste con las opiniones de muchos teólogos de la época, que insistieron en que algunas partes de la creación, en particular, el alma humana, estaban más allá del Reino de la investigación científica. El Système de Philosophie Positive de Comte había sido escrito con la ambición de demostrar la universalidad de la ley natural, y Spencer era seguidor de Comte en la escala de su ambición. Sin embargo, Spencer diferenció de Comte al creer que era posible descubrir una sola ley de aplicación universal que él identificó con el desarrollo progresivo y era llamada el principio de la evolución. En 1858 Spencer produjo un esbozo de lo que iba a convertirse en el sistema de filosofía sintética. Esta empresa inmensa, que tiene pocos paralelos en la lengua inglesa, destinadas a demostrar que aplica el principio de la evolución en biología, psicología, Sociología (Spencer se había apropiado el término de Comte de la nueva disciplina) y la moral. Spencer prevé que esta obra de diez volúmenes tomaría veinte años para completarse; al final le tomó dos veces ese estimado y consume casi todo el resto de su larga vida. A pesar de las tempranas luchas de Spencer para establecerse como escritor, por la década de 1870 se había convertido en el más famoso filósofo de la época. [13] sus trabajos fueron leídos durante su vida y fue en 1869 que fue capaz de apoyarse únicamente en el beneficio de ventas de libros y sobre la renta de sus contribuciones regulares a revistas victorianas que fueron recogidas como tres volúmenes de ensayos. Sus obras fueron traducidas en alemán, Italiano, español, Francés, Ruso, Japonés y chino y en muchos otros idiomas y le ofrecieron honores y premios por toda Europa y América del norte. También se convirtió en miembro de Ateneo, un exclusivo Club de caballeros en Londres abierto sólo a los distinguidos en las artes y las Ciencias, y del X Club, un club comedor de nueve fundado por T.H. Huxley que se reunía cada mes e incluía algunos de los pensadores más destacados de la época victoriana (tres de los cuales se convertirían en Presidentes de la Royal Society).

Los miembros incluyeron el físico y filósofo John Tyndall y primo de Darwin, el banquero y biólogo Sir John Lubbock. Había también algunos satélites bastante significativos como el clérigo liberal Arthur Stanley, el decano de Westminster; y huéspedes tales como Charles Darwin y Hermann von Helmholtz eran invitados de vez en cuando. A través de dichas asociaciones, Spencer tenía una fuerte presencia en el corazón de la comunidad científica y fue capaz de asegurar una audiencia influyente para sus puntos de vista. A pesar de su creciente riqueza y fama, nunca tenía una casa propia. Las últimas décadas de la vida de Spencer fueron caracterizadas por la creciente desilusión y soledad. Nunca se casó y después de 1855 fue un hipocondríaco perpetuo que se quejaba sin cesar de dolores y enfermedades que ningún médico pudo diagnosticar. En la década de 1890 habían comenzado sus lectores a desertar mientras que muchos de sus amigos más cercanos murieron y él había llegado a dudar de la fe confiada en el progreso que había hecho la pieza central de su sistema filosófico. Sus últimos años también fueron aquellos en que sus opiniones políticas se convirtieron en cada vez más conservadoras. Mientras que la estática Social había sido obra de un demócrata radical que creyó en votos para las mujeres (e incluso para los niños) y en la nacionalización de la tierra para romper el poder de la aristocracia, por la década de 1880 se había convertido en un acérrimo opositor del sufragio femenino y hace causa común con los propietarios de la Liga de defensa de propiedad y libertad contra lo que consideraban la deriva hacia el 'socialismo' de elementos (por ejemplo, Sir William Harcourt) dentro de la administración de William Ewart Gladstone, en gran medida contra la opinión de Gladstone mismo. Puntos de vista políticos de Spencer, de este período fueron expresados en lo que se ha convertido en su obra más famosa, El hombre contra el estado.

Tumba de Herbert Spencer en el cementerio de Highgate La excepción al conservadurismo creciente de Spencer fue que se mantuvo durante toda su vida un ardiente opositor del imperialismo y el militarismo. Su crítica de la guerra de Boer fue especialmente mordaz, y contribuyó a su baja popularidad en Gran Bretaña. [14] Spencer también inventó un precursor del moderno clip de papel, aunque parecía más como una chaveta moderna [necesitó la desambiguación]. Este "pin de Unión" fue distribuido por Ackermann & Company. Spencer muestra dibujos del perno en el Apéndice I (Apéndice H después) de su autobiografía a así como con posteriores descripciones de sus usos. En 1902, poco antes de su muerte, Spencer fue nominado para el Premio Nobel de literatura. Continuó escribiendo toda su vida, en los últimos años a menudo por dictado, hasta que sucumbió a la mala salud en la edad de 83. Sus cenizas son enterradas en el lado del este del cementerio de Highgate de Londres frente a la tumba de Marx. En el funeral de Spencer, el líder nacionalista indio Shyamji Krishnavarma anunció una donación de £1.000 para establecer un Taller de sus Lecturas en la Universidad de Oxford en homenaje a Spencer y su trabajo. [15]