Carta de los Mahatmas No. 18
Esta es la Carta N.° 18 en Las Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett, 4.ª edición cronológica (en inglés). Corresponde a la Carta N.° 9 en la numeración de Barker. Ver a continuación Contexto y antecedentes.
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IX |
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Pri y Fil de K.H., primera carta recibida al regresar a la India, el 8 de julio de 1881. Contiene un boceto de la evolución planetaria Recibida por mí mientras estuve con Mme B. en Bombay durante unos días |
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Página 1 - Traducción, imagen y notas
Bienvenido buen amigo y brillante autor, ¡bienvenido a su regreso! Con su carta a mano, y estoy feliz de ver que su experiencia personal con los "Elegidos" de Londres resultó tan exitosa. Pero, preveo, que ahora más que nunca, usted se convertirá en un signo de interrogación encarnado. ¡Tenga cuidado! Si los poderes fácticos consideran que sus preguntas son prematuras, en lugar de recibir mis respuestas en su prístina pureza, puede que las vea transformadas en un montón de tonterías. He ido demasiado lejos como para sentir una mano en mi garganta cada vez que rozo los límites de temas prohibidos; no lo suficiente como para evitar sentirme — muy incómodo — como un gusano de ayer ante nuestra "Roca de las Edades", mi Cho-Khan. Todos debemos tener los ojos vendados antes de poder seguir adelante; o de lo contrario, tenemos que quedarnos afuera. Y ahora, ¿qué hay acerca del libro? Se acerca Le quart d'heure de Rabelais, y, me encuentra, si no del todo insolvente, casi temblando ante la idea de que el primer fascículo que se ofrece se encuentre por debajo de lo esperado; el precio que se reclama — sea inadecuado para mis escasos recursos; yo mismo sea llevado pro bono publico a transgredir el terrible: "hasta aquí llegarás, y no más allá", ¡y la ola de ira del Cho-Khan me inunde de tinta azul y todo lo demás! Espero de todo corazón que no me haga perder "mi situación". Exactamente. Porque tengo la vaga idea de que estará muy impaciente conmigo. Tengo una idea muy clara de que no necesita estarlo. Es una de las desafortunadas exigencias de la vida que a veces las necesidades imperiosas |
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fuercen a uno aparentemente a ignorar los llamados de la amistad, no a violar la propia palabra, sino a posponer y dejar de lado por un tiempo las expectativas demasiado impacientes y de menor importancia de los neófitos. Una de esas necesidades que llamo imperiosa es la necesidad de su futuro bienestar; la realización del sueño soñado por usted en compañía de S.M. Ese sueño, ¿podemos llamarlo una visión?, fue, que usted y la Sra. K. — ¿Por qué olvidarse de la Soc. Teos.? "son todas piezas de un gran plan para las manifestaciones de la filosofía oculta para el mundo". Sí; debe llegar el momento, y no está lejos, en que todos ustedes comprenderán correctamente las fases aparentemente contradictorias de tales manifestaciones; obligados por la evidencia a reconciliarlas. No siendo este el caso actualmente, mientras tanto, recuerde: es porque estamos jugando un juego arriesgado y lo que está en juego son almas humanas que le pido que mantenga la suya con paciencia. Teniendo en cuenta que tengo que cuidar de su "alma" y también de la mía, me propongo hacerlo a cualquier precio, incluso a riesgo de que usted me malinterprete como lo hizo el Sr. Hume. El trabajo se hace más difícil porque soy un trabajador solitario en el campo, y seguirá así mientras no logre demostrar a mis superiores que usted, al menos, habla en serio; que es muy sincero. Así como a mí se me niega una ayuda superior, de igual manera usted no logrará encontrar ayuda fácilmente en esa Sociedad |
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en la que se mueve y a la que intenta movilizar. Ni encontrará, durante un cierto tiempo, mucha satisfacción en los directamente interesados. Nuestra vieja dama está débil y sus desgastados nervios son como una cuerda de violín; también lo es su cerebro hastiado. H.S.O. está lejos, en el exilio, luchando por su camino de regreso a la salvación, comprometido más de lo que usted imagina por sus indiscreciones en Simla, y fundando escuelas teosóf. El Sr. Hume, quien una vez prometió convertirse en un paladín de la lucha en esa Batalla de la Luz contra la Oscuridad, ahora conserva una especie de neutralidad armada que es maravilloso contemplar. Habiendo hecho el milagroso descubrimiento de que somos un cuerpo fósil de jesuitas antediluvianos, autocoronados con florituras de oratoria, él hizo una pausa sólo para acusarnos de interceptar sus cartas a H.P.B. Sin embargo, encuentra algo de consuelo al pensar "qué divertida discusión él tendrá en otro lugar (Sociedad ornitológica Angel Linnean, tal vez) con la entidad que está representada por el nombre Koothoomi". Ciertamente tiene nuestro muy intelectual, otrora amigo mutuo, un torrente de palabras a su disposición que bastarían para mantener a flote un barco cargado de falacias oratorias. Sin embargo, lo respeto. . . ¿Pero quién sigue? C. C. Massey? Por otra parte él es el desafortunado padre de aproximadamente media docena de mocosos ilegítimos. Es un amigo muy encantador y devoto; un profundo místico; un hombre generoso, de nobles intenciones, un caballero, como dicen, de pies a cabeza; probado como el oro; todos los requisitos para un estudiante de ocultismo, pero ninguno para un adepto, mi buen amigo. Sea como fuere, su |
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secreto le pertenece él, y no tengo derecho a divulgarlo. ¿El Dr. Wyld?, un cristiano hasta la médula. ¿Hood?, de naturaleza dulce, como usted dice; un soñador e idealista en asuntos místicos, pero nada trabajador. ¿S. Moisés? ¡Ah! aquí estamos. S.M. casi ha hecho zozobrar el arca teosóf. puesta a flote hace tres años: y hará todo lo posible para hacerlo nuevamente, a pesar de nuestro Imperator. ¿Usted duda? Escuche. La de él es una naturaleza extraña y rara. Sus energías psíquicas ocultas son tremendas; pero han permanecido dormidas, replegadas en su interior y desconocidas para él mismo, hasta que, hace unos ocho años más o menos, Imperator posó su mirada sobre él e hizo que su espíritu se elevara. Desde entonces, ha habido una nueva vida en él, una existencia dual, pero su naturaleza no pudo cambiarse. Educado como estudiante de teología, las dudas devoraban su mente. Antes, se dirigió al Monte Athos, donde, enclaustrándose en un monasterio, estudió religión greco-oriental, y es allí donde su "guía espiritual" se fijó en él por primera vez (!!) Por supuesto, la casuística griega no logró resolver sus dudas, y se apresuró a ir a Roma, — el papismo tampoco lo satisfizo. De allí deambuló hacia Alemania con los mismos resultados negativos. Pese a que abandonó la árida teología cristiana no abandonó a su presunto fundador con todo eso. Necesitaba un ideal y lo encontró en este último. Para él Jesús es una realidad, un Espíritu una vez encarnado, ahora desencarnado, que, "le proporcionó una evidencia de su identidad personal" — cree él, — en un grado no menor al que lo hicieron otros "Espíritus", entre ellos Imperator. Sin embargo, ni las religiones de Jesús ni sus palabras, tal como están registradas en la Biblia y que S.M. las cree auténticas, son plenamente aceptadas por ese Espíritu inquieto suyo. A Imperator, a quien más tarde le tocó el mismo destino, no le va mejor. Su mente es demasiado tajante. Una vez impresionada resulta más fácil borrar los caracteres grabados en titanio que las impresiones realizadas en su cerebro. |
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Cuando se encuentra bajo la influencia de Imperator, él es consciente de las realidades del Ocultismo y de la superioridad de nuestra Ciencia sobre el Espiritismo. Tan pronto como se lo deja solo y bajo la guía perniciosa de aquellos en quienes él cree firmemente haber identificado con Almas desencarnadas, ¡todo se vuelve confusión nuevamente! Su mente no cederá a sugerencias, ni razonamientos que no sean los suyos, y estos son todos para teorías Espiritistas. Cuando desaparecieron los viejos grilletes teológicos, se imaginó a sí mismo un hombre libre. Algunos meses más tarde, ¡se convirtió en el humilde esclavo y herramienta de los "Espíritus"! Es solo cuando se encuentra cara a cara con su Yo interior que se da cuenta de la verdad de que hay algo más elevado y noble que el parloteo de los pseudoespíritus. Fue en ese momento que escuchó por primera vez la voz de Imperator, y fue, como él mismo dice: "como la voz de Dios hablándole a su Yo interior". Esa voz se le ha vuelto familiar durante años y, sin embargo, muy a menudo no le hace caso. Un simple interrogante: si Imper., fuese lo que él cree, es más, sabe que es, piensa él, ¿no habría hecho que la voluntad de S.M. estuviera completamente subordinada a la suya a estas alturas? Solo los adeptos, es decir, los espíritus encarnados — tienen prohibido por nuestras leyes sabias e inviolables subyugar completamente una voluntad más débil, — la de un hombre nacido libre. Este último modo de proceder es el favorito al que recurren los "Hermanos de la Sombra", los Hechiceros, los Espectros Elementarios y, como una excepción aislada, los Espíritus Planetarios más elevados, aquellos que ya no pueden errar. Pero estos no aparecen en la Tierra salvo |
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en el origen de cada nueva humanidad; en la conjunción y cierre de los dos extremos del gran ciclo. Y no permanecen con el hombre más tiempo del requerido para que las verdades eternas que enseñan se impriman con tanta fuerza en las mentes plásticas de las nuevas razas como para garantizar que las generaciones venideras no las pierdan u olviden por completo en las edades futuras. La misión del Espíritu planetario no es más que hacer sonar la NOTA CLAVE DE LA VERDAD. Una vez que ha dirigido la vibración de esta última para que siga su curso ininterrumpidamente a lo largo de la concatenación de esa raza y hasta el final del ciclo, el morador de la esfera habitada más elevada desaparece de la superficie de nuestro planeta, hasta la siguiente "resurrección de la carne". Las vibraciones de la Verdad Primitiva son lo que sus filósofos denominan "ideas innatas". Imperator, entonces, le había dicho repetidamente que "sólo en el ocultismo debe buscar y encontrará una fase de la verdad que aún desconoce". Pero eso no impidió en absoluto que S.M. le diera la espalda al ocultismo cada vez que una teoría de este chocaba con una de sus propias ideas Espiritistas preconcebidas. Para él la mediumnidad aparecía como la Carta de la libertad de su Alma, como la resurrección de la muerte Espiritual. Se le había permitido disfrutarlo sólo en la medida en que fuera necesario para la confirmación de su fe; prometido que lo anormal cedería a lo normal; ordenado prepararse |
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para el momento en que el Yo en su interior se tornara consciente de su existencia espiritual e independiente, actuara y hablara cara a cara con su Instructor, y llevara su vida en Esferas Espirituales normalmente y sin nada de mediumnidad externa o interna. Y sin embargo, una vez consciente de lo que él denomina "acción externa del Espíritu", no pudo distinguir más las alucinaciones de la verdad, lo falso de lo real: confundiendo a veces Elementales con Elementarios, Espíritus encarnados con desencarnados, aunque su "Voz de Dios" con bastante frecuencia le había contado y advertido sobre "esos espíritus que rondan la esfera de la Tierra". Con todo eso él cree firmemente que ha actuado invariablemente bajo la dirección de Imper, y que los espíritus que han acudido a él vinieron con el permiso de su "guía". En tal caso, ¿H.P.B. estaba allí con el consentimiento de Imper? ¿Y cómo reconcilia usted las siguientes contradicciones? Desde 1876, actuando bajo órdenes directas, ella intentó despertarlo a la realidad de lo que sucedía alrededor de él y en él. Que ella debe haber actuado ya sea de acuerdo o en contra de la voluntad de Imper, él debe saberlo, ya que en el último caso ella podría jactarse de ser más fuerte, más poderosa que su "guía" quien nunca protestó contra la intrusión. ¿Y ahora qué sucede? En una carta que le escribió a ella desde la Isla de Wight, en 1876, sobre una visión que él tuvo que duró más de 48 horas consecutivas, y durante la cual él caminaba, hablaba como de costumbre, pero no conservaba el menor recuerdo de nada externo, él le pide a ella que le cuente si fue |
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una visión o una alucinación. ¿Por qué no le preguntó a + I-r? "Puede decirme ya que usted estuvo allí", dice él . . . "Usted — cambiada, sin embargo usted misma — si tiene un Yo... Supongo que sí lo tiene, pero en eso no me entrometo.". . . En otra ocasión él la vio en su propia biblioteca mirándolo, acercándose y dándole algunos signos masónicos de la Logia que él conoce. Admite que "la vio tan claramente como lo vio a Massey, que estaba allí". La vio en varias otras ocasiones y, a veces sabiendo que era H.P.B. no pudo reconocerla. "Usted me parece por su apariencia como por sus cartas tan diferente a veces, las actitudes mentales tan diversas, que puedo muy bien concebir, como me han dicho con autoridad, que usted es un manojo de Entidades ... Tengo una fe absoluta en usted". En cada una de sus cartas él clamaba por un "Hermano vivo". Ante la afirmación inequívoca de ella de que ya había uno que se encargaba de él, él se opuso enérgicamente. Cuando a él se le ayudaba a liberarse de su cuerpo demasiado material, ausente de este durante horas y días a veces su máquina vacía funcionaba durante ese período desde lejos y por una influencia externa y viva, — tan pronto como regresaba, comenzaba a trabajar bajo la arraigada impresión de haber sido durante todo ese tiempo el vehículo de otra inteligencia, un Espíritu desencarnado, no uno encarnado, sin que la verdad ni una sola vez cruzara por su mente. "Imperator", él le escribió a ella, "va en contra de su idea sobre la mediumnidad. |
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Él dice que no debería haber ningún verdadero antagonismo entre el médium y el adepto". Si hubiera usado la palabra "Vidente" en lugar de "médium", la idea se habría expresado de manera más correcta, ya que un hombre rara vez se convierte en un adepto si no ha nacido como un Vidente natural. Y una vez más. En septiembre de 1875, él no sabía nada de los Hermanos de la Sombra, nuestros mayores, más crueles y, por qué no confesarlo, nuestros Enemigos más potenciales. Ese año en realidad él le preguntó a la vieja dama si Bulwer había estado comiendo chuletas de cerdo semicocidas y soñando cuando él describió a "ese espantoso Morador del Umbral". "Prepárate", respondió ella, "en unos doce meses más tendrás que enfrentarte y luchar con ellos". En octubre de 1876 ellos habían comenzado a actuar sobre él. "He estado librando" — escribió — "una batalla cuerpo a cuerpo con todas las legiones del Demonio durante las últimas tres semanas. Mis noches se tornan espantosas con sus tormentos, tentaciones e insinuaciones repugnantes. ¡Los veo por todos lados, fulminándome con sus miradas, parloteando, aullando, con sonrisa burlona! Se cierne sobre mí toda forma de obscena insinuación, de duda desconcertante, de miedo loco y estremecedor... Ahora puedo entender al Morador de Zanoni. . . No he vacilado aún. . . y sus tentaciones son más débiles, la presencia menos cercana, el horror menor. . . " Una noche ella se había postrado ante su Superior, uno de los pocos a quien ellos temen, rogándole |
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que enviara un gesto con su mano a través del océano, por temor a que S.M. muriera, y la Soc. Teosóf. perdiera a su mejor individuo. "Debe ser probado" fue la respuesta. Él imagina que + Imper. había enviado a los tentadores porque él S.M. era uno de esos Thomas que deben ver; él no creería que + no pudiese evitar la llegada de estos. Lo que hizo fue cuidarlo — no podía ahuyentarlos a menos que la víctima, el neófito mismo, demostrara ser el más fuerte. Pero, ¿estos demonios humanos aliados con los Elementarios lo prepararon para una nueva vida tal como él pensaba que lo harían? Encarnaciones de esas influencias adversas que acosan al Yo interior que lucha por ser libre y progresar, nunca hubieran regresado si él las hubiera conquistado con éxito afirmando su propia VOLUNTAD independiente, renunciando a su mediumnidad, su voluntad pasiva. Sin embargo lo hicieron. Usted dice que + — "Imperator — ciertamente no es su alma astral (la de S.M.), y ciertamente, también, él no es de un Mundo inferior al nuestro — no es un Espíritu encadenado a la tierra". Jamás alguien dijo que fuera algo por el estilo. H.P.B. nunca le dijo a usted que él era el alma astral de S.M., sino que lo que a menudo él confundía con + era su propio Yo superior, su divino atman — no el linga Sarira o Alma astral, o Kama rupa el doppelganger independiente — además. + no puede contradecirse a sí mismo; + no puede ignorar la verdad, tan a menudo tergiversada por S.M.; + no puede predicar las ciencias ocultas y luego defender la mediumnidad, ni siquiera en esa forma más elevada |
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descrita por su alumno. La mediumnidad es anormal. Cuando en el sucesivo desarrollo lo anormal ha cedido el paso a lo natural, los controles se quitan y la obediencia pasiva ya no es necesaria, entonces el médium aprende a usar su voluntad, a ejercer su propio poder y se convierte en un adepto. Es un proceso de desarrollo y el neófito tiene que llegar hasta el final. Mientras esté sujeto a un trance ocasional, no puede ser un adepto. S.M. pasa los dos tercios de su vida en Trance. A su pregunta: ¿Es Imperator "un Espíritu Planetario" y "puede un Espíritu Planetario haber encarnado como humano"? Primero diré que no puede haber ningún Espíritu Planetario que no haya sido una vez material o lo que ustedes llaman humano. Cuando nuestro gran Buda, el patrón de todos los adeptos, el reformador y codificador del sistema oculto, alcanzó por primera vez el Nirvana en la Tierra, se convirtió en Espíritu Planetario; es decir, su espíritu podía al mismo tiempo recorrer los espacios interestelares en plena conciencia y continuar a voluntad en la Tierra en su cuerpo original e individual. Ya que el Ser divino se había despojado tan completamente de la materia que podía crear a voluntad un sustituto interno para sí mismo, y al dejarlo en la forma humana durante días, semanas, a veces años, no afectaba de ninguna manera con el cambio el principio vital o la mente física de su cuerpo. Por cierto, esa es la forma más elevada de adeptado que el hombre puede esperar en nuestro planeta. Pero es tan raro como los propios Budas, el último Khobilgan que lo alcanzó fue |
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Sang-Ko-Pa de Kokonor (siglo XIV), el reformador del lamaísmo esotérico y vulgar. Muchos son aquellos que "rompen la cáscara de huevo", pocos quienes, una vez que salen, son capaces de ejercer su Nirvva namastaka plenamente, cuando están completamente fuera del cuerpo. La vida consciente en el Espíritu es tan difícil para algunas naturalezas como nadar lo es para algunos cuerpos. Aunque la estructura humana posee una masa más liviana que el agua y cada persona nace con esa facultad, son tan pocos los que desarrollan en sí mismos el arte de flotar verticalmente en el agua que la muerte por ahogamiento es el accidente más frecuente. El Espíritu planetario de ese tipo (como el del Buda) puede pasar a voluntad a otros cuerpos, de materia más o menos eterizada, que habitan en otras regiones del Universo. Hay muchos otros grados y órdenes, pero no existe una orden separada y eternamente constituida de Espíritus Planetarios. Si Imperator es un "planetario" encarnado o desencarnado, si es un adepto en carne y hueso o fuera de ella, no tengo la libertad de decirlo, como tampoco él mismo la tendría para decirle a S.M. quién soy yo, o podría ser, o incluso quién es H.P.B. Si él mismo elige guardar silencio sobre ese tema, S.M. no tiene derecho a preguntarme. Pero entonces nuestro amigo, S.M. debería saberlo. Es más: él cree firmemente que sí. Porque en su relación con ese personaje, llegó un momento en el que, no satisfecho con las garantías de +, ni conforme con respetar sus deseos de que él, Imperator y Co. se mantuvieran impersonales y desconocidos salvo por sus supuestos títulos, S.M. luchó con él, a lo Jacob, durante meses sobre el punto de |
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la identidad de ese espíritu. Fue la farsa bíblica una vez más. "Te ruego que me digas tu nombre" — y aunque respondió: "¿Por qué preguntas por mi nombre?" — ¿qué hay en un nombre? — él permitió que S.M. lo etiquetara como a una maleta. Y así, ahora está tranquilo, porque ha "visto a Dios cara a cara"; quien, después de luchar, y al ver que no se imponía, dijo "déjame ir" y se vio obligado a aceptar los términos ofrecidos por Jacob S. Moses. Le recomiendo encarecidamente que para su propia información le haga esa pregunta a su amigo. ¿Por qué debería él estar "esperando ansiosamente" mi respuesta, si sabe todo acerca de +? ¿No le contó ese "Espíritu" a él una historia un día, — una historia extraña, algo que él no puede divulgar sobre sí mismo y le prohibió que alguna vez lo mencione? ¿Qué más quiere él? El hecho, de que él busque aprender a través de mí la verdadera naturaleza de +, es una prueba bastante buena en sí misma de que no está tan seguro de su identidad como cree estarlo, o más bien quiere hacer creer que lo está. ¿O la pregunta es un subterfugio? — ¿cuál? Puedo responderle, lo que un día le dije a G.H. Fechner, cuando quiso conocer la visión hindú sobre lo que él había escrito: "Tiene razón; ...'cada diamante, cada cristal, cada planta y estrella tiene su propia alma individual, además del hombre y el animal ...' y, 'existe una jerarquía de almas desde las formas ínfimas de materia hasta el Alma del Mundo' ...; pero, se equivoca al agregar a lo anterior la certeza de que 'los espíritus del |
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difunto mantienen comunicación psíquica directa con las Almas que todavía están conectadas con un cuerpo humano', ya que no lo hacen". La posición relativa de los mundos habitados de nuestro Sistema Solar excluiría por sí sola tal posibilidad. Ya que confío en que usted ha abandonado la extraña idea, resultado natural de su primer entrenamiento cristiano, de que ¿posiblemente pueda haber inteligencias humanas que habitan regiones puramente espirituales? ¿Entonces comprenderá perfectamente la falacia de los cristianos —que quemaban almas inmateriales en un infierno físico material — al igual que el error de los espiritistas más educados, que se arrullan a sí mismos con el pensamiento de que cualquiera excepto los moradores de los dos mundos inmediatamente interrelacionados con los nuestros puede quizás comunicarse con ellos? Por muy etéricos y purificados de la materia densa que puedan estar, los Espíritus puros todavía están sujetos a las leyes físicas y universales de la materia. No pueden si incluso ellos quisieran atravesar el abismo que separa sus mundos del nuestro. Se los puede visitar en Espíritu, su Espíritu no puede descender y alcanzarnos. Ellos atraen, no se los puede atraer, siendo su polaridad Espiritual una dificultad insuperable en el camino. (Por cierto, no debe confiar literalmente en Isis. El libro no es más que un esfuerzo tentativo para desviar la atención de los Espiritistas de sus ideas preconcebidas hacia el verdadero estado de las cosas. A la autora se le hizo insinuar y señalar en la verdadera dirección, para decir lo que las cosas no son, no lo que son. Con la asistencia del corrector de pruebas, algunos verdaderos errores han aparecido como en la página 1, capítulo 1, volumen 1, donde la Esencia divina se hace emanar de Adán en lugar de a la inversa). |
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Una vez que se haya adentrado bastante sobre ese tema, me esforzaré por explicarle aún más claramente dónde radica la imposibilidad. Por lo tanto, se le responderá con respecto tanto a los Espíritus planetarios como a los "Espíritus" de la sala de sesiones. El ciclo de existencias inteligentes comienza en los mundos o planetas más elevados; el término "más elevado" significa aquí el más espiritualmente perfecto. Evolucionando a partir de la materia cósmica — que es akasa, el medio plástico primigenio, no el secundario, o Éter de la Ciencia sospechado instintivamente, no comprobado como el resto — el hombre primero evoluciona a partir de esta materia en su estado más sublimado, apareciendo en el umbral de la Eternidad como una Entidad perfectamente Etérea, no Espiritual, digamos, un Espíritu Planetario. Él está sólo a un paso de distancia de la Esencia del Mundo universal y Espiritual: el Anima Mundi de los griegos, o aquello que la humanidad en su decadencia espiritual ha degradado en un Dios personal mítico. Por lo tanto, en esa etapa, el hombre-Espíritu es en el mejor de los casos un Poder activo, un Principio inmutable, por lo tanto no pensante (el término "inmutable" se usa nuevamente aquí solo para denotar ese estado por el momento, la inmutabilidad se aplica aquí solo al principio interno que se desvanecerá y desaparecerá tan pronto como la pizca de materia en él comience su trabajo cíclico de Evolución y transformación). En su descenso posterior, y en proporción al aumento de materia afirmará cada vez más su actividad. Ahora bien, el conglomerado de mundos estelares (incluido nuestro propio planeta) habitados por seres inteligentes puede compararse a un orbe o más bien a un epicicloide formado por anillos como una cadena: mundos interconectados entre sí, y la totalidad |
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representa un anillo o círculo imaginario, sin fin. El progreso del hombre en todo el conjunto, desde sus puntos iniciales hasta los puntos finales que se encuentran en el punto más alto de su circunferencia, es lo que llamamos el Maha Yug o Gran Ciclo, el Kuklos, cuya cabeza se pierde en una corona de Espíritu absoluto, y su punto más bajo de circunferencia en la materia absoluta, a saber, el punto de cese de acción del principio activo. Si usando un término más familiar llamamos al Gran Ciclo el Macrocosmos y a sus partes componentes o mundos estelares interconectados Microcosmos, se tornará evidente el significado de los ocultistas al representar a cada uno de estos últimos como copias perfectas del primero. El Gran Ciclo es el Prototipo de los más pequeños: y como tal, cada mundo estelar tiene a su vez su propio ciclo de Evolución que comienza con una naturaleza más pura y termina con una naturaleza más densa o más material. A medida que descienden, cada mundo se presenta naturalmente cada vez más sombrío, convirtiéndose en las "antípodas" en materia absoluta. Impulsado por el irresistible impulso cíclico el Espíritu Planetario tiene que descender antes de poder volver a ascender. En su camino tiene que pasar a través de toda la escala de la Evolución, sin saltearse ningún peldaño, detenerse en cada mundo estelar como lo haría en una estación; y, además del ciclo inevitable de ese en particular y de cada uno de los respectivos mundos estelares, realizar en este su propio "ciclo de vida" para, a saber: regresar y reencarnarse tantas veces como las que no logre completar su ciclo de vida en este, a medida que |
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muere en este antes de alcanzar la edad de la razón, como correctamente se indica en Isis. Hasta ahora la idea de la Sra. Kingsford de que el Ego humano está siendo reencarnado en varios cuerpos humanos sucesivos es la verdadera. En cuanto a que renazca en formas animales después de la encarnación humana, es el resultado de su forma vaga de expresar cosas e ideas. Otra mujer — una vez más. Vaya, ella confunde "Alma y Espíritu", se niega a distinguir entre los Egos animales y espirituales, el Jivatma (o Linga-Sharir) y el Kama-Rupa (o Atma-Rupa), dos cosas tan diferentes como lo son el cuerpo y la mente, y ¡la mente y el pensamiento! Eso es lo que sucede. Después de dar vueltas, por así decirlo, a lo largo del arco del ciclo, dando vueltas a lo largo y dentro de este (la rotación diaria y anual de la Tierra es una ilustración tan buena como cualquier otra) cuando el hombre-Espíritu llega a nuestro planeta, que es uno de los más bajos, habiendo perdido en cada estación algo de la naturaleza etérica y adquirido un aumento de la material, tanto el espíritu como la materia se han equilibrado bastante en él. Pero entonces, tiene que realizar el ciclo de la Tierra; y, como en el proceso de involución y evolución descendente, la materia siempre se esfuerza por sofocar al espíritu, cuando llega al punto más bajo de su peregrinaje, el que una vez fuera un puro Espíritu Planetario se verá reducido a lo que la ciencia acepta llamar un hombre primitivo o Primordial, en medio de una naturaleza |
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igual de primordial, en términos geológicos, ya que en su carrera cíclica, la naturaleza física sigue el ritmo tanto del hombre fisiológico como del espiritual. En ese momento la gran Ley comienza su labor de selección. La materia que se encuentra completamente divorciada del espíritu es arrojada a los mundos aún más bajos, al sexto "gati" o "camino del renacimiento" de los mundos vegetal y mineral, y de las formas animales primitivas. Desde allí, la materia desmenuzada en el taller de la naturaleza regresa sin alma a su Fuente Madre; mientras que los Egos purificados de su escoria pueden reanudar una vez más su progreso hacia adelante. Es aquí, entonces, donde los Egos rezagados perecen por millones. Es el momento solemne de la "supervivencia del más apto", la aniquilación de los no aptos. No es sino la materia (o el hombre material) la que se ve obligada por su propio peso a descender hasta el fondo mismo del "círculo de necesidad" para asumir allí la forma animal; en cuanto al ganador de esa carrera a través de todos los mundos, el Ego Espiritual, ascenderá de estrella en estrella, de un mundo a otro, en círculos progresivos para volver a convertirse en el puro Espíritu planetario que una vez fue, y luego se elevará aún más, para finalmente alcanzar su primer punto de partida, y desde allí — fusionarse en el MISTERIO. Ningún adepto ha penetrado jamás más allá del velo de la materia Kósmica primitiva. La visión más elevada, la más perfecta se limita al universo de la Forma y la Materia. |
NOTAS:
1. Devas o dioses; 2. Manusyas o humanos; 3. Tiryaks o animales; 4. Pretas o fantasmas hambrientos; 5. Narakas o seres del infierno. |
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Pero mi explicación no concluye aquí. Usted quiere saber por qué se considera sumamente difícil si no totalmente imposible que los Espíritus puros desencarnados se comuniquen con los hombres a través de médiums o fantasmasofía. Digo, porque: (a) Debido a las atmósferas antagónicas que rodean respectivamente estos mundos; (b) De la total disimilitud de las condiciones fisiológicas y espirituales; y (c) Porque esa cadena de mundos que acabo de mencionarle, no es solo un epicicloide sino una órbita elíptica de existencias, que tiene, como toda elipse, no uno sino dos puntos, dos focos, que nunca pueden acercarse entre sí; el Hombre está en un foco y el Espíritu puro en el otro. A esto usted podría poner objeciones. No puedo evitarlo, ni cambiar el hecho, pero todavía hay otro impedimento mucho más poderoso. Como un rosario compuesto de cuentas blancas y negras que se alternan entre sí, de modo que la concatenación de mundos se compone de mundos de CAUSAS y mundos de EFECTOS, los últimos, el resultado directo producido por las primeras. Por lo tanto, se hace evidente que cada esfera de Causas, y nuestra Tierra es una, no solo está interconectada con y circundada por, sino que en realidad está separada de su vecino más cercano, la esfera superior de la Causalidad, por una atmósfera impenetrable (en su sentido espiritual) de efectos colindantes e incluso entrelazados con —sin mezclarse nunca— la esfera siguiente: ya que una es activa, la otra pasiva; el mundo de las causas positivo, el de los efectos— negativo. Esta resistencia pasiva puede superarse pero bajo condiciones, de las cuales sus Espiritistas más eruditos no tienen la menor idea. Todo movimiento es, por así decirlo polar. Es muy difícil transmitirle lo que quiero decir en este momento; pero llegaré hasta el final. Soy consciente de mi incapacidad para presentarle estas — para nosotros — verdades axiomáticas, de cualquier otra |
NOTAS: |
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forma que no sea la de un simple postulado lógico — a lo sumo — siendo estas capaces de demostración absoluta e inequívoca, solo a los Videntes más elevados. Pero, al menos le daré material para reflexionar. Las esferas intermedias, al ser no más que las sombras proyectadas de los Mundos de las Causas, son anuladas por la última. Son las grandes paradas, las estaciones en las que se gestan los futuros nuevos Egos Autoconscientes, la progenie autoengendrada de los Egos viejos y desencarnados de nuestro planeta. Antes de que el nuevo fénix, renacido de las cenizas de su padre-madre, pueda elevarse más alto, a un mundo mejor, más espiritual y perfecto — aún un mundo de materia — tiene que pasar por el proceso de un nuevo nacimiento, por así decirlo; y, como en nuestra tierra, donde dos tercios de los niños nacen muertos o mueren en la infancia, así ocurre en nuestro "mundo de los efectos". En la tierra la progenie sufre los defectos fisiológicos y mentales, los pecados de los progenitores: en esa tierra de sombras, el nuevo y aún inconsciente Ego-feto se convierte en la víctima justa de las transgresiones de su viejo Yo, cuyo karma — el mérito y el demérito — es el único que tejerá su futuro destino. En ese mundo, mi buen amigo, sólo encontramos máquinas inconscientes, automáticas, exhumanas, almas en su estado de transición, cuyas facultades latentes e individualidad están como una mariposa en su crisálida; ¡y los espiritistas quieren que estas hablen con sensatez! Atrapados a veces, en el vórtice de la corriente anormal "mediúmnica", se convierten en ecos inconscientes de pensamientos e ideas que se cristalizan en torno a los presentes. Toda mente positiva y bien dirigida es capaz de neutralizar esos efectos secundarios en una sesión de espiritismo. El mundo debajo del nuestro es peor aún. El primero al menos es inofensivo; se peca más contra este al perturbarlo, que |
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cometiendo algún pecado; este último al permitir la retención de la plena conciencia y ser cien veces más material, es absolutamente peligroso. Las ideas de infiernos y purgatorio, de paraísos y resurrecciones son ecos caricaturizados y distorsionados de la Verdad primigenia, enseñada a la humanidad en la infancia de sus razas por cada Primer Mensajero — el Espíritu Planetario mencionado en el reverso de la página tres — y cuyo recuerdo perduró en la memoria del hombre como Elu de los caldeos, Osiris el egipcio, Vishnu, los primeros Budas, etc. El mundo inferior de los efectos es la esfera de esos Pensamientos distorsionados; de las concepciones e imágenes más sensuales; de las deidades antropomórficas, las creaciones externas de sus creadores, las mentes humanas sensuales de personas que nunca han superado su bestialidad en la tierra. Al tener presente que los pensamientos son cosas — tienen tenacidad, coherencia y vida, que son entidades reales — el resto se aclarará. Desencarnado, el creador se siente atraído naturalmente por su creación y criaturas; succionado, por la Vorágine desatada por sus propias manos. . . Pero debo hacer una pausa, ya que no alcanzarían volúmenes para explicar todo lo que dije en esta carta. En referencia a su asombro de que las opiniones de los tres místicos "están lejos de ser idénticas", ¿qué prueba este hecho? Si fueran instruidos por Espíritus desencarnados, puros y sabios — incluso por aquellos que se encuentran en el plano superior cerca de nuestra tierra — ¿no serían idénticas las enseñanzas? Surge la pregunta: "¿No pueden diferir en sus ideas los Espíritus al igual que los hombres?" |
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Bueno, entonces la enseñanza de ellos —sí, la de los más elevados de ellos ya que son los "guías" de los tres grandes Videntes de Londres — no tendrá más autoridad que la de los hombres mortales. "Pero, ¿pueden pertenecer a diferentes esferas?" Bien; si en las distintas esferas se proponen doctrinas contradictorias, estas doctrinas no pueden contener la Verdad, pues la Verdad es Una, y no puede admitir visiones diametralmente opuestas; y los Espíritus puros que la ven tal como es, con el velo de la materia completamente quitado de esta, no pueden equivocarse. Ahora, si admitimos que diferentes aspectos o fragmentos de la Verdad Total son visibles para diferentes agencias o inteligencias, cada una bajo diversas condiciones, como por ejemplo, distintas partes de un paisaje se despliegan ante diversas personas, a distintas distancias y desde diferentes posiciones; si admitimos el hecho de que varias o diferentes agencias (Hermanos individuales, por ejemplo) que se esfuerzan por desarrollar los Egos de diferentes individuos, sin someter por completo la voluntades de estos a las suyas propias (ya que está prohibido) sino valiéndose de sus idiosincrasias físicas, morales e intelectuales; si a esto le sumamos las innumerables influencias kósmicas que distorsionan y desvían todos los esfuerzos para lograr propósitos definidos: si recordamos, además, la hostilidad directa de los Hermanos de la Sombra siempre alertas para desconcertar y enturbiar el cerebro del neófito, creo que no tendremos ninguna dificultad en comprender cómo incluso un adelanto espiritual definido puede llevar hasta cierto punto a diferentes individuos a conclusiones y teorías aparentemente diferentes. Habiéndole confesado que yo no tenía derecho a entremeterme
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en los secretos y planes de Imperator, debo decir que hasta ahora, sin embargo, él ha demostrado ser el más sabio de nosotros. Si nuestra política hubiera sido la misma, si yo, por ejemplo, le hubiera permitido a usted inferir y luego creer (sin que yo diera nada concluyente) que yo era un "ángel desencarnado" — un Espíritu de diáfana esencia electroidal, de la zona fantasmática Super-Estelar — ambos estaríamos más contentos. Usted, no se habría atormentado la cabeza en cuanto a "si las agencias de ese tipo serán siempre necesarias" y yo, no me vería bajo la desagradable necesidad de tener que rehusarle a un amigo una "entrevista personal y una comunicación directa". Es posible que usted hubiese creído implícitamente cualquier cosa que proviniese de mí; y yo me habría sentido menos responsable por usted ante mis "GUÍAS". Sin embargo, el tiempo mostrará lo que se puede hacer o no en esa dirección. Ya salió el libro, y tenemos que esperar pacientemente los resultados de ese primer disparo serio contra el enemigo. Art Magic e Isis al provenir de mujeres y tal como se creía, espiritistas, nunca podrían esperar una audiencia seria. Sus efectos al principio serán lo suficientemente desastrosos, ya que el arma dará un culatazo y el disparo al rebotar alcanzará al autor y a su humilde héroe, quienes probablemente no se inmutarán. Pero también rozará a la vieja dama, reviviendo en la prensa angloindia el clamor del año pasado. Los Tersites y filisteos literarios trabajarán duro, los gritos, sátiras y coups de bec caerán exageradamente sobre ella, aunque solo estén dirigidos a usted, ya que el director del Pioneer está lejos de ser querido por sus colegas de |
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India. Los periódicos espiritistas ya han abierto la campaña en Londres y los directores yanquis de los Órganos de "Ángeles" seguirán su ejemplo, con los celestiales "Mandos" voceando su más selecto scandalum magnatum. Algunos hombres de ciencia — y mucho menos los admiradores de estos, los parásitos que toman el sol y sueñan que ellos mismos son ese sol — probablemente no le perdonen a usted la frase, en realidad demasiado halagadora, que coloca la comprensión de un hindú pobre y desconocido "tan más allá de la ciencia y la filosofía de Europa, que sólo los representantes de mente más abierta de estas podrán darse cuenta de la existencia de tales poderes en el hombre, etc." Pero ¿y que más da? Todo estaba previsto y era de esperar. Cuando se apague el primer zumbido y el fragor de la crítica adversa, los hombres reflexivos leerán y considerarán el libro, como nunca han reflexionado sobre los esfuerzos más científicos de Wallace y Crookes para reconciliar la ciencia moderna con los Espíritus, y la pequeña semilla crecerá y prosperará. Mientras tanto, no olvido las promesas que le hice. Tan pronto como esté instalado en su dormitorio intentaré . . . [Aquí, aparentemente, el autor de la misma ha borrado por completo tres líneas de la carta original. — ED]. Espero que se me permita hacer tanto por usted. Si, durante generaciones hemos "excluido al mundo del Conocimiento de nuestro Conocimiento", es a causa de la absoluta incapacidad este; y si, a pesar de las pruebas dadas, todavía se niega a ceder ante la evidencia, entonces al final de este ciclo nos retiraremos |
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a la soledad y a nuestro reino de silencio una vez más. . . Hemos ofrecido exhumar los estratos primitivos del ser del hombre, su naturaleza básica, y poner al descubierto las maravillosas complejidades de su Yo interior — algo que jamás logrará la fisiología ni incluso la psicología en su máxima expresión — y demostrarlo científicamente. A ellos no les importa si las excavaciones son tan profundas, las rocas tan ásperas y afiladas, que al zambullirnos en ese océano, para ellos, insondable, la mayoría de nosotros perecemos en la peligrosa exploración; ya que fuimos nosotros los buceadores y los pioneros y los hombres de ciencia no tienen más que cosechar lo que hemos sembrado. Nuestra misión es sumergirnos y traer las perlas de la Verdad a la superficie; la de ellos, limpiarlas y convertirlas en joyas científicas. Y, si se niegan a tocar la concha de ostra mal formada, insistiendo en que [no] hay, ni puede haber, ninguna perla preciosa en su interior, entonces una vez más nos lavaremos las manos de cualquier responsabilidad ante la humanidad. Durante incontables generaciones el adepto ha construido un templo de rocas imperecederas, una gigantesca Torre de PENSAMIENTO INFINITO, donde moró el Titán, y aún, de ser necesario, morará solo, emergiendo de esta solo al final de cada ciclo, para invitar a los elegidos de la humanidad a cooperar con él y ayudar a su vez a iluminar al hombre supersticioso. Y nosotros continuaremos con éste nuestro trabajo periódico; no permitiremos que frustren nuestros intentos filantrópicos hasta el día en que los cimientos de un nuevo continente de pensamientos estén tan firmemente construidos que no pueda prevalecer ninguna cantidad de oposición ni malicia ignorante guiada por los Hermanos de la Sombra. |
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Pero hasta ese día del triunfo final alguien tiene que ser sacrificado – aunque no aceptamos más que víctimas voluntarias. La tarea ingrata la dejó a ella decaída y desolada en las ruinas de la miseria, la incomprensión y el aislamiento: pero ella tendrá su recompensa en el más allá porque nosotros nunca fuimos desagradecidos. En cuanto al Adepto, no uno de mi clase, buen amigo, sino mucho más elevado, usted podría haber concluido su libro con esas líneas de Tennyson, "Wakeful Dreamer" — Usted no lo conocía — "¿Cómo pudiste conocerlo? Aún estabas dentro Concluiré. Recuerde entonces el 17 de julio y. . . [Aquí nuevamente se han eliminado seis líneas del original. - ED.]. . . ., para usted se convertirá en la más sublime de las realidades. Adiós. Atentamente, |
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Contexto y Trasfondo
Esta carta marca el comienzo de las verdaderas enseñanzas del Mahatma, aunque gran parte de esta está relacionada con un destacado miembro inglés de la Sociedad Teosófica.
A.P. Sinnett ha designado el 8 de julio como la fecha de recepción de esta carta. Sin embargo, en el Suplemento de El Teósofo del número de agosto de 1881, Tookaram Tatya, secretario de la Sociedad Teosófica de Bombay, en un informe fechado el 7 de julio de 1881, afirma que Sinnett llegó a Bombay el 4 de julio y, la noche siguiente, el 5 de julio, dio una charla en la que dijo claramente que esa misma mañana, después del desayuno, mientras estaba sentado a una mesa a plena luz del día, recibió una carta de su “ilustre Amigo Koot Hoomi”.
La descripción de Sinnett de cómo se recibió la carta es sumamente interesante. Se encuentra en El Mundo Oculto (págs. 154-55, 9ª ed., en inglés). No está en la primera edición, porque ya se había publicado; se incluyó en la segunda edición bajo el título "Fenómenos ocultos posteriores". En la novena edición, el capítulo se titula "Conclusión".
Sinnett le había escrito al Mahatma antes de salir de Londres y estaba un poco decepcionado de que no lo esperaba una respuesta en Bombay. Sin embargo, la mañana siguiente a su llegada, cuando él y H.P. Blavatsky terminaron de desayunar, él estaba sentado hablando con ella cuando llegó la carta. Esta es su descripción:
Estábamos sentados a diferentes lados de una gran mesa cuadrada en el medio de la habitación, y brillaba la luz del día. No había nadie más en la habitación. De repente, sobre la mesa que tenía ante mí, pero a mi derecha, y Madame Blavatsky estaba a mi izquierda, cayó una voluminosa carta. Cayó "de la nada" por así decirlo; se materializó o se reintegró en el aire ante mis ojos. Era la respuesta esperada de Koot Hoomi, una carta profundamente interesante, en parte relacionada con asuntos privados y respuestas a mis preguntas, y en parte con algunas grandes revelaciones, aunque todavía sombrías, de la filosofía oculta, el primer esbozo de esta que yo recibí. En la página siguiente, comenta que durante algún tiempo este fue el único fenómeno que se le concedió, ya que "Las autoridades Superiores del mundo oculto, en ese momento habían puesto de hecho una prohibición mucho más estricta sobre tales manifestaciones ..." El efecto de los acontecimientos de Simla del verano anterior, mencionó, "no se consideró satisfactorio en general. Se habían producido una gran cantidad de ásperas discusiones y se generaron malos sentimientos, y me imagino que se concibió que esto tuvo mayor peso, en su efecto perjudicial sobre el progreso del movimiento teosófico, que el buen efecto de los fenómenos en las pocas personas que los apreciaron". Otro punto de esta carta es que, como algunas de las otras, iba a tener repercusiones. En este caso, esto se debió a la indiscreción o imprudencia de Sinnett al hacer abundantes extractos del mismo para Stainton Moses, a quien el Mahatma se refirió confidencial y extensamente en esta carta.
Descripción física de la carta
El original se encuentra en la Biblioteca Británica, Folio 1. Según George Linton y Virginia Hanson,
Con tinta azul en ambas caras de 13 hojas de papel de tamaño completo. Hay algunas manchas y sobrescrituras. En la última hoja y la siguiente de la última parte del texto parece haberse borrado. [2]