Diferencia entre revisiones de «Absoluto»

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'''Absoluto''' es un término derivado del latín ''absolūtus'' que significa "sin relación", independiente" o "ilimitado". Como tal, la palabra "Absoluto" señala un concepto negativo que significa no relativo, sin comparación o relación con algo. En filosofía se refiere a una realidad incondicionada que trasciende la existencia limitada, condicional y cotidiana. A veces se lo concibe como la fuente a través de la cual emanan todos los seres. Esta, sin embargo, no es una expresión precisa. Los seres y los objetos no pueden emanar de lo absoluto como si hubiera un "afuera", sino que son aspectos de la realidad absoluta misma.
'''Absoluto''' es un término derivado del latín ''absolūtus'' que significa "sin relación", independiente" o "ilimitado". Como tal, la palabra "Absoluto" señala un concepto negativo que significa no relativo, sin comparación o relación con algo. En filosofía se refiere a una realidad incondicionada que trasciende la existencia limitada, condicional y cotidiana. A veces se lo concibe como la fuente a través de la cual emanan todos los seres. Esta, sin embargo, no es una expresión precisa. Los seres y los objetos no pueden emanar de lo absoluto como si hubiera un "afuera", sino que son aspectos de la realidad absoluta misma.


Desde el punto de vista [[Teosofía|teosófico]], la realidad última del universo se considera absoluta. Es “atemporal”, lo que significa que la realidad absoluta fue, es y será, ya sea que exista un universo manifestado o no. Es “ilimitada” y “omnipresente”, y es la esencia del [[espíritu]], la [[materia]] y la energía. Es “inmutable”, lo que implica que no puede crecer, cambiar o evolucionar. Al ser absoluta, trasciende cualquier opuesto (como la plenitud y el vacío, el bien y el mal, el ser y el no ser, lo trascendente y lo inmanente, etc.) No puede ser captada por la mente, aunque puede ser percibida por la intuición espiritual.
Desde el punto de vista [[Teosofía|teosófico]], la realidad última del universo se considera absoluta. Es “atemporal”, lo que significa que la realidad absoluta fue, es y será, ya sea que exista un universo manifestado o no. Es “ilimitada” y “omnipresente”, y es la esencia del [[espíritu]], la [[materia]] y la energía. Es “inmutable”, lo que implica que no puede crecer, cambiar o evolucionar. Al ser absoluta, trasciende cualquier opuesto (como la plenitud y el vacío, el bien y [[El Mal|el mal]], el ser y el no ser, lo trascendente y lo inmanente, etc.) No puede ser captada por la mente, aunque puede ser percibida por la intuición espiritual.


[[HPB|Mme. Blavatsky]] postula que lo Absoluto tiene dos aspectos: el [[movimiento]] abstracto absoluto y el [[espacio]] abstracto absoluto. También se menciona la “duración”, una especie de lapso de tiempo absoluto, como tercer aspecto.
[[HPB|Mme. Blavatsky]] postula que lo Absoluto tiene dos aspectos: el [[movimiento]] abstracto absoluto y el [[espacio]] abstracto absoluto. También se menciona la “duración”, una especie de lapso de tiempo absoluto, como tercer aspecto.

Revisión actual - 09:48 4 dic 2024

Absolute.JPG

Absoluto es un término derivado del latín absolūtus que significa "sin relación", independiente" o "ilimitado". Como tal, la palabra "Absoluto" señala un concepto negativo que significa no relativo, sin comparación o relación con algo. En filosofía se refiere a una realidad incondicionada que trasciende la existencia limitada, condicional y cotidiana. A veces se lo concibe como la fuente a través de la cual emanan todos los seres. Esta, sin embargo, no es una expresión precisa. Los seres y los objetos no pueden emanar de lo absoluto como si hubiera un "afuera", sino que son aspectos de la realidad absoluta misma.

Desde el punto de vista teosófico, la realidad última del universo se considera absoluta. Es “atemporal”, lo que significa que la realidad absoluta fue, es y será, ya sea que exista un universo manifestado o no. Es “ilimitada” y “omnipresente”, y es la esencia del espíritu, la materia y la energía. Es “inmutable”, lo que implica que no puede crecer, cambiar o evolucionar. Al ser absoluta, trasciende cualquier opuesto (como la plenitud y el vacío, el bien y el mal, el ser y el no ser, lo trascendente y lo inmanente, etc.) No puede ser captada por la mente, aunque puede ser percibida por la intuición espiritual.

Mme. Blavatsky postula que lo Absoluto tiene dos aspectos: el movimiento abstracto absoluto y el espacio abstracto absoluto. También se menciona la “duración”, una especie de lapso de tiempo absoluto, como tercer aspecto.

Algunos sinónimos que se utilizan en la literatura teosófica son Seidad, Vida Una, Parabrahman, Sat, Adi-Buddha, Ain Soph, entre otros.


Descripción general

Esta realidad Absoluta es la primera proposición fundamental que se encuentra en La Doctrina Secreta, descrita de la siguiente manera:

Un PRINCIPIO omnipresente, eterno, ilimitado e inmutable sobre el cual toda especulación es imposible, ya que trasciende el poder de la concepción humana y cualquier expresión o semejanza humanas solo podría empequeñecerlo. Está más allá del alcance y la órbita del pensamiento—en palabras del Mandukya, “impensable e inefable”. Para que estas ideas sean más claras para el lector general, que comience con el postulado de que existe una Realidad absoluta que precede a todo ser manifestado y condicionado. Esta Causa Infinita y Eterna, vagamente formulada en el "Inconsciente" e "Incognoscible" de la filosofía europea actual, es la raíz sin raíz de "todo lo que fue, es o será". Está, por supuesto, desprovista de todo atributo y no guarda esencialmente ninguna relación con el ser manifestado y finito. Es "seidad" más que ser (en sánscrito, sat) y está más allá de todo pensamiento o especulación. [1]


Al explicar el hecho de que lo Absoluto está "más allá del alcance y la órbita del pensamiento", H.P. Blavatsky escribió:

El fenómeno de la "Conciencia Absoluta"... "detrás", que solo se denomina inconsciencia a falta de cualquier elemento de la personalidad, trasciende la concepción humana. El hombre, incapaz de formar un concepto excepto con relación a los fenómenos empíricos, es impotente desde la propia constitución de su ser para levantar el velo que envuelve la majestuosidad de lo Absoluto. Solo el Espíritu liberado puede darse cuenta débilmente de la naturaleza de la fuente de donde surgió y a dónde debe regresar finalmente... Sin embargo, el Dhyan-Chohan más elevado solo puede inclinarse en ignorancia ante el terrible misterio del Ser Absoluto; e . . . incluso en esa culminación de la existencia consciente, "la fusión del individuo en la conciencia universal", para usar una frase de Fichte, lo Finito no puede concebir lo Infinito, ni puede aplicarlo a su propio estándar de experiencias mentales. [2]


Aunque se la considera la "Causa Sin Causa" del universo, no debemos pensar que el universo se produce "fuera de lo Absoluto". Tanto la manifestación como la disolución son facetas de la realidad Absoluta, la cual sin embargo permanece inmutable. Como escribió Mme. Blavatsky:

La primera lección que enseña la filosofía esotérica es que la causa incognoscible no promueve la evolución, ya sea consciente o inconscientemente, sino que sólo exhibe periódicamente diferentes aspectos de sí misma a la percepción de las mentes finitas. [3]


La "Causa Sin Causa" del universo,[4] sin embargo, no corresponde al concepto habitual de Dios en las religiones monoteístas:

Negamos la existencia de un Dios consciente y pensante, sobre la base de que tal Dios debe estar condicionado, limitado y sujeto a cambios, por lo tanto no infinito, o ... si se nos representa como un ser eterno inmutable e independiente, sin una partícula de materia en él, entonces respondemos que no es un ser sino un principio ciego inmutable, una ley. [5]

El Dios de la teología, decimos -- y lo probamos -- es un manojo de contradicciones y una imposibilidad lógica. Por lo tanto, no tendremos nada que ver con él. . . Este Dios es llamado por sus devotos infinito y absoluto . . . Entonces, si es infinito, es decir, ilimitado, y especialmente si es absoluto, ¿cómo puede tener una forma y ser creador de algo? La forma implica limitación, y tanto un principio como un fin; y, para crear, un Ser debe pensar y planificar. ¿Cómo se puede suponer que lo ABSOLUTO piense, es decir, que tenga alguna relación con lo limitado, finito y condicionado? Este es un absurdo filosófico y lógico. [6]


Ningún sentimiento, incluso el más elevado, puede atribuirse a lo Absoluto. H. P. Blavatsky respondió a una pregunta sobre esto de la siguiente manera:

P. Pero entendemos que la bienaventuranza, como el estado de lo Absoluto, era a lo que se intentaba hacer referencia.
R. Esto es aún más ilógico. ¿Cómo se puede decir que lo ABSOLUTO siente? Lo Absoluto no puede tener condición ni atributo. Solo aquello que es finito y diferenciado puede tener sentimientos o actitudes basadas en él. [7]

En varios casos, Mme. Blavatsky afirmó que lo Absoluto puede considerarse tanto Ser Absoluto como No-Ser. [8] En ciertas ocasiones, la denominada "Absolutidad" se utiliza para proporcionar una idea aún menos concreta de lo Absoluto:

Absolutidad. Cuando se basa en el PRINCIPIO UNIVERSAL, denota un sustantivo abstracto, que es más correcto y lógico que aplicar el adjetivo "absoluto" a lo que no tiene atributos ni limitaciones, ni puede tenerlos. [9]

Una pregunta frecuente es ¿por qué lo Absoluto hace surgir un cosmos, si lo primero es perfecto en sí mismo y no puede ganar algo o ser afectado de ninguna manera por el segundo? Blavatsky dijo:

¡Ah! Es una pregunta muy fácil de hacer. . . Quiere preguntar cuál es la causa que impulsa u obliga a Parabrahman a crear. Parabrahman no es una causa. Ni siquiera es lo Absoluto, como digo, sino absolutidad. Ahora, ¿cómo podemos saber la causa que impulsa a Parabrahman a crear? Aquello que está detrás de todo el velo de la materia es incomprensible, y ningún intelecto finito puede concebirlo... y venir y preguntar por la causa es perfectamente ridículo... Solo intenta imaginar dos fuerzas: la centrípeta y la centrífuga, que periódicamente deben emanar de ESTO. Así como el reloj debe sonar, esto suena y emana periódicamente. Cuando ha terminado de sonar se vuelve a dormir. Trate de imaginar eso y entonces usted tendrá tal vez una noción. . . Eso sí, no es que yo diga, y ciertamente ni que vaya a abogar por la creación automática de los materialistas; nunca. Pero es con el propósito de darle forma y permitir que la gente lo conciba, porque de lo contrario, no se puede. [10]


Aspectos absolutos

Aunque la Sra. Blavatsky dijo que lo Absoluto está "desprovisto de todo atributo"[11] (lo cual implica características relativas) todavía podemos hablar de "aspectos" de esto:

Esta “Seidad” se simboliza en la Doctrina Secreta bajo dos aspectos. Por un lado, el Espacio abstracto absoluto, que representa la mera subjetividad, la única cosa que ninguna mente humana puede excluir de concepto alguno, o concebir por sí misma. Por otro lado, el Movimiento Abstracto absoluto que representa la Conciencia Incondicionada.[12]


La "Duración" a veces también se considera como un tercer aspecto de lo Absoluto. [13]


Movimiento abstracto absoluto

El "aspecto movimiento" de lo absoluto es la base para el desarrollo de todos los diferentes tipos de conciencia en el universo:

Es la fons et origo [fuente y el origen] de la fuerza y de toda conciencia individual y suministra la inteligencia rectora en el vasto esquema de la evolución cósmica. [14]

Incluso nuestros pensadores occidentales han demostrado que la conciencia es inconcebible para nosotros a no ser por el cambio, y el movimiento es lo que mejor simboliza el cambio, su característica esencial. [15]


En su "absolutidad", el movimiento también se llama "el Gran Aliento"[16]


Cuando se proyecta el "Gran Aliento", se lo llama el Aliento Divino, y se lo considera como la respiración de la Deidad Incognoscible, la Existencia Una, que exhala un pensamiento, por así decirlo, que se convierte en el Kosmos. . . Así también cuando el Aliento Divino vuelve a ser inspirado, el Universo desaparece en el seno de "la Gran Madre", que luego duerme "envuelta en sus túnicas invisibles". [17]

Aunque este aspecto es la fuente absoluta de todo tipo de conciencia, no es ninguna conciencia en particular, o dejaría de ser absoluta. Según Blavatsky:

En las enseñanzas ocultas, el MOTOR Desconocido e Incognoscible, o lo Autoexistente, es la Esencia divina absoluta. Y así, al ser Conciencia Absoluta y Movimiento Absoluto, para los sentidos limitados de aquellos que describen esto indescriptible, es inconsciencia e inmovilidad... La conciencia implica limitaciones y calificaciones; algo de lo que ser consciente, y alguien que sea consciente de ello. Pero la Conciencia Absoluta contiene al conocedor, la cosa conocida y la cognición, los tres en sí mismos y los tres uno... No debe olvidarse, también, que damos nombres a las cosas de acuerdo con las apariencias que asumen para nosotros. Llamamos a la conciencia absoluta "inconsciencia", porque nos parece que necesariamente debe ser así, así como llamamos a lo Absoluto, "Oscuridad", porque a nuestro entendimiento finito parece bastante impenetrable, sin embargo, reconocemos plenamente que nuestra percepción de tales cosas no les hace justicia. Distinguimos involuntariamente en nuestras mentes, por ejemplo, entre la conciencia absoluta inconsciente y la inconsciencia, al dotar secretamente a la primera de una cualidad indefinida que se corresponde, en un plano superior al que nuestros pensamientos pueden alcanzar, con lo que conocemos como conciencia en nosotros mismos. Pero esto no es ningún tipo de conciencia que podamos distinguir de lo que se nos presenta como inconsciente. [18]


Espacio abstracto absoluto

Como escribió Mme. Blavatsky:

El Único-todo es como el espacio —que es su única representación mental y física en esta Tierra, o nuestro plano de existencia— ni un objeto ni un sujeto de la percepción. [19]


Una razón para esto es el hecho de que el espacio es un contenedor que realmente no se ve afectado por el contenido. Podemos llenar una habitación con muebles, moverlos o destruirlos, pero el espacio en el que sucede todo esto no se ve afectado. De manera similar, un cosmos puede manifestarse o disolverse y la Realidad Absoluta sigue siendo la misma. Esto, por supuesto, es una metáfora. El "espacio" que es un aspecto de lo absoluto no es el espacio físico de la ciencia que, como mostró Albert Einstein, es relativo y puede "doblarse". Es su abstracción absoluta. Como tal, el espacio abstracto absoluto está más allá de la idea de vacío (śūnyatā) o plenitud (pūrṇa):

El espacio no es ni un "vacío ilimitado" ni una "plenitud condicionada", sino ambos: ser, en el plano de la abstracción absoluta, la Deidad siempre incognoscible, que está vacía solo para las mentes finitas, y en el de la percepción mayávica, el Plenum, el Contenedor absoluto de todo lo que es, ya sea manifestado o no manifestado: es, por lo tanto, ese TODO ABSOLUTO. [20]


El "aspecto espacio" de lo absoluto se identifica con frecuencia con la "sustancia raíz" (mūlaprakṛti):

El espacio, sin embargo, visto como una "Unidad Sustancial", la "Fuente Viva de Vida", como la "Causa Sin Causa Desconocida", es el dogma más antiguo del Ocultismo… [21]


Este aspecto es el origen de todos los diferentes tipos de materia en el universo:

Por otra parte, la sustancia raíz precósmica (Mulaprakriti) es ese aspecto de lo Absoluto que subyace a todos los planos objetivos de la naturaleza. Así como la ideación precósmica es la raíz de toda conciencia individual, de igual manera la sustancia precósmica es el sustrato de la materia en los diversos grados de su diferenciación. [22]


Duración

La Sra. Blavatsky se refirió a un tercer aspecto de lo absoluto, además de los dos ya mencionados. Ella escribió:

"El Gran Aliento" ... al ser Movimiento, es uno de los tres aspectos de lo Absoluto, el Espacio Abstracto y la Duración son los otros dos. [23]


Se puede encontrar una referencia a este aspecto en la Estancia I.2: "El tiempo no existía, porque dormía en el seno infinito de la duración". A continuación se muestra una serie de respuestas dadas por Mme. Blavatsky sobre la diferencia entre la duración y el tiempo:

P. ¿Cuál es la diferencia entre el Tiempo y la Duración?

A: La Duración es; no tiene principio ni fin. ¿Cómo puede llamar a eso que no tiene ni principio ni fin, “Tiempo”? La Duración no tiene principio, es infinita; el Tiempo es finito.
P. ¿Es, entonces, la Duración infinita, y el Tiempo la concepción finita?
A. El Tiempo es finito, se puede dividir; la Duración —al menos en nuestra filosofía— no se puede. El tiempo es divisible en la Duración, o, como usted dice, uno es algo dentro del Tiempo y el Espacio, mientras que el otro está fuera de ambos.
P. La única forma en que se puede definir el Tiempo es por el movimiento de la Tierra.
R. Pero también podemos definir el Tiempo en nuestras concepciones.
P. ¿Duración, más bien?
R. No, Tiempo; porque en cuanto a la Duración, es imposible dividirla o establecer puntos de referencia en ella. La Duración con nosotros es la única eternidad, no relativa, sino absoluta.
P. ¿Se puede decir que la idea esencial de la Duración es la existencia?

A: No; la existencia tiene períodos limitados y definidos, mientras que la Duración, que no tiene principio ni fin, es una abstracción perfecta que contiene al Tiempo. La duración es como el Espacio, que también es una abstracción, y no tiene principio ni fin. [24]


Cabe mencionar que la duración no es una extensión infinita del tiempo (llamada sempiternidad), sino que está más allá del tiempo.

Ver además

Tres Proposiciones Fundamentales

Referencias

  1. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine, vol. I (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 14.
  2. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine, vol. I (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 51.
  3. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine, vol. II (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 487.
  4. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine, vol. 1 (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 14.
  5. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 88 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 272.
  6. Helena Petrovna Blavatsky, The Key to Theosophy (London: Theosophical Publishing House, [1987]), ??.
  7. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. X (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1988), 322.
  8. Helena Petrovna Blavatsky, The Theosophical Glossary (Krotona, CA: Theosophical Publishing House, 1973), 249.
  9. Helena Petrovna Blavatsky, The Theosophical Glossary (Krotona, CA: Theosophical Publishing House, 1973), 4.
  10. Michael Gomes (transcriber), The Secret Doctrine Commentaries (The Hague: I.S.I.S. foundation, 2010), 70-71.
  11. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 14.
  12. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 14.
  13. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 43.
  14. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 15.
  15. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 14.
  16. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 14.
  17. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 43.
  18. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 56.
  19. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 8.
  20. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 8.
  21. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 9-10, fn.
  22. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 15.
  23. Helena Petrovna Blavatsky, The Secret Doctrine vol. I, (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1993), 43.
  24. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. X (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1988), 310.