Registros Akásicos

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Los Registros Akáshicos (del Sánskrito ākāśa, "cielo", "espacio", o 'éter') se describen algunas veces como la "memoria de la naturaleza". La materia sutil que compone los diferentes planos del cosmos tiene la habilidad de recibir y registrar las "impresiones" de todo lo que sucede en los plano terrestre. Estos registros, que pueden ser vistos por algunos clatividentes, existen en muchos planos. Los registros en el plano astral (o luz astral) se dice que son fragmentarios y poco confiables. Se dice que los conservados en el plano mental, aunque de más difícil acceso, son exactos. Estos últimos son los verdaderos registros "akáshicos".

Los Registros akáshicos fueron primero mencionados en 1881, en el libro de Col. Olcott El Catecismo Budista. Allí, el habla acerca de "una permanencia de los registros en el Akasha, y la capacidad potencial de un hombre de leer el mismo cuando ha desarrollado la etapa de la verdadera iluminación."

Un ejemplo de esta habilidad puede ser encontrada en una de las cartas de Mahatma K.H. Refiriéndose a una acusación recibida de plagiado del Maestro, explicó lo siguiente a A. P. Sinnett:

Tengo la costumbre de citar a menudo, menos las comillas (del laberinto de lo que obtengo en los innumerables folios de nuestras bibliotecas akásicas, por así decirlo), con los ojos cerrados. A veces puedo dar pensamientos que verán la luz años después; en otras ocasiones, lo que un orador, un Cicerón, pudo haber pronunciado mucho antes, y en otras, lo que no sólo fue pronunciado por labios modernos sino que ya estaba escrito o impreso, como en el Caso Kiddle .[1]</blockquote

Formación de los registros

Principios y Planos de acuerdo a H. P. Blavatsky

Clarividente C. W. Leadbeater explicó que "Indudablemente, todo objeto emite radiaciones en todas direcciones, y es precisamente de esta manera. . . que los registros akásicos perecen estar formados.[2]

El término "akasha" se usa en la literatura Teosófica para referirse a la materia del tercer plano (contando desde el tipo más denso al más sutil). En nuestra Tierra, corresponde con el plano mental o manásico.

Aunque hablamos de estos registros como si estuvieran en el akasha, el teósofo C. W. Leadbeater explicó que en realidad se forman "en planos mucho más allá de cualquiera que podamos conocer en la actualidad".[3] los verdaderos registros no están dentro de los planos terrestres, sino que en los macrocosmicos:

  1. Vicente Hao Chin, Jr., Las cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett en secuencia cronológica No. 130 (Ciudad Quezón: Theosophical Publishing House, 1993), 433.
  2. Charles Webster Leadbeater, Clarividente, (Adyar, Madras: Editorial Teosófica, 1986), 69.
  3. Charles Webster Leadbeater, Clarividente, (Adyar, Madras: Editorial Teosófica, 1986), 119.