Chakras

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Chakras según C. W. Leadbeater

Chakras de acuerdo con C. W. Leadbeater: La palabra chakra en sánscrito (चक्र) significa "rueda" y se refiere a centros de energía que existen en los cuerpos físico, emocional y espiritual. Estos centros de fuerza son puntos de conexión en los que la energía fluye de un cuerpo humano a otro. En cada chakra, la energía concentrada gira alrededor de un punto central, como una rueda que gira alrededor de un eje. Los Clarividentes pueden verlos en el doble etérico. Todas estas ruedas giran perpetuamente y una fuerza del mundo superior siempre fluye hacia ellas, en la persona no desarrollada generalmente de manera lenta, mientras que en una persona más evolucionada pueden estar brillando y pulsando.[1]

Cada uno de los chakras se ocupa de un aspecto diferente de la experiencia humana y produce un estado particular de conciencia. Los chakras también implican una jerarquía de necesidades, desde físicas y emocionales hasta intelectuales y espirituales. Estos centros de energía se han correlacionado con colores, órganos y el Árbol Cabalístico de la Vida.

Varias tradiciones tienen diferentes puntos de vista sobre el número y la ubicación exacta de los chakras. Algunos chakras se consideran mayores, otros menores, pero la mayoría de las tradiciones se refieren a siete chakras que se encuentran a lo largo de la columna, desde el primer chakra en su base hasta el séptimo chakra alrededor de la coronilla de la cabeza.[2]

Introducción

Según muchos textos tántricos, el cuerpo humano contiene 72.000 nadis (órganos tubulares) que canalizan prana (fuerza vital) a cada célula.

Tres nadis son de particular interés. El sushumna va desde la base de la columna hasta la coronilla, pasando por cada uno de los siete chakras en su recorrido. Es el canal a través del cual kundalini shakti (el poder latente de la serpiente) se eleva desde su origen en el chakra muladhara (primero o raíz) hasta su verdadero hogar en el chakra sahasrara (séptimo o mil veces mayor) en la coronilla de la cabeza. En términos del cuerpo sutil, sushumna nadi es el camino hacia la iluminación.

Los nadis ida y pingala giran en espiral alrededor del nadi sushumna, cruzándose entre sí en cada chakra. Finalmente, los tres nadis se encuentran en el ajna (sexto) chakra.[3][4][5]

La anatomía de los chakras ha sido descrita en la literatura tántrica india y tibetana. Los siete chakras etéricos, que son muy importantes para la salud de los cuerpos físico y etérico, tienen sus contrapartes en los niveles astral y mental. Los chakras son a la vez transmisores y transformadores de energía de un campo a otro. Su mecanismo sincroniza las energías emocional, mental y etérica. Los chakras revelan la calidad de la conciencia de una persona y el grado de capacidades y desarrollo personal. Cada uno de los centros tiene vínculos especiales con ciertos órganos así como con ciertos estados de conciencia.[6]

Enseñanzas de Mme.Blavatsky

La fundadora de la Sociedad Teosófica, Helena Petrovna Blavatsky, escribió:

Todos nuestros siete Chakras están situados en la cabeza, y son estos Chakras Maestros los que que gobiernan y rigen los siete (pues hay siete) plexos principales del cuerpo, y los cuarenta y dos menores a los que la fisiología rechaza ese nombre.[7]

Si el término plexos, en esta aplicación, no representa para la mente Occidental la idea transmitida por el anatomista, entonces llámalos Chakras o Padmas, o las Ruedas, los corazones y pétalos de los Lotos. Recuerda la Fisiología, imperfecta como es, muestra los grupos septenarios en todo el interior y exterior del cuerpo; los siete orificios de la cabeza, los siete “órganos” en la base del cerebro, los siete plexos (faríngeo, laríngeo, cavernoso, cardíaco, epigástrico, prostático y sacro), etc., etc. . . Si me preguntan si los siete plexos, o centros de acción táttvicos, son los centros donde vibran los siete rayos del Logos, respondo afirmativamente, simplemente observando que los rayos del Logos vibran en cada átomo, por cierto.[8]

Los Tantristas no parecen ir más arriba de los seis plexos conocidos y visibles, con los cuales ellos conectan los Tattvas; y el gran énfasis que ponen en el jefe de estos, el Chakra Mûladhâra (el plexo sacro), muestra la inclinación egoista y material de sus esfuerzos hacia la adquisición de poderes. Sus cinco Respiraciones y sus cinco Tattvas se ocupan principalmente de los plexos prostático, epigástrico, cardíaco y laríngeo. Casi ignorando a Agneya, ignoran positivamente el plexo faríngeo sintetizador. Pero con los seguidores de la vieja escuela es diferente. Comenzamos con el dominio de ese órgano que está situado en la base del cerebro, en la faringe, y que los anatomistas occidentales llaman Cuerpo pituitario.[9]

Según Charles Leadbeater

Charles Webster Leadbeater escribió un análisis de los chakras basado en sus propias experiencias clarividentes.

Chakra Raiz

El primer chakra, en la base de la espina, tiene una fuerza primaria que se irradia en cuatro radios. Tiene un tono alternativamente rojo y naranja, con huecos entre ellos.[10]

Chakra del bazo

Archivo:Leadbeater chakra del bazo.jpg
el Chakra del Bazo según C. W. Leadbeater

El segundo centro en el bazo está dedicado a la especialización, subdivisión y dispersión de la vitalidad que nos llega del sol. [11]

Esto no corresponde al Hindú svādhiṣṭhāna chakra, generalmente listado como el segundo, y conectado a los órganos sexuales:

El chakra del bazo no está indicado en los libros Indios; su lugar lo ocupa un centro llamado Svadhishthana, situado en las proximidades de los órganos generativos, al que se asignan los mismos seis pétalos. Desde nuestro punto de vista, el surgimiento de tal centro sería considerado como una desgracia, ya que conlleva serios peligros. En el plan de desarrollo egipcio se tomaron elaboradas precauciones para evitar tal despertar.[12]

Con respecto a su función, Leadbeater escribió:

El segundo centro, el esplénico (Lámina II), en el bazo, está dedicado a la especialización, subdivisión y dispersión de la vitalidad que nos llega del sol. Esa vitalidad se derrama nuevamente en seis corrientes horizontales, la séptima variedad es atraída hacia el centro de la rueda. Por lo tanto, este centro tiene seis pétalos u ondulaciones, todos de diferentes colores, y es especialmente radiante, resplandeciente y parecido al sol. Cada una de las seis divisiones de la rueda muestra predominantemente el color de una de las formas de la fuerza vital: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta.[13]

Los efectos de su despertar se describieron de la siguiente manera:

Archivo:Chakra del Bazo - CWL.jpg
Chakra del Ombligo según C. W. Leadbeater

Cuando se despierta el segundo de los centros etéricos, el del bazo, el hombre puede recordar sus vagos viajes astrales, aunque a veces sólo de forma muy parcial. El efecto de una estimulación leve y accidental de este centro es a menudo producir un semirecuerdo de una sensación maravillosa de volar por el aire.[14]

Chakra del ombligo

El tercer Chakra en el ombligo o plexo solar recibe una fuerza primaria con diez radiaciones, por eso vibra de manera que se divide en diez pétalos.[15]

Cuando se despierta a la actividad, la persona "empieza a ser consciente en el cuerpo físico, ser consciente de todo tipo de influencias astrales, sintiendo vagamente que algunos son amigables y otros hostiles, o que algunos lugares son agradables y otros desagradables, sin saber en absoluto por qué".

Chakra del corazón

El cuarto chakra en el corazón es de un color dorado brillante y cada uno de sus cuadrantes está dividido en tres partes, lo que le da doce pétalos.[16] Su estimulación hace que la persona sea "instintivamente consciente de las alegrías y las tristezas de los demás, y a veces incluso le hace reproducir en sí mismo por simpatía sus dolores y molestias físicas."

Chakra de la garganta

El quinto chakra en la garganta tiene dieciséis radios y por lo tanto dieciséis divisiones aparentes.[17] "La activación del quinto, el de la garganta, le permite escuchar voces, que a veces hacen todo tipo de sugerencias. También a veces escucha música u otros sonidos menos agradables. Cuando está en pleno funcionamiento, hace que el hombre sea clariaudiente en lo que respecta a los planos etérico y astral.

Chakra de la frente

El sexto chakra, entre las cejas, tiene la apariencia de estar dividido en mitades. Leadbeater creía que esa es la razón por la que en los libros indios se menciona que este centro tiene sólo dos pétalos.[18]

Archivo:Chakra entre las cejas - CWL.jpg
Chakra entre las cejas según C. W. Leadbeater

Aunque en la espiritualidad moderna el chakra Ājñā es tradicionalmente conectada al Tercer Ojo, Mme Blavatsky no apoya la idea de que este ojo estaba realmente entre las cejas.[19]Respectivamente, C. W. Leadbeater dijo que el chakra entre las cejas está conectado con la glándula pituitaria y no con la pineal, que es considerado como el verdadero "tercer ojo" en Theosofía.[20]

Leadbeater describió el chakra de la frente de la siguiente manera:

El sexto centro, el frontal (Lámina IX), entre las cejas, tiene la apariencia de estar dividido en mitades, una principalmente de color rosa, aunque con mucho amarillo, y la otra predominantemente una especie de azul violáceo, de nuevo muy de acuerdo con los colores de los tipos especiales de vitalidad que lo vivifican. Quizás sea por esta razón que en los libros indios se menciona que este centro tiene sólo dos pétalos, aunque si contamos las ondulaciones del mismo carácter que las de los centros anteriores encontraremos que cada mitad se subdivide en cuarenta y ocho de estos, haciendo noventa y seis en total, porque su fuerza primaria tiene esa cantidad de radiaciones.[21]

Respecto a su función, Leadbeater escribió:

Cuando el sexto [chakra], entre las cejas, se vuelve vivificado, el hombre comienza a ver cosas, tener varias visiones de vigilia, algunas veces de lugares, algunas veces de gente. En su desarrollo inicial, cuando recien se comienza a despertar, a menudo no significa más que ver paisajes a medias y nubes de color. El pleno despertar de esto produce clarividencia.
El centro entre las cejas está conectado con la vista de otra manera. Es a través de él que se ejerce el poder de magnificación de objetos físicos diminutos. Desde su centro se proyecta un pequeño tubo flexible de materia etérica, que se asemeja a una serpiente microscópica con algo parecido a un ojo en el extremo. Este es el órgano especial utilizado en esa forma de clarividencia, y el ojo al final del mismo puede expandirse o contraerse, siendo el efecto cambiar el poder de aumento según el tamaño del objeto que se examina. Esto es lo que se entiende en los libros antiguos cuando se menciona la capacidad de hacerse grande o pequeño a voluntad. Para examinar un átomo se desarrolla un órgano de visión proporcional en tamaño al átomo. Esta pequeña serpiente que sobresalía del centro de la frente estaba simbolizada en el tocado del faraón de Egipto, quien, como sumo sacerdote de su país, se suponía que poseía este, entre muchos otros poderes ocultos.[22]

Chakra de la corona

Según Leadbeater, el séptimo centro en la parte superior de la cabeza es, cuando se agita en plena actividad, el más resplandeciente de todos y parece contener todo tipo de matices prismáticos.[23]

Archivo:Chakra de la Corona - CWL.jpg
Chakra de la Corona según C. W. Leadbeater

C. W. Leadbeater conectó el "chakra de la corona" con la pineal que se considera el "tercer ojo" en la Teosofía.[24]

Describió este centro de la siguiente manera:

El séptimo centro, el coronal, en la parte superior de la cabeza, es cuando se activa en plena actividad el más resplandeciente de todos, lleno de efectos cromáticos indescriptibles y vibrando con una rapidez casi inconcebible. Parece contener todo tipo de matices prismáticos, pero en general es predominantemente violeta. En los libros indios se describe como de mil pétalos, y en realidad esto no está muy lejos de la verdad, siendo el número de radiaciones de su fuerza primaria en el círculo exterior novecientas sesenta... Este chakra suele ser el último en despertarse. Al principio tiene el mismo tamaño que los demás, pero a medida que el hombre avanza en el Camino del avance espiritual aumenta constantemente hasta cubrir casi toda la parte superior de la cabeza. Otra peculiaridad asiste a su desarrollo. Al principio es una depresión en el cuerpo etérico, como lo son todos los demás, porque a través de él, como a través de ellos, la fuerza divina fluye desde afuera; pero cuando el hombre se da cuenta de su posición como rey de la luz divina, dispensando generosidad a todos los que lo rodean, este chakra se invierte, volviéndose como si estuviera del revés; ya no es un canal de recepción sino de radiación, ya no es una depresión sino una prominencia, que sobresale de la cabeza como una cúpula, una verdadera corona de gloria.[25]

Respecto a su función, escribió:

Cuando se acelera el séptimo centro, el hombre, al pasar a través de él, puede dejar su cuerpo en plena conciencia y también regresar a él sin la interrupción habitual, de modo que su conciencia será continua durante el día y la noche. Cuando el fuego Kundalini ha pasado a través de todos estos centros en un cierto orden (que varía para diferentes tipos de personas) la conciencia se vuelve continua hasta la entrada al mundo celestial al final de la vida en el plano astral, no haciendo ninguna diferencia ni la separación temporal del cuerpo físico durante el sueño ni la división permanente en el momento de la muerte.[26]

El sistema de chakras Orientales

El teósofo y autor Kurt Leland escribe sobre el sistema oriental en su libro Cuerpo Arcoiris: Una Historia del Sistema de Chakra Occidental desde Blavatsky hasta Brennan: [27]

La forma del sistema oriental más familiar en Occidente apareció en La Serpiente Secreta, una publicación de 1919 de Sir John Woodroffe (1835-1936), un juez británico del tribunal superior de Calcuta. Este libro fue una exposición del Tantra en relación con los chakras. Los sistemas orientales constaban de tres "nadis" principales (más sobre esto en la "Introducción" anterior).

Mūlādhāra chakra (soporte de la raíz), también llamado chakra guda (rectal).

Svādhiṣṭhāna chakra (lugar propio), también llamado medhra (chakra genital).

Maṇipūra chakra, también llamado nābhî (ombligo) chakra.

Anāhata chakra (sonido no golpeado); También llamado chakra hrdaya (corazón). Ciertos tipos de yoga implican centrarse en sonidos sutiles que se vuelven audibles cuando uno medita en el centro del corazón. Estos sonidos se consideran modificaciones de una corriente sonora universal puesta en movimiento por el absoluto (Brahman) cuando se creó el universo manifiesto.

Viśuddha chakra (purificador); También llamado chakra kantha (garganta). [28]

Ājñā chakra (comando); También llamado chakra bhrūmadhya (frente). Se dice que este es el chakra por donde llegan las órdenes del gurú. Alternativamente, representa manas (mente) y su dominio indica que la mente está bajo el mando del practicante.[29]

Sahasrāra chakra

Hablando sobre el ājñā chakra, Swami Satyananda Saraswati dijo:

Existe cierto problema con el despertar de los otros chakras. Cada uno contiene un almacén de karmas o samskara, tanto buenos como malos, positivos y negativos, dolorosos y placenteros. El despertar de cualquier chakra definitivamente traerá a la superficie una explosión o expresión de estos karmas, y por supuesto, no todo el mundo está preparado o listo para afrontarlos. Sólo aquellos que tienen razón y comprensión son capaces de afrontarlo. Por eso se dice que antes de empezar a despertar y manifestar la gran fuerza, lo mejor es purificar la mente en el punto de confluencia. Luego, con una mente purificada, podrás despertar los demás chakras.[30]

También dijo:

Ajna chakra es el punto de confluencia donde los tres nadis o fuerzas principales: ida, pingala y sushumna se fusionan en una corriente de conciencia y fluyen hacia sahasrara, el centro de la corona.[31]

Sahasrāra chakra (mil veces); a veces referido por su ubicación: mūrdhān (cabeza/bóveda craneal). La traducción habitual al inglés es "loto de mil pétalos". [32]

Los Chakras y las Glándulas Endocrinas

La literatura moderna de las culturas occidental y oriental destaca la conexión entre los chakras y los sistemas endocrino y nervioso, así como los órganos. Dora Kunz, que pudo diagnosticar con éxito a personas durante años observando clarividentemente más de 200 casos, proporcionó la siguiente correlación entre los chakras y las glándulas endocrinas:

Chakra Raíz: Columna Vertebral / Sistema Glandular
Chakra Sacro: Ovarios / Testículos
Chakra del plexo solar: Suprarrenales / Páncreas
Chakra del Bazo: Bazo / Hígado
Chakra del Corazón: Timo
Chakra de la Garganta:' Tiroides/Paratiroides
Chakra de la frente: Glándula pituitaria
Chakra de la Corona:' Pineal[33]

Otros autores que publicaron sobre el tema son James Morgan Pryse, alumno de Blavatsky; Alice Bailey, Herman Harold Rubin, médico; Bhagat Singh Thind, uno de los primeros maestros indios, Cajzoran Ali, que publicó un manual fotográfico de posturas de yoga, y Edgar Cayce.[34] Allí Hay ligeras variaciones entre estas cuentas. Según el modelo de salud de Cayce, la actividad de los centros endocrinos representa en la carne lo que sucede en la mente y el espíritu. Los centros funcionan algo así como válvulas para regular el flujo de la fuerza vital creativa hacia el cuerpo físico.[35]

  1. Charles Webster Leadbeater, Anotaciones de Kurt Leland, The Chakras, (Wheaton, Ill: The Theosophical Publishing House, 2013 ), pag. 1-5
  2. Kurt Leland, " The Chakras: A Magical Mystery Tour", conferencia presentada el 9 de marzo de 2017. Ver YouTube.
  3. James Bailey, Discover the Ida and Pingala Nadis. 28 de agosto de 2007. https://www.yogajournal.com/yoga-101/balancing-act-2
  4. Charles Webster Leadbeater, Anotaciones de Kurt Leland, The Chakras, (Wheaton, Ill: Editorial Teosófica, 2013), 25-27.
  5. Kurt Leland, Cuerpo Arcoíris: Una historia del sistema de chakras occidental desde Blavatksy hasta Brennan, (Lake Worth, Florida: Ibis Press, 2016) , 47-48.
  6. Shafica Karagulla, M.C. y Dora van Gelder Kunz, Los chakras y los campos de energía, (Wheaton, Ill: Editorial Teosófica, 1989) 33-38.
  7. Helena Petrovna Blavatsky, Escritos Recolectados vol. XII (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1980), 619.
  8. Helena Petrovna Blavatsky, Escritos recolectados vol. XII (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1980), 620.
  9. Helena Petrovna Blavatsky, Escritos Recolectados' ' vol. XII (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1980), 616.
  10. Leadbeater, 9.
  11. Leadbeater, 9.
  12. Leadbeater, 7, nota al pie.
  13. Leadbeater, 12, nota al pie.
  14. Leadbeater, 78.
  15. Leadbeater, 10.
  16. Leadbeater, 10.
  17. Leadbeater, 10.
  18. Leadbeater, 10-11.
  19. Helena Petrovna Blavatsky, La Doctrina Secrets vol. II, (Wheaton, IL: Editorial Teosófica, 1993), 295.
  20. Leadbeater, 10.
  21. Leadbeater, 13-14.
  22. Leadbeater, 79.
  23. Leadbeater, 11.
  24. Leadbeater, 10.
  25. Leadbeater,14-15.
  26. Leadbeater, 80.
  27. Kurt Leland, Rainbow Body: A History of the Western Chakra Sistema de Blavatksy a Brennan, (Lake Worth, Florida: Ibis Press, 2016), 47-51.
  28. Leland, "Cuerpo arcoíris", 47-51.
  29. Leland, "Rainbow Body", 47-51.
  30. Swami Satyananda Saraswati, Kundalini Tantra (Munger, Bihar, India: Yoga Publications Trust, 2001), Capítulo 3.
  31. Swami Satyananda Saraswati, Kundalini Tantra (Munger, Bihar, India: Yoga Publications Trust, 2001), Capítulo 3.
  32. Leland, "Cuerpo arcoíris", 47-51.
  33. Shafica Karagulla, M.D. y Dora van Gelder Kunz, Los chakras y los campos de energía humanos (Wheaton: Quest Books, 1989), 98.
  34. Leland, Rainbow Body, 226-231.
  35. Edgar Cayce, The Essential Edgar Cayce (Nueva York, NY: Penguin Group, 2004), 37-38 . Mark Thurston, editor.