Chela
Chela (devanāgarī: चेल cela) (Sánscrito).- Literalmente, “niño”. Discípulo de un guru (maestro o sabio); prosélito de algún adepto de una escuela de filosofía. En Oriente se llama también chela al discípulo ya aceptado para el estudio de Ocultismo. (G.T. H.P.B.)
Chela es una palabra Sanscrita que literalmente significa "sirviente" o "esclavo". En Hinduismo el término se usa para referirse a una persona que se ha convertido en discípulo de uno de los Maestros de Sabiduría, siendo un candidato para la iniciación dentro de la Filosofía Esotérica, habla, que hay tres grados de chelado- el de chela seglar, chela probatorio, y chela regular o aceptado.[1] Algunos sinónimos frecuentemente encontrados en la literatura Teosófica son "Discípulo" y "Lanú".
Descripción General
De acuerdo con H.P. Blavatsky, un Chela o Discípulo:
... es uno que se ha ofrecido a sí mismo o a sí misma como un pupilo para aprender prácticamente "los misterios ocultos de la Naturaleza y los latentes poderes psíquicos ocultos en el hombre". El maestro espiritual a quien propone su candidatura se llama en India un Gurú; y el Gurú real es siempre un Adepto en la Ciencia Oculta.[2]
El periodo de chelado involucra muchas encarnaciones y un número de iniciaciones. Durante esta etapa el aspirante desarrollará poder y logrará conocimiento para convertirse en un ayudante del trabajo del Maestro para la humanidad. Esto es por que el altruismo y el amor por la humanidad son un pre requisito para ser aceptado como un chela. El Maestro Morya escribió:
Es sólo aquél que tiene el amor por la humanidad en el corazón, quien es capaz de comprender a fondo la idea de una regeneración práctica de la Hermandad que le da derecho a la posesión de nuestros secretos. Sólo tal hombre-nunca hará mal uso de sus poderes, debido a que no habrá temor de convertirlos en fines egoístas. Un hombre que no pone el bien de la humanidad por sobre sus propias ventajas no es merecedor de convertirse en nuestro chela-él no es merecedor de elevarse más en conocimiento que su vecino. [3]
En conformidad, la atención de los maestros es atraída a una persona por sus actos de servicio y el desarrollo de la pureza y desinterés. Esto fue explicado a C.W.Leadbeater en la primera carta que él recibió del Mestro K.H.:
Para aceptar a cualquier hombre como un chela no depende de mi propia voluntad. Puede sólo ser el resultado de los propios méritos personales y esfuerzos en esa dirección. Fuerza a cualquiera de los "Maestros" que es posible que elijas; haz buen trabajo en su nombre y por el amor a la humanidad; sé puro y resoluto en el sendero de la justicia (como se establece en nuestras reglas); sé honesto y altruista; olvídate de Tí mismo pero para recordar lo bueno de otras personas- y tu forzarás a ese "Maestro" a aceptarte. [4]
Chelas Laicos
Un aspirante atrae la atención de un [Mahatmas y Adeptos|Maestro]] antes que él o ella esté en condiciones para comenzar una relación personal con el Maestro como un chela aceptado. Una persona bajo la observación de un Maestro está considerado como un chela laico. Mme. Blavatskylo describió como sigue:
Un chela laico no es más que un hombre del mundo que afirma su deseo de volverse sabio en cosas espirituales. Virtualmente, cada miembro de la Sociedad Teosófica que se suscribe al segundo de nuestros tres "Objetivos Declarados" es tal; aunque no del número de verdaderos Chelas, ya tiene la posibilidad de convertirse en uno, porque ha cruzado la línea fronteriza que lo separó de los Mahatmas, y se ha presentado a sí mismo, bajo su atención. La unión es entonces, la introducción; todo lo demás depende completamente del miembro mismo, y nunca necesita esperar el más lejano acercamiento al "favor" de uno de nuestros Mahatmas, o cualquier otro Mahatmas en el mundo debería este último consentir en hacerse conocido-.que no se ha ganado completamente por mérito personal. Los Mahatmas son los sirvientes, no los árbitros de la Ley de Karma. DEJE QUE EL CHELADO NO CONFIERA PRIVILEGIO ALGUNO EXCEPTO AQUEL DEL TRABAJO POR MERITO BAJO LA OBSERVACION DE UN MAESTRO.ref>Helena Petr<ovna Blavatsky, Collected Writings vol. IV (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1991), 610-611.</ref>
Sin embargo, para atraer la atención del Maestro, este deseo de ser un "sabio en cosas espirituales" debe alcanzar más profundidad que un simple ejercicio intelectual. Debe tocar la conciencia espiritual de la persona. Como el Maestro K.H. escribió en una de sus cartas a A.P.Sinnett.
El [aspirante] puede crear una atracción irresistible e imponer la atracción de sus [Maestros], pero esta (La atracción) será espiritual, no mental o intelectual... Una vez separado de las influencias comunes de la Sociedad, [nada] nos atrae a ningún extraño excepto su evolución espiritual. El puede ser un Bacon o un Aristoteles en conocimiento, y ni así hace que su corriente se sienta como el peso de una pluma por nosotros, si su poder se limita al Manas ... Manas puro y simple, es de un nivel inferior, y de la tierra terrenal: y entonces tus hombres más grandes cuentan pero no- como cosas en la arena donde la grandeza es medida por el estándar del desarrollo espiritual. [5]
Mme. Blavatsky describe las calificaciones de un perfecto chela, añadiendo que un chela adquiriría estas cualidades hasta cierto punto antes de que él pueda esperar ser aceptado por un Maestro de Sabiduría:
Del Libro IV de Kiu-ti, en el capítulo "las Leyes de Upasana, "aprendemos que las cualidades deseadas en un Chela eran:
- Perfecta salud física;
- Absoluta pureza física y mental;
- Desinterés de propósito; caridad universal; compasión por todo ser vivo;
- Veracidad e inmutable fe en la ley de Karma, independiente de cualquier poder en la naturaleza que pueda interferir: una ley cuyo curso no debe ser obstruida por ningún agente, no debe ser desviada por oraciones o ceremonias exotéricas propiciatorias;
- Resolución impávida en toda emergencia, incluso en peligro de la vida;
- Una percepción intuicional de uno siendo el vehículo del Avalokite manifestado vara o Divine Atma (Espíritu);
- Serena indiferencia, pero una justa apreciación de todo lo que constituye el mundo objetivo y transitorio, en su relación con, y para, las regiones invisibles.
Tales recomendaciones deben haber sido, al menos, las de un aspirante a perfecto Chelado. Con la sola excepción de la primera, la cual en casos raros y excepcionales debe haber sido modificada, en cada uno de estos puntos se ha insistido invariablemente, y todo debe haber sido más o menos desarrollado en la naturaleza interna de los ESFUERZOS SIN AYUDA de los Chelas, antes que el pueda ser realmente puesto a prueba. .[6]
Una vez que el chela laico desarrolle las cualidades espirituales necesarias hasta cierto punto, él o ella puede ser puesto a prueba por un Maestro, por consiguiente volviéndose un "chela a prueba". Si el aprueba satisfactoriamente el puede llegar a ser un "chela aceptado".
Relación con el Maestro
Los chelas aceptados están en contacto con uno de los Maestros y son entrenados por él. Sin embargo, esto no significa que ellos están automáticamente libres de error. Refiriéndose a esto Mme. Blavatsky escribió:
¿Qué son los Chelas, y cuáles son sus poderes? ¿Tienen ellos fallas, y en qué particularidad son ellos diferentes de las personas que no son Chelas? ¿Debe ser cada palabra pronunciada por un Chela tomada como una doctrina cierta?... Algunas personas han ido tan lejos como para decir que cuando un hombre es un Chela él es puesto en un plano en donde cada palabra, que desgraciadamente pueda ser expresada, sea tomada como ex cathedra, y a él no se le concede el pobre privilegio de hablar como una persona ordinaria. Si se descubre que cualquier pronunciación semejante fue bajo su propia cuenta y responsabilidad, el es acusado de haber engañado a su audiencia. Ahora este error debe ser corregido de una vez por todas. [7]
Lo que un chela escribe o dice, por lo tanto, viene de su propia comprensión, excepto en raras ocasiones:
Les puede suceder, como ocurre con algún autor ocasionalmente, que desarrollen verdaderas o hermosas expresiones, pero no se debe concluir por ello que durante esa manifestación el Guru estuvo hablando a través del Chela. Si ese fue el germen de un buen pensamiento en la mente, la influencia del Gurú, al igual que la benévola lluvia sobre la semilla, puede haber causado que saltara dentro de una vida repentina y anormalmente brota, pero esta no es la voz del maestro. Los casos de hecho son raros en los cuales el maestro habla a través de un Chela.[8]
La influencia del Maestro en el discípulo es un resultado natural de la conexión cercana que crece gradualmente entre ellos, y esta influencia es recíproca. En las palabras del Maestro K.H.:
Es un decir familiar que un matrimonio bien emparejado 'crece junto', para acercarse a una semejanza en características tanto como en la mente. Pero ¿sabes que entre adepto y chela-maestro y pupilo se forma gradualmente un vínculo más cercano; ya que el intercambio psíquico es regulado científicamente, considerando que entre esposo y esposa un auxilio natural se le deja a ella misma. Como el agua en un tanque lleno choca con uno vacío con el que está conectado; y como el nivel común será logrado tarde o temprano de acuerdo con la capacidad de la pipa alimenticia, así fluye el conocimiento del adepto al chela; y el chela alcanza el nivel del adepto a sus capacidades receptivas. Al mismo tiempo siendo el chela una individualidad, una evolución separada, inconscientemente imprime en el maestro la cualidad de su mentalidad acumulada. El maestro absorbe su conocimiento.[9]
Es importante mantener en mente que el entrenamiento que un chela experimenta no necesariamente se asemeja a la idea común de entrenamiento. Por ejemplo, no implica una comunicación constante de conciencia con el Maestro, en donde el discípulo es siempre guiado por él y dice qué hacer y qué no. Mme. Blavatsky escribió:
De hecho el Chela es un hombre desafortunado que ha entrado a "un sendero no manifestado," y Krishna dice que "ese es el sendero más difícil". En lugar de ser un constante portavoz de su Gurú, él se encuentra más solo en el mundo que aquellos que no son Chelas, y su sendero está rodeado de peligros que puede desanimar mucho al aspirante, son descritos en colores naturales, de modo que en lugar de aceptar su Gurú y pasar el examen de ingreso con una visión para convertirse en un Bachiller de Arte de Ocultismo bajo la guía constante y amigable de su maestro, él realmente fuerza su camino a un recinto protegido, y desde ese momento tiene que luchar y conquistar-o morir.[10]
Una declaración similar puede ser encontrada en una carta del Maestro K.H.:
Nosotros nunca guiamos a nuestros chelas (incluso los más avanzados); tampoco les prevenimos dejando los efectos producidos por las causas de su propia creación para enseñarles mejores experiencias[11]
De acuerdo con A. Besant y C.W. Leadbeater
La Dr. Annie Besant describe al dicípulo en la siguiente forma:
Un "discípulo" es el nombre dado, en las escuelas de ocultismo, para aquellos que, estando en el sendero probatorio, son reconocidos por algún Maestro como unido a El mismo. El término asevera el hecho, no un nivel particular de moral, y no acarrea con eso una implicación necesaria de la más alta elevación moral... Discipulado implica un lazo pasado entre el Maestro y discípulo, y un Maestro puede reconocer ese lazo que se originó en una relación pasada, con uno que tiene aun mucho que lograr; el discípulo puede tener muchas y serias fallas de carácter, puede-de ningún modo-si bien su rostro esta vuelto hacia la Luz-haber agotado todo el pesado Karma del pasado, puede estar encarando muchas dificultades, luchando en muchas una batalla con las legiones del pasado en contra de él. La palabra "discípulo" no necesariamente implica iniciación, tampoco santidad; sólo asevera una posición y vínculo-que la persona está en el sendero probatorio, y es reconocido por un Maestro como Suyo.[12]
De acuerdo con C.W. Leadbeater el estado de discípulo aceptado incluye dos grados--"Aceptación" y "Filiación". Durante la aceptación los cuerpos astral y mental del discípulo son puestos en unión con los del Maestro. El estado de Filiación involucra la unión del cuerpo causal también:
Nosotros hemos hablado de la íntima relación entre un pupilo aceptado y su Maestro, esta intimidad ha ido creciendo constantemente, y sucede usualmente que cuando el pupilo se está acercando al portal de la Iniciación el Maestro considera que el tiempo está maduro para El para girarlo hacia una unión aún más profunda. El es entonces llamado el Hijo del Maestro, y el vínculo es tal que no sólo la mente inferior, sino del ego también en el cuerpo causal del pupilo esta envuelto dentro de aquel del Adepto, y éste no puede descorrer un velo para cortar al neófito.[13]
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. X (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1991), 469.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. IV (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1991), 607.
- ↑ Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 33 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 100-101.
- ↑ Curuppumullage Jinarājadāsa, Letters from the Masters of the Wisdom First Series No. 7 (Adyar, Madras: The Theosophical Publishing House, 1988), 28.
- ↑ Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 111 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 374-375.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. IV (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1991), 607-608.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. VI (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1989), 285.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. VI (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1989), 286.
- ↑ Curuppumullage Jinarājadāsa, Letters from the Masters of the Wisdom First Series No. 43 (Adyar, Madras: The Theosophical Publishing House, 1988), 92-93.
- ↑ Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. VI (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1989), 285-286.
- ↑ Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 95 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 333.
- ↑ Besant, Annie, Discipleship And Some Karmic Problems (Adyar Pamphlets, No 195, Adyar, Madras: Theosophical Publishing House, March 1935),3-4.
- ↑ Charles Webster Leadbeater, The Masters and the Path, (Adyar, Madras: The Theosophical Publishing House, 1992), 63.