Carta de los Mahatmas No. 62
Esta es la Carta N.° 62 en Las Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett, 4.ª edición cronológica (en inglés). Corresponde a la Carta N.° 18 en la numeración de Barker. Es una continuación de la CM61 y continúa en la CM63. Ver a continuación contexto y antecedentes
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Portada
Recibida [en] Simla, junio de 1882 Cadena manvantárica. |
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Página 1 - traducción, imagen y notas
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globos gestadores de seres inteligentes —tanto dentro como fuera de nuestro sistema solar— las coronas o ápices del ser evolutivo en sus respectivas cadenas, algunos —física e intelectualmente— inferiores, otros inconmensurablemente más elevados que el hombre de nuestra cadena. Pero más allá de mencionarlos no hablaremos de ellos en este momento. A través de cada raza entonces, el hombre tiene que pasar haciendo siete entradas y salidas sucesivas y desarrollando el intelecto en grados de lo más bajo a lo más alto sucesivamente. En resumen, el ciclo terrestre con sus anillos y subanillos es la contraparte exacta del Gran Ciclo, sólo que en miniatura. Tenga en cuenta de nuevo, que los intervalos incluso entre estas "reencarnaciones raciales" especiales son enormes, ya que incluso el más torpe de los bosquimanos africanos tiene que cosechar la recompensa de su Karma, al igual que su hermano Bushman que puede ser seis veces más inteligente. Los etnógrafos y antropólogos harían bien en tener siempre presente esta, ley septenaria invariable que se extiende por todas las obras de la naturaleza. Desde Cuvier —el difunto gran maestro de la teología protestante, cuyo cerebro atiborrado de Biblia lo hizo dividir a la humanidad en tres variedades distintas de razas— hasta Blumenbach, que las dividió en cinco, todos estaban equivocados. Solo Pritchard, quien proféticamente sugirió siete se acerca al número correcto. Leí en el Pioneer del 12 de junio que me envió HPB una carta sobre la Teoría del Mono de APW que
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contiene una excelente exposición de la hipótesis darwiniana. El último párrafo de la página 6 de la columna 1 se consideraría —salvo algunos errores— como una revelación en un milenio más o menos, si se la preservara. Leyendo los nueve renglones desde el renglón 21 (contando desde abajo) usted cuenta con un hecho cuya prueba pocos naturalistas están dispuestos a aceptar. Con las razas quinta, sexta y séptima de la Quinta Ronda —cada una de las razas sucesoras al evolucionar y mantener el ritmo, por así decirlo con las rondas del "Gran Ciclo"— y la quinta raza de la quinta ronda, al tener que exhibir una perceptible diferenciación física e intelectual así como moral hacia su cuarta "raza" o "encarnación terrenal" tiene usted razón al decir que un "tremendo avance se logrará cuando la gente de la quinta ronda llegue a su séptima encarnación".
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(II) Ni la riqueza ni la pobreza, ni el nacimiento de alta alcurnia o de baja condición influye de alguna manera sobre ello, ya que todo esto es el resultado del Karma de ellos. Tampoco tiene —lo que ustedes llaman— civilización mucho que ver con el progreso. Es el hombre interior, la espiritualidad, la iluminación del cerebro físico por la luz de la inteligencia espiritual o divina lo que es la prueba. Los australianos, los esquimales, los bosquimanos, los veddahs, etc., son todos ramificaciones lateral de esa Rama que ustedes llaman "cavernícolas": la tercera raza (según la Ciencia, la segunda) que evolucionó en el globo. ¿Son los remanentes de los cavernícolas del séptimo anillo, remanentes "que han dejado de crecer y son las formas de vida paralizadas condenadas a la decadencia final en la lucha de la existencia" en las palabras de su corresponsal?
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NOTAS:
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Página 5
Vea "Isis" Capítulo 1, —" ...... la Esencia Divina (Purusha) como un arco luminoso" procede a formar un círculo: la cadena mahamanvantárica; y habiendo alcanzado el punto más alto (o su primer punto de partida) gira de nuevo y regresa a la Tierra (el primer globo) trayendo un tipo superior de humanidad en su vórtice"— así siete veces. Al acercarse a nuestra Tierra se torna cada vez más sombría hasta que al tocar tierra se vuelve tan negra como la noche, "es decir, es materia exteriormente, el Espíritu o Purusha queda oculto bajo una quinta armadura de los primeros cinco principios. Ahora el subrayado de tres líneas que se ve en la página 5 para la palabra "humanidad" léase las razas humanas, y para el de "civilización" léase la evolución Espiritual de esa raza en particular y usted tendrá la verdad que tuvo que ser ocultada en esa incipiente etapa tentativa de la Sociedad Teosófica. Vea de nuevo el último párrafo de la página 13 y el primer párrafo de la página 14, y observe los renglones subrayados sobre Platón. Luego vea la p. 32 recordando la diferencia entre los Manvantaras como se calcula en el mismo y el MAHAMANVANTARA (siete rondas completas entre dos Pralayas, los cuatro Yugs que regresan siete veces, una vez por cada raza. Habiendo hecho esto tome su pluma y calcule. Esto le hará proferir insultos,
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Página 6
pero no le hará mucho daño a su Karma: es sordo a la blasfemia de los labios. Lea atentamente en este sentido (no en el de los insultos sino en el de la evolución) el último renglón de la página 301 "y ahora viene un misterio..." y continúe hasta la página 304. El velo de "Isis" no fue levantado, pero se hicieron rasgaduras lo suficientemente grandes para permitir que un rápido vistazo pueda ser completado por la propia intuición del estudiante. En esta mezcla de citas de varias verdades filosóficas y esotéricas deliberadamente veladas, he aquí nuestra doctrina, que ahora se enseña parcialmente a los europeos por primera vez. (III) Como dije en mi respuesta a sus notas, la mayoría de los pueblos de la India —con la excepción de los mogules semitas (?)— pertenecen a la ramificación más antigua de la quinta raza Humana actual, que evolucionó en Asia Central hace más de un millón de años. La ciencia occidental tiene buenas razones para la teoría de que los seres humanos hayan habitado Europa 400 000 años antes de esta era, esto no puede sorprenderlo tanto como para evitar que beba vino esta noche en la cena. Sin embargo, Asia, tiene al igual que Australia, África, América y las regiones más septentrionales —restos de la cuarta— incluso de la tercera raza (cavernícolas e ibéricos).
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NOTAS:
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Al mismo tiempo, tenemos más hombres del séptimo anillo de la cuarta raza que Europa y más del primer anillo de la quinta ronda, ya que, más antiguos que las ramificaciones europeas, nuestros hombres naturalmente llegaron antes. El ser "menos avanzados" en civilización y refinamiento perturba su espiritualidad apenas un poco, siendo el Karma un animal que permanece indiferente al tipo de zapato y los guantes de cabritilla blancos. Ni sus cuchillos ni tenedores, óperas y salones lo acompañarán a usted en su progreso hacia adelante más de lo que las túnicas de color de hojas marchitas de la Estética Británica podrán evitar que sus propietarios y usuarios hayan nacido entre las filas de aquellos, que serán considerados —no importa lo que hagan— por los próximos hombres de las sexta y séptima rondas como "salvajes" carnívoros y bebedores de alcohol del "Período de la Sociedad Real". Depende de usted, inmortalizar de tal manera su nombre, que obligue a las futuras razas superiores a dividir nuestra edad y llamar a esa subdivisión: el "Período Pleisto-Sinnéttico", pero esto nunca podrá suceder si usted sigue actuando bajo la impresión de que "los propósitos que tenemos ahora a la vista serán alcanzados por la templanza y el autocontrol razonables." La Ciencia Oculta es una amante celosa y no permite ni sombra de autocomplacencia; y es "fatal" no sólo para el curso ordinario de la vida matrimonial
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sino también para el beber carne y vino. Me temo que los arqueólogos de la séptima ronda, al excavar y desenterrar la futura Pompeya del Punjab: Simla, un día, en lugar de encontrar las valiosas reliquias del "Ecléctico" teosófico, encontrarán sólo algunos restos petrificados o vítreos de la "asignación suntuaria". Tal es la última y actual profecía en Tzigadze. [IV] Y ahora a la última pregunta. Pues bien, como digo, los "guías" son tanto elementales como elementarios y ni siquiera una razonable "mitad y mitad" sino la mismísima espuma de la jarra de cerveza mediúmnica. Las varias "apropiaciones" de tales hojas de carta se desarrollaron durante la estancia de E en Calcuta en el entorno de la Sra. G, ya que ella frecuentemente recibía cartas de usted. Entonces fue un asunto fácil para las criaturas seguir el deseo inconsciente de E de atraer otras partículas desintegradas de la caja de usted, para formar un doble. Él es un médium fuerte, y si no fuera por una buena naturaleza inherente y otras buenas cualidades, fuertemente contrarrestadas por la vanidad, la pereza, el egoísmo, la codicia por el dinero y con otras cualidades de la civilización moderna [y]una ausencia total de voluntad, sería un magnífico Dugpa. Sin embargo, como dije, él es "un buen tipo" de pies a cabeza; veraz por naturaleza, bajo control: lo opuesto. Si pudiera lo salvaría de... NOTA. — El texto continúa en la siguiente carta. — ED.
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Contexto y antecedentes
Página 5
Para una mejor comprensión de la Página 5 se ofrecen aquí los párrafos de Isis sin Velo a los que se hace referencia. Cabe recordar que La Doctrina Secreta se publicó en 1888. Isis sin Velo era el principal libro de referencia en 1882. A lo que en la carta se refiere como subrayado, aquí aparece en cursiva. Los números hacen referencia a las págs. de Isis
EXISTE en algún lugar de este vasto mundo un Libro antiguo, tan antiguo que nuestros anticuarios modernos podrían reflexionar sobre sus páginas durante un tiempo indefinido, y todavía no estar del todo de acuerdo en cuanto a la naturaleza del material sobre el que está escrito. Es la única copia original que existe ahora. El documento hebreo más antiguo sobre el aprendizaje oculto, el Siphra Dzeniouta, se compiló a partir de él, y eso en un momento en que al primero ya se lo consideraba a la luz de una reliquia literaria. Una de sus ilustraciones representa la Esencia Divina que emana de ADAM como un arco luminoso que procede a formar un círculo; y luego, habiendo alcanzado el punto más alto de su circunferencia, la Gloria inefable gira de nuevo y regresa a la Tierra, trayendo un tipo superior de humanidad en su vórtice. A medida que se acerca cada vez más a nuestro planeta, la Emanación se vuelve cada vez más sombría, hasta que al tocar el suelo es tan negra como la noche.
5
Dividieron los períodos interminables de la existencia humana en este planeta en ciclos, durante cada uno de los cuales la humanidad alcanzó gradualmente el punto culminante de la civilización más elevada y recayó gradualmente en la barbarie abyecta.
13-14
Por falta de comprensión de este gran principio filosófico, los métodos de la ciencia moderna, por exactos que sean, deben terminar en la nulidad. En ninguna rama puede demostrar el origen y el fin de las cosas. En lugar de rastrear el efecto desde su fuente primaria, procede al revés. Sus tipos superiores, como enseña, son todos evolucionados a partir de los antecedentes inferiores. Comienza desde el fondo del ciclo, conducido paso a paso en el gran laberinto de la naturaleza por un hilo de materia. Tan pronto como éste se rompe y se pierde la pista, retrocede con estupor ante lo Incomprensible y se confiesa impotente. No así Platón y sus discípulos. Para él, los tipos inferiores no eran sino las imágenes concretas de los superiores abstractos. El alma, que es inmortal, tiene un principio aritmético, como el cuerpo tiene un principio geométrico. Este comienzo, como reflejo del gran ARQUEO universal, se mueve a sí mismo, y desde el centro se difunde por todo el cuerpo del microcosmos.
Página 6
Para una mejor comprensión de la Página 6 se ofrecen aquí los párrafos de Isis sin Velo a los que se hace referencia. Cabe recordar que La Doctrina Secreta se publicó en 1888. Isis sin Velo era el principal libro de referencia en 1882. A lo que en la carta se refiere como subrayado, aquí aparece en cursiva. Los números hacen referencia a las págs. de Isis
301
Y ahora viene un misterio, un Sod; un secreto que
302
el rabino Simeon lo impartió solo a muy pocos iniciados. Fue promulgado una vez cada siete años durante los Misterios de Samotracia, y sus registros se encuentran autoimpresos en las hojas del árbol sagrado tibetano, el misterioso KOUNBOUM, en el Lamasterio de los santos adeptos. En el océano sin orillas del espacio irradia el sol central, espiritual e Invisible. El universo es su cuerpo, espíritu y alma; y de este modelo ideal se enmarcan TODAS LAS COSAS. Estas tres emanaciones son las tres vidas, los tres grados del Pleroma gnóstico, las tres "Caras cabalísticas", pues el ANTIGUO de los antiguos, el santo de los ancianos, el gran En-Sof, "tiene una forma y luego no tiene ninguna forma". Lo invisible "asumió una forma cuando llamó el universo a la existencia", dice el Sohar, el Libro del esplendor. La primera luz es Su alma, el aliento Infinito, Ilimitado e Inmortal; bajo cuyo efluvio el universo agita su poderoso seno, infundiendo vida inteligente a toda la creación. La segunda emanación condensa la materia cometaria y produce formas dentro del círculo cósmico; pone los incontables mundos a flotar en el espacio eléctrico, e infunde el principio de vida ciego y sin inteligencia en cada forma. La tercera, produce todo el universo de materia física; y a medida que se aleja gradualmente de la Luz Divina Central, su brillo se desvanece y se convierte en TINIEBLAS y MALDAD: pura materia, las "groseras purgaciones del fuego celestial" de los hermetistas. Cuando el Invisible Central (el Señor Ferho) vio los esfuerzos de la divina Centella, no dispuesta a ser arrastrada más abajo en la degradación de la materia, para liberarse, él le permitió proyectar de sí mismo una mónada, sobre la cual, unida a él, como por el hilo más fino, la Divina Centella (el alma) debía velar durante sus incesantes peregrinaciones de una forma a otra. Así, la mónada fue lanzada a la primera forma de materia y quedó encerrada en la piedra; luego, con el transcurso del tiempo, a través de los esfuerzos combinados del fuego viviente y el agua viviente, los cuales brillaron con su reflejo sobre la piedra, la mónada salió sigilosamente de su prisión hacia la luz del sol como un liquen. Un cambio tras otro, se elevó cada vez más; la mónada, con cada nueva transformación, tomando prestado más del resplandor de su padre-madre, Centella, que se acercaba más a ella en cada transmigración. Porque "la Primera Causa había querido que procediera en este orden" y lo destinó a arrastrarse más alto hasta que su forma física se convirtió una vez más en el Adam de polvo, moldeado a la imagen del Adam Kadmon. Antes de sufrir su última transformación terrenal, la cubierta externa de la mónada, desde el momento de su concepción como embrión, pasa a su vez, una vez más, por las fases de los varios reinos.
303
En su prisión fluídica asume un vago parecido en varios períodos de la gestación con la planta, el reptil, el pájaro y el animal, hasta convertirse en un embrión humano. En el nacimiento del futuro hombre, la mónada, irradiando con toda la gloria de su padre-madre inmortal que lo observa desde la séptima esfera, pierde el sentido. Pierde todo recuerdo del pasado, y vuelve a la conciencia muy gradualmente, cuando el instinto de la niñez deja paso a la razón y la inteligencia. Después de la separación entre el principio de vida (espíritu astral) y el cuerpo, el alma liberada, la Mónada, se reúne exultante con el espíritu materno y paterno, el Augoeides radiante, y los dos, fusionados en uno, forman para siempre, con una gloria proporcional a la pureza espiritual de la vida terrenal pasada, el Adán que ha completado el círculo de la necesidad y está libre del último vestigio de su encierro físico. De ahora en adelante, tornándose cada vez más radiante a cada paso de su progreso ascendente, asciende por el sendero resplandeciente que termina en el punto desde donde comenzó alrededor del GRAN CICLO. Toda la teoría darwiniana de la selección natural está incluida en los primeros seis capítulos del Libro del Génesis. El "Hombre" del capítulo I es radicalmente diferente del "Adán" del capítulo II, porque el primero fue creado "varón y hembra" —es decir, bisexual— y a imagen de Dios; mientras que el último, según el versículo siete, se formó del polvo de la tierra y se convirtió en "alma viviente", después de que el Señor Dios "sopló en su nariz el aliento de vida". Además, este Adán era un ser masculino, y en el versículo veinte se nos dice que "no se halló para él ayuda idónea". El Adonai, siendo puras entidades espirituales, no tenía sexo, o más bien tenía los dos sexos unidos en sí mismos, como su Creador; y los antiguos entendieron esto tan bien que representaron a muchas de sus deidades con doble sexo. El estudiante de la Biblia debe aceptar esta interpretación o hacer que los pasajes de los dos capítulos aludidos se contradigan absurdamente. Fue esa aceptación literal de los pasajes lo que justificó que los ateos cubrieran de ridículo el relato mosaico, y es la letra muerta del texto antiguo lo que engendra el materialismo de nuestra época.