Carta de los Mahatmas No. 92
Esta es la Carta N.° 92 en Las Cartas de los Mahatmas a A.P. Sinnett, 4.ª edición cronológica (en inglés). Corresponde a la Carta N.° 54 en la numeración de Barker. Ver a continuación contexto y antecedentes
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Portada
Rec. Simla Oct 1882 Ref. a CCM - V.D. etc.
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Página 1 - traducción, imagen y notas
Mi estimado amigo: la deposición y abdicación de nuestro gran "yo soy" es uno de los eventos más agradables de la temporada para su humilde servidor. ¡Mea culpa! exclamo, y voluntariamente coloco mi cabeza culpable bajo una lluvia de cenizas, de los cigarros de Simla si le parece, ¡porque fue obra mía! Algo bueno ha salido de eso en la forma de una excelente obra literaria — (aunque, de hecho, prefiero el estilo de usted), para la organización Matriz, pero nada en absoluto para la desventurada "Ecléctica". ¿Qué ha hecho él por esta? Se queja en una carta a Shishir Koomar Gosh (del A.B. Patrika) que debido a los esfuerzos incesantes de él (?) Hume, casi había "convertido a Chesney a la Teosofía" cuando el gran espíritu anticristiano del Teósofo rechazó violentamente al Coronel. Esto es lo que nosotros llamaríamos: manipulación de los hechos históricos. Le envío la última carta de él a mí, en la que verá que se encuentra bajo la total influencia de su nuevo gurú: "el buen Vedantin Swami" [que se ofrece a enseñarle la filosofía Advaita con un dios en ella como una forma de mejorarla] y del Espíritu Sandaram. Su argumento es, como usted verá, que con el "buen viejo Swami" aprenderá algo, mientras que con nosotros, es imposible que él "alguna vez aprenda algo". Yo, "nunca le di la seguridad de que todas las cartas no surgieron del fértil cerebro de la Vieja Dama". Incluso ahora, añade, cuando ha obtenido certeza subjetiva, de que somos entidades distintas de Mad. B, "No puedo decir lo que usted es: podría ser Djual Kul, o un espíritu del elevado plano oriental", etc. y cosas por el estilo. En la carta adjunta dice: ustedes (nosotros) "quizá sean tántricos" (mejor determinar el valor del cumplido
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que hace) y él está preparándose, más bien, totalmente preparado, para lanzarse desde el advaita extremo al teísmo trascendental una vez más. Amén. Se lo entrego al Ejército de Salvación. Sin embargo, no me gustaría verlo cortar su conexión con la Sociedad por completo; primero por su propio valor literario intrínseco, y luego, porque seguramente tendríamos un enemigo infatigable aunque secreto, que pasaría el tiempo escribiendo hasta que la tinta se seque en contra de la teosofía, denunciando a todos y cada uno en la Sociedad a todos y cada uno fuera de ella, y tornándose desagradable de mil maneras. Como dije una vez antes, puede parecer que él perdona, y es el tipo de hombre que se embauca a sí mismo ante su propio reflejo en el espejo creyéndose un perdonador magnánimo, pero en realidad ni perdona ni olvida. Fue una agradable noticia para M. y para todos nosotros oír cómo usted fue elegido presidente de manera unánime y silenciosa, y todos nosotros, "maestros" y chelas, saludamos fraternal y cálidamente su ascensión al cargo; un hecho consumado que nos reconcilia incluso con las tristes y humillantes noticias de que el Sr. Hume expresó su total indiferencia hacia los chelas e incluso hacia los maestros de estos, y agregó que le importaba muy poco conocerlos a cualquiera de ellos. Pero basta de aquel que puede describirse mejor en las palabras del proverbio tibetano: ". . . Como el ave nocturna: de día un gato agraciado, en la oscuridad una horrible rata". Un consejo, una seria advertencia de nosotros dos: no confíe en el pequeño Fern, cuídese de él. La plácida serenidad y sonrisas de él cuando le habla a usted de la "leve reprimenda atemperada con misericordia", y de que es mejor ser reprendido que expulsado, todo es fingido. |
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La carta de penitencia y remordimiento de él a M, que le envía a usted para que la guarde, no es sincera. Si no lo vigila de cerca, barajará los naipes por usted de una manera que quizá conduzca a la Sociedad a la ruina, ya que se juró a sí mismo que la Sociedad caerá o se levantará con él. Si vuelve a fracasar el próximo año —y con todos sus grandes dones, ¿cómo puede un pequeño jesuita y mentiroso tan incurable evitar el fracaso? — hará todo lo posible para derribar a la Sociedad con él, al menos en lo que respecta a la creencia en los "Hermanos". Intente salvarlo, si es posible, mi muy estimado amigo; haga todo lo posible para convertirlo a la verdad y al desinterés. Es una verdadera lástima que tales dones se ahoguen en un lodo de vicios, tan fuertemente injertados en él por sus primeros tutores. Mientras tanto, tenga cuidado y nunca le permita que vea alguna de mis cartas. Y ahora a C. C. Massey y las cartas de usted. Tanto la respuesta como la contestación de usted son excelentes. Sin duda, un hombre más sincero, veraz o de mente más noble (S. Moses no está exento) difícilmente podría encontrarse entre los teósofos británicos. Su único y principal defecto es: la debilidad. Si algún día llegara a enterarse de cuán profundamente ha ofendido a H.P.B. en pensamiento, ningún hombre se sentiría más abatido que él. Pero sobre esto más adelante. Si recuerda en mi carta a H. sobre el tema, "prohibí todos los acuerdos" por la simple razón de que la Soc. Teos. Brit. había colapsado, y prácticamente ya no existía. Pero, si mal no recuerdo agregué, que si la restablecían sobre una base firme con miembros tales como la Sra. K. y su amanuense, que
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no tendríamos ninguna objeción en enseñarles a través de usted, o palabras a tal efecto. Ciertamente objeté que mis cartas se imprimieran y circularan como las de Pablo en los bazares de Éfeso, para el beneficio (o tal vez burla y crítica) de miembros aislados que apenas creían en nuestra existencia. Pero no tengo ninguna objeción, en caso de un acuerdo, como lo propuso C.C.M. Solo deje que primero se organicen, y que dejen afuera a fanáticos como Wyld, estrictamente abandonados a su suerte. Él se negó a admitir a la hermana del Sr. Hume, la Sra. B. porque, al no haber visto nunca un fenómeno mesmérico, ella no creía en el mesmerismo; y se negó a admitir a Crookes, recomendado por C.C.M., según me contaron. Nunca negaré mi ayuda y cooperación a un grupo de hombres sinceros y ardientes por aprender; pero si por otro lado, hombres como el Sr. Hume han de ser admitidos, hombres que generalmente se deleitan en interpretar en cada sistema organizado en el que se meten, los papeles interpretados por Tifón y Arimán en los sistemas egipcio y zoroástrico, entonces sería mejor dejar de lado el plan. Temo que aparezca publicada nuestra filosofía expuesta por el Sr. H. Leí sus tres ensayos o capítulos sobre la cosmogonía de Dios (?) y vislumbres del origen de las cosas en general, y tuve que tachar casi todo. ¡¡Él nos hace ver como agnósticos!! Nosotros no creemos en Dios porque hasta ahora, no tenemos pruebas, etc. Esto es disparatadamente ridículo: si él publica lo que leí, haré que H.P.B. o Djual Khool lo nieguen todo; ya que no puedo permitir que nuestra filosofía sagrada sea
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desfigurada de esa manera. Dice que la gente no aceptará toda la verdad; que a menos que los complazcamos con la esperanza de que pueda haber un "Padre amoroso y creador de todo en el cielo" nuestra filosofía será rechazada a priori. En tal caso cuantos menos idiotas como esos oigan nuestras doctrinas mejor para ambos. Si no quieren toda la verdad y nada más que la verdad, son bienvenidos. Pero nunca nos verán (en todo caso) transigir y condescender con los prejuicios públicos. ¿Llama usted a esto "sincero" y, honesto "desde un punto de vista europeo"? Lea la carta de él y júzguela. La verdad es, mi estimado amigo, que a pesar de la gran oleada de misticismo que ahora inunda a una parte de las clases intelectuales de Europa, los occidentales hasta ahora apenas han aprendido a reconocer lo que nosotros denominamos sabiduría en su sentido más elevado. Hasta ahora, solo se considera verdaderamente sabio en su mundo a quien puede conducir los negocios de la vida con más inteligencia, para que produzcan la mayor cantidad de ganancias materiales: honores o dinero. La cualidad de la sabiduría, siempre fue, y será aún durante mucho tiempo, hasta el final de la quinta raza, negada a aquel que busca la riqueza de la mente por el simple hecho de hacerlo, y para su propio disfrute y resultado sin el propósito secundario de sacarle provecho para obtener beneficios materiales. La mayoría de sus compatriotas adoradores del oro denominarían a nuestros hechos y teoremas divagaciones ilusorias, los sueños de los locos. Si los Fragmentos
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e incluso las magníficas cartas de usted mismo ahora publicadas en Light, caen en manos de y son leídas por el público en general, ya sean materialistas, teístas o cristianos; diez a uno que el lector promedio fruncirá los labios con una mueca de burla; y con el comentario: "todo esto puede que sea muy profundo y erudito, pero ¿de qué sirve en la vida práctica?", quitará las cartas y los Fragmentos de sus pensamientos para siempre. Pero ahora la posición de usted con C.C.M. parece cambiar, y lo está convenciendo a él gradualmente. Él anhela sinceramente darle al Ocultismo otra oportunidad y está "abierto a la convicción"; no debemos defraudarlo. Pero, no puedo comprometerme a proporcionarles ni a ellos ni incluso a usted mismo nuevos hechos hasta que todo lo que ya he dado cobre forma desde el principio [vide los Ensayos del Sr. Hume] y se les haya enseñado a ellos sistemáticamente, y que ellos lo hayan aprendido y digerido. Ahora estoy respondiendo a su numerosa serie de preguntas, científicas y psicológicas, y tendrá suficiente material para uno o dos años. Por supuesto, siempre estaré listo con más explicaciones, por lo tanto, inevitablemente, adiciones, pero me niego terminantemente a enseñar más antes de que haya entendido y aprendido todo lo que ya se ha dado. Tampoco quiero que usted publique nada de mis cartas a menos que usted lo edite previamente y le dé forma. No dispongo de tiempo |
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para escribir "artículos" regularmente, ni mi capacidad literaria se extiende hasta ese punto. Pero ¿qué, hacer con la mente de C.C.M. tan prejuiciosa contra la autora de Isis y nosotros mismos, que nos hemos atrevido a intentar introducir a Eglinton en los recintos sagrados de la S.T.B. y denominar a + un "Hermano"? ¿No se interpondrán nuestros pecados y transgresiones conjuntas, "desde un punto de vista europeo", dolorosamente en el camino de la confianza mutua; y no conducirán a interminables sospechas y conceptos erróneos? No estoy preparado en este momento para proporcionar a los teósofos británicos la prueba de nuestra existencia en carne y hueso, o que no soy del todo el "cómplice" de H.P.B.; porque todo esto es una cuestión de tiempo y, Karma. Pero, incluso suponiendo que sea muy fácil probar lo primero, sería mucho menos fácil refutar lo segundo. Un "K.H.", es decir, un mortal de apariencia muy común y familiarizado tolerablemente bien con la filosofía inglesa, vedanta y budista, e incluso con un poco de trampas de salón, es fácil de encontrar y utilizar, para demostrar su existencia objetiva más allá de toda duda o reparo. Pero, ¿cómo ofrecer la certeza moral y absoluta de que el individuo, que pueda aparecer de ese modo no es un falso K.H., un "cómplice" de H.P.B.? ¿No fueron St. Germain y Cagliostro, ambos caballeros de la más alta educación y logros —y presumiblemente europeos— no "negros" de mi clase, considerados en ese momento, y aún considerados
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NOTAS:
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por la posteridad: como impostores, cómplices, tramposos y todo eso? Me veo moralmente obligado a calmar la mente de él —a través de la amable agencia de usted— con respecto a que H.P.B. lo engaña y abusa de él. Parece que cree haber conseguido pruebas de ello absolutamente irreprochables. Yo digo que no las tiene. Lo que ha conseguido es simplemente una prueba de la maldad de algunos hombres, y exteósofos como Hurrychund Chintamon de Bombay, ahora de Manchester y de otros lugares; el hombre que les robó a los Fundadores y a Dayanand Rs. 4 000, los engañó y se aprovechó de ellos desde el principio (desde la época de Nueva York), y luego expuesto y expulsado de la Sociedad huyó a Inglaterra y desde entonces está sediento de venganza. Y otros como el Dr. Billing, el esposo de esa mujer buena y honesta, la única médium verdadera y totalmente confiable y honesta que conozco, la Sra. M. Hollis-Billing; con quien él se casó por los pocos miles de libras de ella, la arruinó durante el primer año de su vida matrimonial, entró en concubinato con otra médium; y cuando H.P.B. y Olcott se lo reprocharon con vehemencia, dejó a su esposa y a la Sociedad y se volvió con amargo odio en contra de ambas mujeres; y desde entonces siempre busca envenenar en secreto las mentes de los teósofos y espiritistas británicos en contra de su esposa y H.P.B. Que C.C.M. junte todos esos hechos; desentrañe el misterio y trace la conexión entre sus informantes y
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los dos difamadores de las dos mujeres inocentes. Que investigue a fondo y con paciencia, antes de creer en ciertos informes —e incluso en las pruebas presentadas— para que no sobrecargue su Karma con un pecado más pesado que cualquier otro. Estos dos hombres no dejan piedra por mover para tener éxito en su malvado plan. Si bien Hurrichund Chintamon nunca dejó ni una vez durante los últimos tres años de entrar en confianza con todos los teósofos que conoció, vertiendo en sus oídos noticias falsas desde Bombay sobre la duplicidad de los Fundadores; y de difundir informes entre los espiritistas sobre los supuestos fenómenos de Mad. B, mostrándolos a todos como simplemente "trucos insolentes", ya que ella no tiene una verdadera noción de los poderes del Yoga; o además mostrando cartas de ella, que él recibió mientras ella estaba en Estados Unidos; y en las que se la hace aparecer como aconsejándole a él que finja: que es un "Hermano" y, así engañar más a los teósofos británicos; mientras que H.C. está haciendo todo esto y mucho más, Billing se está "ganando" a los místicos de Londres. Ante ellos finge ser víctima de su excesiva confianza en una esposa a quien descubrió que era una falsa y engañosa médium, ayudada y apoyada en esto por H.P.B. y H.S.O.; él se queja de su cruel destino y jura por su honor (!) que la dejó solo porque había descubierto que era una impostora, y su honestidad se rebela contra una unión así. Por lo tanto, es por la fuerza y la autoridad de los informes de tales hombres, y las personas demasiado confidentes, que, creyendo en ellos los ayudan que C.C.M. gradualmente llegó a negar y repudiar al repugnante y deforme suplantador que se le impuso bajo el disfraz de H.P.B. Créanme, no es así. Si él le dice que se le mostraron pruebas documentales, respóndale que una carta de su propio puño y letra y debajo su propia firma, la cual, si se colocara en manos de la ley lo enviaría en 24 horas al banquillo de los acusados, puede falsificarse tan fácilmente como cualquier otro documento. Un hombre que fue capaz de falsificar en un falso testamento la firma del testador y luego tomar
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NOTAS:
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- ↑ Jagadis Chunder Bose, Sir Jagadis Chunder Bose, His Life and Speeches, Madras: Cambridge Press, 19??. Available at Project Gutenberg
- ↑ Samanth Subramanian, "The Long View: the Partition Before Partition," International Herald Tribune (October 3, 2011). Available at New York Time web page.