Diferencia entre revisiones de «Carta de los Mahatmas No. 81»
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'''NOTAS: ''' | |||
* '''Atrya''' es el nombre de uno de los [[Maestros de Sabiduría|Maestros]] pertenecientes a la [[Hermandad de Adeptos#La Hermandad Egipcia de Luxor|Hermandad Egipcia]]. | |||
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Revisión del 13:14 10 oct 2024
Esta es la Carta N.° 81 en Las Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett, 4.ª edición cronológica (en inglés). Corresponde a la Carta N.° 52 en la numeración de Barker. Ver a continuación contexto y antecedentes
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Portada
Recibida en Simla, otoño de 1882.
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NOTAS:
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Página 1 - traducción, imagen y notas
No hay nada "bajo la superficie", mi fiel amigo, absolutamente nada. Hume solo está furiosamente celoso de cualquiera que haya recibido, o es probable que reciba información, favores (?) atención, o cualquier cosa por el estilo, proveniente de nosotros. La palabra "celoso" es ridícula, pero correcta a menos que nosotros utilicemos envidioso, lo cual es aún peor. Él se siente agraviado, porque no logra convertirse en nuestro único centro de atracción; adopta una postura artificial y enloquece hasta enfurecer al no encontrar a alguien que lo admire; transcribe un pasaje hebreo que significa en el libro de Eliphas Levi lo mismo que yo he interpretado, y al no conseguir atraparme en una nueva contradicción, para lo cual se tomó la molestia de citarlo, se convence con la ilusión de que es "mucho más un advaita" de lo que M. o yo lo fuimos alguna vez (algo fácil de probar ya que nunca fuimos advaitas). Y le escribe a la V.D. una ofensiva carta dirigida contra nuestro sistema y contra nosotros mismos como para calmar sus sentimientos. ¿Es usted realmente tan generoso como para no haber sospechado desde hace mucho toda la verdad? ¿No se lo advertí; y es posible que usted no haya percibido que él nunca permitirá que ¡ni siquiera un adepto tenga un mayor o mejor conocimiento que él!; que lo suyo era falsa modestia; que es un actor, que representa un papel para su propio beneficio, independientemente del placer o disgusto de su audiencia aunque cuando esto último se manifiesta aunque sea un poco,
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NOTAS:
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==Página 2==
se da vuelta, ocultando admirablemente su rabia y resopla y gruñe para sí mismo [?] Cada vez que lo contradigo y le demuestro que está equivocado, ya sea en cuestiones sobre términos tibetanos o en cualquier otra nimiedad, el registro que mantiene en mi contra se hincha y él sale con alguna nueva acusación. Es inútil, mi estimado hermano, estar siempre repitiendo que [no] hay, ni puede haber contradicciones en lo que se le dio a usted. Quizá haya inexactitud en la forma de expresión o detalles incompletos; pero acusarnos de equivocación es realmente muy raro. Les he pedido varias veces que tomen notas y me las envíen, pero ni el Sr. Hume ni usted han pensado en hacerlo; y de hecho, tengo muy poco tiempo para explorar cartas viejas, comparar notas, mirar dentro de sus cabezas, etc. Confieso mi ignorancia, en una cosa al menos. No entiendo por qué la expresión que utilicé con respecto a la respuesta de H.P.B. a C.C.M. debería haberlo sorprendido tanto a usted; y ¿por qué usted debería objetar que "ejercite mi ingenio"? Si, por casualidad, usted le da otro significado distinto al mío, entonces ambos estamos una vez más desorientados, faute de s 'entendre. Póngase por un momento en mi lugar, y vea si no tendría que ejercer todo el ingenio que tuviera a su disposición, en un caso como el de C.C.M. con H.P.B. En realidad, no hay contradicción entre ese pasaje de Isis y nuestra enseñanza posterior; para alguien, que nunca oyó hablar de los
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NOTAS:
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Página 3
siete principios —a los que Isis se refiere constantemente como una trinidad, sin más explicación— ciertamente parecería haber una flagrante contradicción. "Usted escribirá esto y lo otro, dará hasta ahí, y nada más", le decíamos a ella constantemente, mientras escribía su libro. Fue en el comienzo mismo de un nuevo ciclo, en días en que los cristianos ni los espiritistas ni siquiera consideraban, y mucho menos mencionaban, más de dos principios en el hombre: cuerpo y Alma, a los que llamaban Espíritu. Si usted tuviera tiempo para referirse a la literatura espiritista de ese época, descubriría que tanto para los fenomenalistas como para los cristianos, Alma y Espíritu eran sinónimos. Fue H.P.B., quien, actuando bajo las órdenes de Atrya (a quien usted no conoce) fue la primera en explicar en el Espiritista la diferencia que había entre psique y nous, nefesh y ruach: Alma y Espíritu. Ella tuvo que traer consigo todo el arsenal de pruebas, citas de Pablo y Platón, de Plutarco y Santiago, etc. antes de que los espiritistas admitieran que los teósofos tenían razón. Fue entonces cuando se le ordenó escribir Isis, justo un año después de que se fundara la Sociedad. Y, como se desató una guerra por eso, interminables polémicas y objeciones en el sentido de que no podía haber en el hombre dos almas, pensamos que era
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NOTAS:
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