Carta de los Mahatmas No. 31
Esta es la carta número 40 en la numeración de Barker. Vea a continuación el Contexto y Trasfondo.
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Página 1 - Traducción, imagen y notas
Recibida hacia febrero de 1882 A su primera —hay poco que contestar: "¿Puede usted hacer algo para ayudar a la Sociedad?" ¿Quiere que le hable con franqueza? Pues bien, le digo: No; ni usted ni el mismo Señor Sang- gias podría seguir ayudándola —mientras la dudosa posición de los Fundadores no quede perfecta e innegablemente despejada: posición debida a una cruel intención y a una intriga sistemática. Esta es la situación tal como la encontré cuando los jefes me lo ordenaron. Observe los periódicos —en todos, excepto en dos o tres, la "querida vieja dama" es ridiculizada, cuando no absolutamente calumniada, y Olcott es atacado por todas las jaurías de la prensa y de las misiones. Un folleto titulado "Teosofía" fue impreso y puesto en circulación por los cristianos de Tinevelly, el 23 de octubre, el día de la llegada de Olcott allí con los delegados buddhistas —un folleto que contiene el artículo de la Saturday Review y otro sucio y duro ataque de un periódico americano. Los G. y M. de Lahore apenas dejan pasar un día sin lanzar algún ataque, y otros periódicos los reproducen, etc. etc. Ustedes, los ingleses, tienen sus ideas —nosotros tenemos las nuestras sobre la cuestión. Si usted se guarda el pañuelo limpio en el bolsillo y arroja solamente el sucio entre la multitud —¿quién lo recogerá? Basta. Debemos tener paciencia y, mientras tanto, hacer lo que podamos. Mi opinión es que si su Rattígan no es un completo villano, y al haber sido uno de sus periódicos el que arrojó y sigue arrojando diariamente el deshonor sobre una mujer inocente, debería ser el primero en sugerirle a usted la idea de traducir y publicar en el Pionero las cartas de su tío (escritas a usted |
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y a ella), con algunas palabras introductorias, diciendo que, de un momento a otro, y de manos del Príncipe D., se está esperando una prueba oficial todavía más importante que pondrá punto final para siempre al enojoso asunto de la identidad de ella. Pero usted lo sabe mejor que yo. Esta idea puede hallar eco en usted, pero ¿será nunca considerada bajo esa luz por los demás? Suby Ram —un hombre verdaderamente bueno— sin embargo, está entregado a otro error. No a la voz de su gurú —sino a la suya propia. La voz de un alma pura, altruista y fervorosa, absorbida por un misticismo desorientado y mal dirigido. Agregúese a esto un desorden crónico en aquella parte del cerebro que corresponde a la visión clara, y el secreto se dice pronto: ese desorden fue desarrollado por visiones forzadas, por el hatha yog y el ascetismo prolongado. S. Ram es el adalid de los médiums y, al mismo tiempo, el principal agente magnético que esparce su enfermedad por contagio —inconscientemente por su parte; el que contagia con su visión a todos los demás discípulos. Existe una ley general de visión (física y mental o espiritual), pero hay una ley especial calificadora que demuestra que toda visión debe ser determinada por la calidad o grado del espíritu y el alma del hombre, y asimismo por la capacidad de transmitir a la conciencia diferentes calidades de ondas de luz astral. Sólo existe una ley general de vida, pero innumerables leyes califican y determinan miríadas de formas que se perciben y de sonidos que se oyen. Existen los que están voluntariamente ciegos y los que lo son involuntariamente. Los médiums |
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pertenecen a los primeros, los sensitivos a los últimos. De no ser regularmente iniciado o entrenado —por lo que respecta a la visión espiritual de las cosas y a las supuestas revelaciones hechas al hombre en todas las edades, desde Sócrates hasta Swedenborg y Fern— ningún vidente o clariaudiente instruido por sí mismo vio nunca ni oyó enteramente con exactitud. Ningún daño y sí mucha enseñanza puede venirle a usted adhiriéndose a su Sociedad. Siga, hasta que él le exija lo que usted se verá obligado a. rechazar. Aprenda y estudie. Usted tiene razón: ellos dicen y afirman que el Dios uno y único del Universo se encarnó en su gurú, y si una persona así existiera sería, ciertamente, más elevada que cualquier "planetario". Pero ellos son idólatras, amigo mío. Su gurú no fue un iniciado; sólo fue un hombre de una pureza de vida y unos poderes de resistencia extraordinarios. El nunca había consentido en abandonar sus ideas de un dios personal, e incluso de abandonar a los dioses, aunque se le sugirió más de una vez. Nació hindú ortodoxo, y murió como hindú auto-reformado, algo parecido a Keshub- Chunder-Sen, pero superior, más puro y sin ninguna ambición que pudiera empañar su alma luminosa. Muchos de nosotros hemos lamentado su auto-engaño, pero era demasiado bueno para ser presionado. Reúnase con ellos y aprenda —pero recuerde su sagrada promesa a K.H. 223 Dos meses más y él estará con nosotros. Pienso enviarla111 a usted. Creo que |
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usted podría persuadirla, pues yo no deseo ejercer mi autoridad en este caso. |
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Contexto y Trasfondo
Sinnett ha señalado a la cabeza de esta carta: Recibida alrededor de febrero de 1882. Este es otro caso de citas inexactas. Del contenido de la carta, tuvo que recibirse antes de mediados de noviembre de 1881, probablemente alrededor del 9 o 10 de noviembre.
Una gran parte de lo que equivalía a una persecución estaba sucediendo contra H.P.B. y el Coronel Olcott, y la Sociedad en general. Esta carta comienza con una referencia directa al daño causado por esta campaña de difamación.
Clive Rattigan se había convertido en el propietario de El Pionero, del cual Sinnett era editor. Él había estado involucrado en los ataques a H.P.B. y Olcott. Aquí, el Mahatma sugiere que publique las cartas del tío de H.P.B. en El Pionero con una nota editorial referente a la prueba oficial de la identidad de H.P.B. que se espera del Príncipe Dondoukoff. Esto resolvería la cuestión de si ella era una "espía rusa". Obviamente, el Sr. Rattigan no introdujo tal sugerencia. No simpatizaba con el interés de Sinnett en la Teosofía o en su defensa de H.P.B. y el Coronel Olcott, y más tarde liberó a Sinnett de su trabajo como editor, dándole un sueldo de un año por adelantado para deshacerse de él.
Parece claro que esta carta a Sinnett fue enviada a través de alguien que no era H.P.B., ya que en ese momento ella no sabía sobre el plan para que ella vaya a Allahabad.
Descripción física de la carta
El original está en la Biblioteca Británica, Folio 2. Según George Linton y Virginia Hanson, la carta fue escrita:
En ambos lados de dos hojas de papel blanco de tamaño estándar, en tinta roja oscura a excepción de cuatro palabras en tinta negra. La carta es muy difícil de leer.[1]
Notas
- ↑ George E. Linton y Virginia Hanson, eds., Guía de los lectores para las cartas de los Mahatmas a A. P. Sinnett (Adyar, Chennai, India: Editorial Teosófica, 1972), 81.