Diferencia entre revisiones de «Chela»

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Del Libro IV de Kiu-ti, en el capítulo "las Leyes de Upasana, "aprendemos que las cualidades deseadas en un Chela eran:
Del Libro IV de Kiu-ti, en el capítulo "las Leyes de Upasana, "aprendemos que las cualidades deseadas en un Chela eran:


 
1. Perfecta salud física;
2. Absoluta pureza física y mental;
3. Desinterés de propósito; caridad universal; compasión por todo ser vivo;
4. Veracidad e inmutable fe en la ley de Karma, independiente de cualquier poder en la naturaleza que pueda interferir: una ley cuyo curso no debe ser obstruidas por ningún agente, no debe ser desviada por oraciones o ceremonias exotéricas propiciatorias.





Revisión del 00:35 3 sep 2018

Chela (devanāgarī: चेल cela) (Sánscrito).- Literalmente, “niño”. Discípulo de un guru (maestro o sabio); prosélito de algún adepto de una escuela de filosofía. En Oriente se llama también chela al discípulo ya aceptado para el estudio de Ocultismo. (G.T. H.P.B.) Chela es una palabra Sanscrita que literalmente significa "sirviente" o "esclavo". En Hinduismo el término se usa para referirse a una persona que se ha convertido en discípulo de uno de los Maestros de Sabiduría, siendo un candidato para la iniciación dentro de la Filosofía Esotérica, habla, que hay tres grados de chelado- el de chela seglar, chela probatorio, y chela regular o aceptado.[1]

Algunos sinónimos frecuentemente encontrados en la literatura Teosófica son "Discípulo" y "Lanú".

Mountains And Clouds - Roerich.jpg


H. P. Blavatsky




Descripción General

De acuerdo con H.P. Blavatsky, un Chela o Discípulo:

... es uno que se ha ofrecido a sí mismo o a sí misma como un pupilo para aprender prácticamente "los misterios ocultos de la Naturaleza y los latentes poderes psíquicos ocultos en el hombre". El maestro espiritual a quien propone su candidatura se llama en India un Gurú; y el Gurú real es siempre un Adepto en la Ciencia Oculta.[2]

El periodo de chelado involucra muchas encarnaciones y un número de iniciaciones. Durante esta etapa el aspirante desarrollará poder y logra conocimiento para convertirse en un ayudante del trabajo del Maestro para la humanidad. Esto es por que un prerequisito para ser aceptado como un chela es el altruismo y amor por la humanidad. Maestro escribió:

Es sólo aquél que tiene el amor por la humanidad en el corazón, quien es capaz de comprender a fondo la idea de una regeneración practica de lahermandad que le da derecho a la posesión de nuestros secretos. Sólo tal hombre-nunca hará mal uso de sus poderes, debido a que no habrá temor de convertirlos en fines egoístas. Un hombre que no pone el bien de la humanidad por sobre sus propias ventajas no es merecedor de convertirse en nuestro chela-él no es merecedor de elevarse más en conocimiento que su vecino. [3]

En conformidad, la atención de los maestros es atraída a una persona por sus actos de servicio y el desarrollo de la pureza y desinterés. Esto fue explicado a C.W.Leadbeater en la primera carta que él recibió del K.H:

Para aceptar a cualquier hombre como un chela no depende de mi propia voluntad. Puede sólo ser el resultado de los propios méritos personales y esfuerzos en esa dirección. Fuerza a cualquiera de los "Maestros" que es posible que elijas; haz buen trabajo en su nombre y por el amor a la humanidad; se puro y resoluto en el sendero de la justicia (como se establece en nuestras reglas); se honesto y altruista; olvídate de Tí mismo pero para recordar lo bueno de otras personas- y tu forzarás a ese "Maestro" a aceptarte. [4]

Chelas Laicos

Un aspirante atrae la atención de un Maestro antes que el o ella esté en condiciones para comenzar una relación personal con el Maestro como un chela aceptado. Una persona bajo la observación de un Maestro está considerado como un chela laico. Mme. Blavatsky describió como sigue:

Un chela laico no es más que un hombre del mundo que afirma su deseo de volverse sabio en cosas espirituales. Virtualmente, cada miembro de la Sociedad Teosófica que se suscribe al segundo de nuestros tres "Objetivos Declarados" Es como; aunque no del número de verdaderos Chelas, aún tiene la posibilidad de convertirse en uno, porque ha cruzado la línea fronteriza que lo separó de los Mahatmas, y se ha presentado a sí ismo, bajo su atención. La unión es entonces, la introducción; todo lo demás depende completamente del miembro mismo, y nunca necesita esperar el más distante acercamiento al "favor" de uno de nuestros Mahatmas, o cualquier otros Mahatmas en el mundo debería este último consentir en hacerse conocid-.que no se ha ganado completamente por mérito personal.Los Mahatmas son los sirvientes, no los arbitros de la Ley de Karma. DEJE QUE EL CHELADO NO CONFIERA PRIVILEGIO ALGUNO EXCEPTO AQUEL DEL TRABAJO POR MERITO BAJO LA OBSERVACION DE UN MAESTRO.ref>Helena Petr<ovna Blavatsky, Collected Writings vol. IV (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1991), 610-611.</ref>


A. P. Sinnett


Para atraer la atención del Maestro , sin embargo, este deseo de ser un "sabio en cosas espirituales" debe alcanzar más profundidad que un simple ejercicio inteletual. Debe tocar la conciencia espiritual de la persona. Como el Maestro K:H: escribió en una de sus cartas a A.P.Sinnett.

El (aspirante) puede crear una atracción irresistible e imponer la atracción de sus Maestros, pero ellas (La atracción) será espiritual, no mental o intelectual... Una vez separado de las influencias comunes de la Sociedad, nada nada nos atrae a ningún extraño excepto su evolución espiritualidad. El puede ser un Bacon o un Aristoteles en conocimiento, y aún ni siquiera hace que su corriente se sienta como el peso de una pluma por nosotros, si su poder se limita al Manas ... Manas puro y simple, es de un nivel inferior, y de la tierra terrenal: y entonces tus hombres más grandes cuentan pero como no-cosas en la arena donde la grandeza es medida por el estándar del desarrollo espiritual. [5]

Para atraer la atención del Maestro, sin embargo, este deseo de convertirse en "sabio en las cosas espirituales" tiene que alcanzar una mayor profundidad que el puro ejercicio intelectual. Debe tocar la conciencia espiritual de la persona. Como el Maestro K.H. escribió en una de sus cartas a A.P. Sinnett:

[El aspirtante] puede crear atracciones irresistibles e impone la atención de sus [Maestros], pero esas [atracciones] serán espirituales, no mental o intelectual... Una vez separado de las influencias comunes de la Sociedad, nada nos atrae a ningún extraño salvo su evolución espiritual. El puede ser un Bacon o un Aristóteles en conocimiento, y, aún ni siquiera hacer que su corriente se sienta como un plumazo para nosotros, si su poder esta confinado a Manas... Manas, puro y simple, es de un grado más bajo, y de la tierra terrenal: y entonces tus mejores hombres cuentan pero como no entidades en la arena donde la grandeza es medida por el estándar del desarrollo espiritual.[6]

Mme. Blavatsky describe las calificaciones de un perfecto chela, añadiendo que un chela adquiriría estas cualidades hasta cierto punto antes de que el pueda esperar ser acpetado por un Maestro de Sabiduría:

Del Libro IV de Kiu-ti, en el capítulo "las Leyes de Upasana, "aprendemos que las cualidades deseadas en un Chela eran:

1. Perfecta salud física; 2. Absoluta pureza física y mental; 3. Desinterés de propósito; caridad universal; compasión por todo ser vivo; 4. Veracidad e inmutable fe en la ley de Karma, independiente de cualquier poder en la naturaleza que pueda interferir: una ley cuyo curso no debe ser obstruidas por ningún agente, no debe ser desviada por oraciones o ceremonias exotéricas propiciatorias.

  1. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. X (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1991), 469.
  2. Helena Petrovna Blavatsky, Collected Writings vol. IV (Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, 1991), 607.
  3. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 33 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 100-101.
  4. Curuppumullage Jinarājadāsa, Letters from the Masters of the Wisdom First Series No. 7 (Adyar, Madras: The Theosophical Publishing House, 1988), 28.
  5. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 111 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 374-375.
  6. Vicente Hao Chin, Jr., The Mahatma Letters to A.P. Sinnett in chronological sequence No. 111 (Quezon City: Theosophical Publishing House, 1993), 374-375.